JEREMÍAS
1 Estas son las palabras de Jeremías* hijo de Hilquías, uno de los sacerdotes de Anatot,+ en la tierra de Benjamín. 2 Él recibió las palabras de Jehová en los días de Josías+ hijo de Amón,+ el rey de Judá, en el año 13 de su reinado. 3 También las recibió en los días de Jehoiaquim+ hijo de Josías, el rey de Judá, hasta completarse el año 11 de Sedequías+ hijo de Josías, el rey de Judá, hasta que Jerusalén se fue al destierro en el quinto mes.+
4 Recibí las palabras de Jehová. Me dijo:
Te hice profeta para las naciones”.
6 Pero yo dije: “¡Ay, Señor Soberano Jehová!
Yo no sé hablar.+ Solo soy un muchacho”.*+
7 Jehová me respondió:
“No digas ‘Solo soy un muchacho’.
Porque tienes que ir a todos aquellos a quienes te envíe
y debes decir todo lo que yo te mande.+
8 No te dejes intimidar por su apariencia,+
porque ‘yo estoy contigo para salvarte’, afirma Jehová”.+
9 Entonces Jehová extendió su mano y me tocó la boca.+ Y Jehová me dijo: “He puesto mis palabras en tu boca.+ 10 Mira, hoy te doy autoridad sobre las naciones y sobre los reinos, para arrancar y para demoler, para destruir y para derrumbar, para construir y para plantar”.+
11 Y de nuevo recibí las palabras de Jehová. Me dijo: “¿Qué estás viendo, Jeremías?”. Yo respondí: “Veo la rama de un almendro”.*
12 Jehová me dijo: “Has visto bien, porque estoy muy despierto respecto a mi palabra para cumplirla”.
13 Y recibí las palabras de Jehová por segunda vez. Me dijo: “¿Qué estás viendo?”. Así que respondí: “Veo una olla* hirviendo,* y su boca se inclina desde el norte”. 14 Entonces Jehová me dijo:
“La calamidad se soltará desde el norte
contra todos los habitantes del país.+
15 Porque ‘estoy convocando a todas las familias de los reinos del norte —afirma Jehová—,+
y van a venir. Cada cual colocará su trono
a la entrada de las puertas de Jerusalén,+
contra todas las murallas que la rodean
y contra todas las ciudades de Judá.+
16 Y declararé mis sentencias contra ellos por toda su maldad,
porque me han abandonado+
y les hacen humo de sacrificio a otros dioses+
y se inclinan ante las obras de sus propias manos’.+
17 Pero tú debes prepararte para actuar,*
y tienes que levantarte y decirles todo lo que yo te mande.
No les tengas terror,+
para que yo no te llene de terror delante de ellos.
18 Porque yo he hecho de ti una ciudad fortificada,
una columna de hierro, murallas de cobre contra todo el país,+
frente a los reyes de Judá y sus príncipes,
frente a sus sacerdotes y la gente de la tierra.+
19 Y de seguro pelearán contra ti
pero no te vencerán,
porque ‘yo estoy contigo+ —afirma Jehová— para salvarte’”.
2 Recibí las palabras de Jehová. Me dijo: 2 “Ve y anuncia a oídos de Jerusalén: ‘Esto es lo que dice Jehová:
“Recuerdo bien la devoción* de tu juventud,+
el amor que mostraste cuando estabas comprometida para casarte,+
cómo me seguiste en el desierto,
en una tierra no sembrada.+
3 Israel era santo para Jehová,+ las primicias de su cosecha”’.
‘Todos los que lo devoraban se hacían culpables.
Les caía encima la desgracia’, afirma Jehová”.+
4 Oigan las palabras de Jehová, oh, casa de Jacob,
y todos ustedes, las familias de la casa de Israel.
5 Esto es lo que dice Jehová:
“¿Qué falta encontraron en mí sus antepasados+
para alejarse tanto de mí,
y seguir ídolos inútiles+ y volverse inútiles ellos mismos?+
6 No preguntaron: ‘¿Dónde está Jehová,
aquel que nos sacó de la tierra de Egipto,+
que nos dirigió a través del desierto,
por una tierra de desiertos+ y fosos,
por una tierra seca+ y de densa oscuridad,
por una tierra por la que nadie viaja
y donde nadie vive?’.
