4 porque Jehová su Dios va con ustedes para pelear por ustedes contra sus enemigos y así salvarlos’.+

11 Mientras huían de Israel e iban por la bajada de Bet-Horón, Jehová les lanzó desde el cielo grandes piedras de granizo hasta Azecá, y ellos murieron. De hecho, murió más gente por el granizo que por la espada de los israelitas.

12 Fue entonces —el día en que Jehová derrotó a los amorreos ante los ojos de los israelitas— que Josué se dirigió a Jehová y dijo delante de Israel:

13 Así que el sol se quedó quieto y la luna no se movió hasta que la nación logró vengarse de sus enemigos. ¿No está escrito en el libro de Jasar?+ El sol se quedó quieto en medio del cielo y no se apresuró a ponerse por más o menos un día entero. 14 Nunca hubo —ni antes ni después— un día como aquel, en que Jehová escuchó la voz de un hombre,+ porque Jehová estaba peleando por Israel.+

40 Josué conquistó todas las tierras de la región montañosa, el Négueb, la Sefelá+ y las laderas, así como a todos sus reyes, y no dejó ningún sobreviviente. Acabó con* todo lo que respiraba,+ tal como lo había mandado Jehová, el Dios de Israel.+

42 Josué capturó a todos estos reyes y conquistó sus tierras, y lo hizo de una sola vez, pues era Jehová, el Dios de Israel, quien estaba peleando por Israel.+