17 Así que, si somos hijos, también somos herederos —herederos de Dios, pero coherederos+ con Cristo—, siempre y cuando suframos con Cristo+ para que también seamos glorificados con él.+
24 Me alegro ahora de estar sufriendo por ustedes,+ y estoy soportando los sufrimientos del Cristo que todavía faltan en mi carne por el bien de su cuerpo,+ que es la congregación.+