7 Después los traje a una tierra de huertos
para que comieran su fruto y sus cosas buenas.+
Pero ustedes entraron y contaminaron mi tierra;
convirtieron mi herencia en algo detestable.+
8 Los sacerdotes no preguntaron: ‘¿Dónde está Jehová?’.+
Los que manejaban la Ley no me conocieron,
los pastores se rebelaron contra mí,+
los profetas profetizaron de parte de Baal,+
y siguieron a los que no podían hacer nada de provecho.
9 ‘Así que seguiré presentando acusaciones contra ustedes+ —afirma Jehová—,
y presentaré acusaciones contra los hijos de sus hijos’.
10 ‘Pero crucen a las tierras costeras* de los kitim+ y vean.
Sí, manden mensajeros a Quedar+ y fíjense bien;
vean si ha pasado una cosa como esta.
11 ¿Ha cambiado alguna vez una nación a sus dioses por otros que no son dioses?
Pero mi propio pueblo ha cambiado mi gloria por algo que es inútil.+
12 Miren esto con asombro, ustedes, los cielos;
y tiemblen llenos de terror —afirma Jehová—,
13 porque mi pueblo ha hecho dos cosas malas:
me han abandonado a mí, la fuente de agua viva,+
y se han excavado* cisternas,
cisternas rotas, que no pueden retener agua’.
14 ‘¿Es Israel un siervo? ¿Es un esclavo nacido en la casa?
Entonces, ¿por qué ha sido entregado para que lo saqueen?
Convirtieron su tierra en motivo de horror.
Sus ciudades han sido incendiadas y no quedan habitantes.
16 La gente de Nof*+ y Tahpanés+ se come la coronilla de tu cabeza.
19 Tu maldad debe corregirte,
y tu propia infidelidad debe reprenderte.
Aprende y date cuenta de lo malo y amargo que es+
abandonar a Jehová tu Dios;
no has mostrado ningún temor de mí’,+ afirma el Señor Soberano, Jehová de los ejércitos.
20 ‘Porque hace mucho despedacé tu yugo+
y arranqué tus cadenas.
Pero dijiste: “No voy a servirte”;
en cada colina alta y debajo de cada árbol frondoso+
estabas echada despatarrada, prostituyéndote.+
21 Te planté como una vid roja selecta,+ toda ella de semilla genuina.
¿Y cómo fue que te degeneraste ante mí y te convertiste en brotes de una vid ajena?’.+
22 ‘Aunque te lavaras con álcali* y usaras mucha lejía,*
tu culpa seguiría siendo una mancha delante de mí’,+ afirma el Señor Soberano Jehová.
23 ¿Cómo puedes decir ‘No me he contaminado;
no he seguido a los Baales’?
Mira tu conducta en el valle.
Fíjate en lo que has hecho.
Eres como una camella joven y veloz,
que corre sin rumbo de acá para allá,
24 un asna salvaje acostumbrada al desierto,
olfateando el viento en su deseo sexual.*
¿Quién puede refrenarla cuando está en celo?
Ningún macho tendrá que cansarse buscándola.
En su época de celo* la encontrarán.
25 No dejes que tus pies queden descalzos
ni que tu garganta esté sedienta.
Pero tú dijiste: ‘¡No! ¡Es inútil!+
26 Así como un ladrón se avergüenza al ser descubierto,
los de la casa de Israel han sido avergonzados,
ellos, sus reyes y sus príncipes,
sus sacerdotes y sus profetas.+
27 A un árbol le dicen ‘Tú eres mi padre’,+
y a una piedra ‘Tú me diste a luz’.
Pero a mí me han dado la espalda en vez de la cara.+
Y cuando llegue su calamidad dirán
‘¡Ven y sálvanos!’.+
28 ¿Y dónde están ahora los dioses que te hiciste?+
Que vengan, si ellos pueden salvarte cuando llegue tu calamidad.
Porque tus dioses han llegado a ser tantos como tus ciudades, oh, Judá.+
29 ‘¿Por qué siguen presentando acusaciones contra mí?
¿Por qué se han rebelado todos ustedes contra mí?’,+ dice Jehová.
30 He golpeado a los hijos de ustedes en vano.+
Ellos se negaron a aceptar la disciplina.+
La espada de ustedes devoró a sus propios profetas+
como un león feroz.
31 Ustedes, oh, generación, fíjense en las palabras de Jehová.
¿Me he convertido en un desierto para Israel?
¿O en una tierra de oscuridad agobiante?
¿Por qué han dicho estos, mi pueblo, ‘Somos libres;
no volveremos más a ti’?+
32 ¿Puede una virgen olvidarse de sus adornos
o una novia de su faja para el pecho?*
Y, sin embargo, mi propio pueblo se olvidó de mí hace mucho tiempo.+
33 ¡Con cuánta habilidad, oh, mujer, planeas tu camino en busca de amor!
Te has enseñado a ti misma a ir por los caminos de la maldad.+
34 Hasta tu ropa* está manchada con la sangre de los pobres e inocentes,+
aunque no los vi entrar por la fuerza;
su sangre está por toda tu ropa.+
35 Pero tú dices ‘Soy inocente.
Seguro que su ira contra mí se ha calmado’.
Ahora voy a llevarte a juicio
porque dices ‘No he pecado’.
36 ¿Por qué te tomas tan a la ligera cambiar de rumbo?
37 Por esta razón también saldrás con las manos sobre la cabeza,+
porque Jehová ha rechazado a aquellos en quienes confiaste;
ellos no harán que tengas éxito”.
3 La gente pregunta: “Si un hombre despide a su esposa, y ella lo deja y llega a ser de otro, ¿debería él volver otra vez con ella?”.
¿Acaso esa tierra no ha sido completamente profanada?+
“Tú te has prostituido con muchos amantes,+
¿y deberías ahora volver conmigo?”, afirma Jehová.
2 “Levanta la vista hacia las colinas peladas y mira.
¿Dónde no te han violado?
Por ellos te sentabas junto a los caminos,
como un nómada* en el desierto.
Sigues profanando la tierra
con tu prostitución y tu maldad.+
3 Por eso los aguaceros están retenidos+
y no llueve en primavera.
4 Pero ahora me suplicas:
‘¡Padre mío, tú eres el compañero de mi juventud!+
5 ¿Debe uno quedarse resentido para siempre
o estar siempre guardando rencor?’.
Eso es lo que dices,
pero sigues haciendo cosas malas a más no poder”.+
6 En los días del rey Josías,+ Jehová me dijo: “‘¿Has visto lo que ha hecho la infiel Israel? Ha subido a todas las montañas altas y se ha metido debajo de todos los árboles frondosos para prostituirse.+ 7 Incluso después de que ella hizo todas estas cosas, yo le seguí diciendo que volviera conmigo,+ pero no volvió; y Judá observaba a su hermana traidora.+ 8 Cuando vi eso, despedí a la infiel Israel dándole un certificado de divorcio+ por cometer adulterio.+ Pero la traidora de su hermana, Judá, no tuvo miedo; ella también fue y se prostituyó.+ 9 No le importó prostituirse, y siguió profanando la tierra y cometiendo adulterio con piedras y con árboles.+ 10 A pesar de todo, la traidora de su hermana, Judá, no volvió a mí con todo el corazón, solo fingió hacerlo’, afirma Jehová”.
11 Jehová entonces me dijo: “La infiel Israel ha demostrado ser más justa que la traidora Judá.+ 12 Ve y anuncia estas palabras al norte:+
”‘“Vuelve, oh, rebelde Israel —afirma Jehová—.+ No los miraré con ira,*+ porque soy leal —afirma Jehová—. No estaré resentido para siempre. 13 Solo reconoce tu culpa, porque te has rebelado contra Jehová tu Dios. Estuviste repartiendo tus favores* a extraños* debajo de todos los árboles frondosos, pero mi voz ustedes no la quisieron obedecer”, afirma Jehová’”.
14 “Vuelvan, hijos rebeldes —afirma Jehová—. Porque yo he llegado a ser su verdadero amo;* y los tomaré, uno de cada ciudad y dos de cada familia, y los traeré a Sion.+ 15 Y les daré pastores que actúen de acuerdo con mi voluntad,*+ y ellos los alimentarán con conocimiento y entendimiento. 16 En esos días ustedes se multiplicarán y llegarán a ser muchos en el país —afirma Jehová—.+ Ellos no volverán a decir ‘¡El arca del pacto de Jehová!’. No pensarán más en ella,* ni se acordarán de ella, ni la echarán de menos, y no se volverá a hacer otra. 17 En ese tiempo llamarán a Jerusalén el trono de Jehová;+ todas las naciones serán reunidas para alabar el nombre de Jehová en Jerusalén,+ y no se empeñarán más en seguir a su propio corazón malvado”.
18 “En esos días la casa de Judá y la casa de Israel andarán juntas, una al lado de la otra,+ y vendrán juntas de la tierra del norte a la tierra que les di a los antepasados de ustedes como herencia.+ 19 Y yo pensé: ‘¡Con qué alegría te puse entre mis hijos y te di la tierra deseable, la más bella herencia entre las naciones!’.*+ También pensé que ustedes me llamarían ‘¡Padre mío!’ y que no dejarían de seguirme. 20 ‘Pero, tal como una esposa traiciona a su esposo* y lo deja, así ustedes, oh, casa de Israel, me han traicionado a mí’,+ afirma Jehová”.
21 En las colinas peladas se oye un sonido,
el llanto y las súplicas del pueblo de Israel,
porque han torcido su camino;
han olvidado a Jehová su Dios.+
22 “Vuelvan, hijos rebeldes.
Yo los sanaré de su rebeldía”.+
“¡Aquí estamos! Hemos venido a ti,
porque tú, oh, Jehová, eres nuestro Dios.+
23 En realidad, las colinas y el bullicio en las montañas son una mentira.+
En realidad, la salvación de Israel está en Jehová nuestro Dios.+
24 Pero desde nuestra juventud la cosa vergonzosa* ha consumido el duro trabajo de nuestros antepasados,+
sus rebaños y sus vacas,
sus hijos y sus hijas.
25 Vamos a acostarnos en nuestra vergüenza,
y que nos cubra nuestra desgracia,
porque hemos pecado contra Jehová nuestro Dios,+
nosotros y nuestros padres, desde nuestra juventud hasta el día de hoy,+
y no hemos obedecido la voz de Jehová nuestro Dios”.
4 “Si volvieras, oh, Israel —afirma Jehová—,
si volvieras a mí
y quitaras de enfrente de mí tus ídolos repugnantes,
entonces ya no serías un fugitivo.+
2 Y, si con verdad, justicia y rectitud tú juras:
‘¡Tan cierto como que vive Jehová!’,
entonces las naciones conseguirán una bendición por medio de él,
y por causa de él hablarán con orgullo”.+
3 Porque esto es lo que Jehová les dice a los hombres de Judá y a Jerusalén:
“Aren para ustedes terreno cultivable
y no sigan sembrando entre espinos.+
4 Circuncídense para Jehová
y quiten el prepucio de sus corazones,+
hombres de Judá y habitantes de Jerusalén,
para que mi furia no se encienda como un fuego
y arda sin que nadie pueda apagarla
por culpa de sus malas acciones”.+
5 Anúncienlo en Judá y proclámenlo en Jerusalén.
Griten y toquen el cuerno por todo el país.+
Clamen con fuerza y digan: “Reúnanse,
huyamos a las ciudades fortificadas.+
6 Levanten una señal* hacia Sion.
Busquen refugio y no se detengan”,
porque voy a traer una calamidad desde el norte,+ una gran destrucción.
Ha salido de su lugar para convertir tu tierra en motivo de horror.
Tus ciudades acabarán en ruinas, sin ningún habitante.+
8 Por eso, pónganse tela de saco,+
estén de duelo* y griten de dolor,
porque la furia ardiente de Jehová no se ha apartado de nosotros.
9 “Ese día —afirma Jehová— el corazón* del rey desfallecerá,+
y también el corazón* de los príncipes;
los sacerdotes se horrorizarán y los profetas se quedarán atónitos”.+
10 Entonces dije: “¡Ay, Señor Soberano Jehová! Realmente has engañado por completo a este pueblo+ y a Jerusalén al decir ‘Tendrán paz’,+ cuando tenemos la espada al cuello”.*
11 En ese tiempo se les dirá a este pueblo y a Jerusalén:
“Un viento abrasador desde las colinas peladas del desierto
soplará sobre la hija* de mi pueblo;
no viene para aventar ni para limpiar.
12 El viento viene con fuerza desde esos lugares por orden mía.
Ahora yo pronunciaré sentencias contra ellos.
13 ¡Miren! Él vendrá como nubarrones de lluvia,
y sus carros son como un viento de tormenta.+
Sus caballos son más veloces que las águilas.+
¡Ay de nosotros, estamos perdidos!
14 Limpia de maldad tu corazón, oh, Jerusalén, para salvarte.+
¿Hasta cuándo abrigarás malos pensamientos?
15 Porque una voz trae noticias desde Dan+
y anuncia calamidad desde las montañas de Efraín.
16 Díganselo a las naciones;
proclámenlo contra Jerusalén”.
“Vienen centinelas* desde un país lejano
y lanzarán un grito de guerra contra las ciudades de Judá.
17 La cercan por todos lados como guardianes de campo abierto,+
porque se ha rebelado contra mí”,+ afirma Jehová.
18 “Tu conducta y tus acciones recaerán sobre ti.+
¡Qué amarga es tu calamidad,
porque te llega directo al corazón!”.
19 ¡Ay, qué angustia!* ¡Qué angustia!
Tengo un gran dolor en el corazón.*
Mi corazón late con fuerza en mi interior.
20 Se ha informado de una calamidad tras otra,
porque todo el país ha sido destruido.
21 ¿Hasta cuándo seguiré viendo la señal?*
¿Hasta cuándo seguiré oyendo el sonido del cuerno?+
22 “Porque mi pueblo es tonto;+
no me hacen caso.
Son hijos insensatos, sin entendimiento.
Son lo bastante listos* como para hacer el mal,
pero el bien no lo saben hacer”.
23 Miré la tierra y vi que estaba vacía y desolada.+
Miré al cielo, y su luz había desaparecido.+
24 Miré las montañas y vi que temblaban,
y las colinas se sacudían.+
25 Miré y vi que no había nadie,
y todas las aves del cielo habían huido.+
26 Miré y vi que el huerto se había convertido en un desierto,
y que todas sus ciudades habían sido demolidas.+
Esto lo causó Jehová,
lo causó su furia ardiente.
27 Porque esto es lo que dice Jehová: “Toda esta tierra quedará desolada,+
pero no la destruiré por completo.
29 Al oír el ruido de los jinetes y los arqueros,
toda la ciudad huye.+
La gente se esconde en los matorrales
y trepa por las rocas.+
Todas las ciudades han quedado abandonadas,
y ya nadie vive en ellas”.
30 ¿Qué harás ahora que estás devastada?
Antes te vestías de rojo escarlata,
te adornabas con joyas de oro
y realzabas tus ojos con pintura* negra.
Pero te embellecías en vano,+
porque los que te deseaban apasionadamente te han rechazado;
31 Pues he oído una voz como la de una mujer con dolores,*
una angustia como la de una mujer dando a luz a su primer hijo;
la voz de la hija de Sion, que respira con dificultad.
Mientras extiende las manos,+ dice:
“¡Ay de mí! ¡Estoy exhausta por culpa de los asesinos!”.
5 Recorran las calles de Jerusalén.
Miren por todos lados y fíjense.
Busquen por sus plazas,
a ver si pueden encontrar a alguien que actúe con justicia,+
a alguien que quiera ser fiel,
y entonces yo perdonaré a la ciudad.
2 Aunque ellos dijeran “¡Tan cierto como que Jehová vive!”,
aun así jurarían en falso.+
3 Oh, Jehová, ¿no buscan tus ojos la fidelidad?+
Los golpeaste, pero no tuvo ningún efecto en ellos.*
Los exterminaste, pero se negaron a aceptar la disciplina.+
4 Pero me dije a mí mismo: “Seguro que son de clase baja.
Se portan como tontos porque no conocen el camino de Jehová,
el juicio de su Dios.
5 Iré a hablar con los hombres importantes,
porque ellos tienen que haber tomado en cuenta el camino de Jehová,
el juicio de su Dios.+
Pero todos habían roto el yugo
y habían roto las ataduras”.
6 Por eso un león del bosque los ataca,
un lobo de las llanuras desérticas los está destrozando,
un leopardo espera despierto junto a sus ciudades.
Todo el que sale de ellas es despedazado.
Y es que han cometido muchos pecados;
sus infidelidades son numerosas.+
7 ¿Cómo voy a perdonarte por eso?
Tus hijos me han abandonado
y juran por lo que no es Dios.+
Me encargué de que no les faltara nada,
pero ellos no dejaron de cometer adulterio
y fueron en masa a la casa de una prostituta.
8 Son como caballos excitados, llenos de deseo;
cada uno relincha por la esposa de otro hombre.+
9 “¿No debería pedirles cuentas por estas cosas?”, afirma Jehová.
“¿No debería vengarme de una nación como esta?”.+
10 “Suban a atacar las terrazas de las viñas de ella y causen destrucción,
pero no una destrucción total.+
Quiten los brotes que le están saliendo,
porque no son de Jehová.
11 Porque la casa de Israel y la casa de Judá
me han traicionado por completo”, afirma Jehová.+
12 “Han renegado de Jehová y andan diciendo:
No nos vendrá ninguna calamidad;
no veremos ni la espada ni el hambre’.+
13 Los profetas están llenos de viento,
y la palabra* no está en ellos.
¡Que eso mismo les pase a ellos!”.
14 Por lo tanto, esto es lo que dice Jehová, el Dios de los ejércitos:
“Como estos hombres están diciendo eso,
ahora voy a hacer que mis palabras sean un fuego en tu boca,+
y este pueblo será la leña,
y el fuego los consumirá”.+
15 “Desde lejos voy a traer a una nación contra ustedes, oh, casa de Israel”,+ afirma Jehová.
“Es una nación que existe desde hace mucho.
Es una nación antigua,
una nación con un lenguaje que no conoces,
y que, cuando habla, no la entiendes.+
16 Su aljaba* es como una tumba abierta;
todos ellos son guerreros.
17 Devorarán tu cosecha y tu pan.+
Devorarán a tus hijos y a tus hijas.
Devorarán tus rebaños y tus vacas.
Devorarán tus vides y tus higueras.
Destruirán a espada tus ciudades fortificadas, esas en las que confías”.
18 “Pero aun en esos días —afirma Jehová— no los exterminaré a ustedes por completo.+ 19 Y, cuando ellos pregunten ‘¿Por qué nos ha hecho todo esto Jehová nuestro Dios?’, tú debes decirles ‘Tal como ustedes me han abandonado a mí para servir a un dios extranjero en la tierra de ustedes, así servirán ustedes a extranjeros en una tierra que no es de ustedes’”.+
20 Anuncien esto en la casa de Jacob
y proclámenlo en Judá. Digan:
21 “Escucha esto, pueblo tonto e insensato,*+
que tiene ojos pero no ve,+
que tiene oídos pero no oye.+
22 ‘¿No me temen?’, dice Jehová.
‘¿No deberían temblar ante mí?
Fui yo quien puso la arena como límite para el mar,
una norma permanente que este no puede traspasar.
Aunque sus olas se agitan, no pueden prevalecer;
aunque rugen, no pueden pasar más allá.+
23 Pero este pueblo tiene un corazón terco y rebelde;
se han desviado y han tomado su propio camino.+
24 Y no dicen en su corazón:
“Temamos ahora a Jehová nuestro Dios,
aquel que da las lluvias en su estación,
la lluvia de otoño y la lluvia de primavera,
aquel que nos garantiza las semanas destinadas a la cosecha”.+
25 Los propios errores de ustedes han impedido que vengan estas cosas,
sus propios pecados los han privado de lo que es bueno.+
26 Porque entre mi pueblo hay hombres malvados.
Siguen al acecho, como los cazadores de pájaros cuando se agachan.
Ponen una trampa mortal.
Es a personas a quienes atrapan.
27 Como una jaula llena de pájaros,
sus casas están llenas de engaño.+
Por eso es que se han hecho ricos y poderosos.
28 Han engordado y su piel está tersa;
rebosan de maldad.
No defienden la causa de los huérfanos*+
con tal de que a ellos mismos les vaya bien,
y les niegan la justicia a los pobres’”.+
29 “¿No debería pedirles cuentas por estas cosas?”, afirma Jehová.
“¿No debería vengarme de una nación como esta?
30 Ha ocurrido algo espantoso y horrible en el país:
31 los profetas profetizan mentiras+
y los sacerdotes usan su autoridad para dominar a otros.
Y a mi propio pueblo le encanta eso.+
¿Pero qué harán ustedes cuando llegue el fin?”.
6 Oh, hijos de Benjamín, busquen refugio lejos de Jerusalén.
¡Enciendan un fuego como señal sobre Bet-Hakerem!
Pues desde el norte se avecina una calamidad, un gran desastre.+
2 La hija de Sion es como una mujer hermosa y delicada.+
3 Vendrán los pastores con sus rebaños.
4 “¡Prepárense para ir a* la guerra contra ella!
¡Vamos! ¡Ataquémosla al mediodía!”.
“¡Ay de nosotros, porque el día se está acabando,
porque las sombras del atardecer se alargan!”.
5 “¡Vamos! Ataquémosla durante la noche
y acabemos con sus torres fortificadas”.+
6 Porque esto es lo que dice Jehová de los ejércitos:
“Corten madera y levanten una rampa para atacar Jerusalén.+
Es la ciudad que tiene que rendir cuentas;
en ella solo hay opresión.+
7 Tal como una cisterna mantiene fresca el agua,
ella mantiene fresca su maldad.
Violencia y destrucción es lo que se oye en ella;+
delante de mí siempre hay enfermedades y plagas.
8 Haz caso de la advertencia, Jerusalén, o me apartaré de ti con asco;+
haré que quedes desolada, serás una tierra sin habitantes”.+
9 Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos:
“Recogerán por completo al resto de Israel tal como se rebuscan las últimas uvas de una vid.
Vuelve a pasar tu mano por las vides como quien recoge uvas”.
10 “¿A quién le debo hablar? ¿A quién debo advertir?
¿Quién escuchará?
¡Mira! Sus oídos están cerrados* y no son capaces de prestar atención.+
¡Mira! Las palabras de Jehová se han convertido en algo que desprecian+
y que no les agrada.
11 Por eso estoy lleno de la furia de Jehová,
y estoy cansado de contenerla”.+
“Derrámala sobre el niño en la calle,+
sobre los grupos de jóvenes reunidos.
12 Sus casas se las darán a otros
junto con sus campos y sus esposas.+
Porque extenderé mi mano contra los habitantes del país”, afirma Jehová.
13 “Porque, desde el menor hasta el mayor, todos sacan beneficio de manera deshonesta;+
desde el profeta hasta el sacerdote, todos cometen fraude.+
14 Y tratan de sanar superficialmente las heridas* de mi pueblo diciendo
‘¡Hay paz! ¡Hay paz!’,
cuando no hay paz.+
15 ¿Se avergüenzan ellos de las cosas detestables que han hecho?
¡No sienten ninguna vergüenza!
¡Ni siquiera saben lo que es tener vergüenza!+
Por eso caerán entre los caídos.
Cuando yo los castigue, tropezarán”, dice Jehová.
16 Esto es lo que dice Jehová:
“Deténganse en el cruce de caminos y vean.
Pregunten acerca de los caminos antiguos,
pregunten cuál es el buen camino y anden por él,+
y encontrarán descanso para ustedes”.
Pero ellos dicen: “No vamos a andar por él”.+
17 “Y nombré centinelas,*+ que dijeron:
‘¡Presten atención al sonido del cuerno!’”.+
Pero ellos respondieron: “No vamos a prestar atención”.+
18 “Por eso, ¡oigan, oh, naciones!
Y entérate, oh, asamblea,
de lo que les pasará a ellos.
19 ¡Escucha, oh, tierra!
Le voy a mandar una calamidad a este pueblo+
como fruto de sus propios planes malvados,
porque no prestaron atención a mis palabras
y rechazaron mi ley”.*
20 “¿Qué me importa que traigas olíbano desde Saba*
y caña aromática desde un país lejano?
Las ofrendas quemadas de ustedes no son aceptables,
y sus sacrificios no me agradan”.+
21 Por eso Jehová dice esto:
“Ahora voy a ponerle obstáculos a este pueblo,
y tropezarán con ellos,
padres junto con hijos,
un vecino y su compañero,
y todos morirán”.+
22 Esto es lo que Jehová dice:
“¡Mira! Viene un pueblo de la tierra del norte,
y una gran nación se despertará desde las partes más remotas de la tierra.+
23 Agarrarán el arco y la jabalina.
Son crueles y no tendrán misericordia.
Su voz rugirá como el mar,
y van montados a caballo.+
Se colocan en formación de batalla como un guerrero para atacarte, oh, hija de Sion”.
24 Hemos oído la noticia de eso.
Nuestras manos caen sin fuerzas;+
la angustia se ha apoderado de nosotros,
25 No salgas al campo
y no andes por el camino,
porque el enemigo tiene una espada;
por todas partes hay terror.
26 Oh, hija de mi pueblo,
ponte tela de saco+ y revuélcate en las cenizas.
Ponte de duelo y llora amargamente como por un hijo único,+
porque de repente nos caerá encima el destructor.+
27 “Yo he hecho de ti* un examinador de metales entre mi pueblo,
alguien que hace un análisis completo;
tienes que fijarte en su conducta y examinarla.
28 Todos ellos son hombres tan tercos...+
y andan por ahí diciendo calumnias.+
Son como el cobre y el hierro;
todos ellos son corruptos.
29 El fuelle se ha chamuscado.
Lo que sale del fuego es plomo.
30 La gente de seguro los llamará plata rechazada,
porque Jehová los ha rechazado”.+
7 Jeremías recibió estas palabras de parte de Jehová: 2 “Ponte de pie en la puerta de la casa de Jehová y proclama allí este mensaje: ‘Oigan las palabras de Jehová, todos ustedes, los de Judá, que entran por estas puertas para inclinarse ante Jehová. 3 Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “Corrijan su conducta y sus acciones, y dejaré que sigan viviendo en este lugar.+ 4 No confíen en palabras engañosas ni digan: ‘¡Este es* el templo de Jehová, el templo de Jehová, el templo de Jehová!’.+ 5 Porque, si corrigen su conducta y sus acciones, si de verdad hacen justicia entre un hombre y su prójimo,+ 6 si no oprimen a los residentes extranjeros ni a los huérfanos* ni a las viudas,+ si no derraman sangre inocente en este lugar y si no siguen a otros dioses para su propia desgracia,+ 7 entonces yo dejaré que sigan viviendo en este lugar, en la tierra que les di para siempre* a sus antepasados”’”.
8 “Pero ustedes confían en palabras engañosas...+ Eso no servirá de nada. 9 ¿Acaso pueden robar,+ asesinar, cometer adulterio, jurar en falso,+ hacerle sacrificios* a Baal+ y seguir a dioses que no conocían, 10 y luego venir a presentarse ante mí en esta casa que lleva mi nombre y decir ‘Seremos salvados’ a pesar de estar haciendo todas estas cosas detestables? 11 ¿Se ha convertido para ustedes esta casa que lleva mi nombre en una cueva de ladrones?+ Yo mismo lo he visto”, afirma Jehová.
12 “‘Vayan ahora a mi lugar en Siló+ —donde hice residir mi nombre al principio—+ y vean lo que le hice por culpa de la maldad de mi pueblo Israel.+ 13 Pero ustedes siguieron haciendo todas estas cosas —afirma Jehová— y, aunque yo les hablé una y otra vez,* no hicieron caso.+ Yo los llamaba, pero ustedes no respondían.+ 14 Lo mismo que le hice a Siló se lo haré a la casa que lleva mi nombre,+ en la que ustedes confían,+ y a este lugar que les di a ustedes y a sus antepasados.+ 15 Los quitaré a todos ustedes de mi vista, tal como quité a todos sus hermanos, a todos los descendientes de Efraín’.+
16 ”Y tú, no ores por este pueblo. No ruegues ni ores ni me supliques por ellos,+ porque no te escucharé.+ 17 ¿No ves lo que andan haciendo en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén? 18 Los hijos recogen leña, los padres prenden el fuego y las esposas amasan harina para hacerle panes de sacrificio a la Reina del Cielo,*+ y les derraman ofrendas líquidas* a otros dioses para provocarme.+ 19 ‘Pero ¿es a mí a quien están perjudicando?* —dice Jehová—. ¿O es a sí mismos, para su propia vergüenza?’.+ 20 Por eso, el Señor Soberano Jehová dice: ‘¡Mira! Mi furia y mi ira serán derramadas sobre este lugar,+ sobre las personas y los animales, sobre los árboles del campo y el producto de la tierra; mi furia arderá y no se apagará’.+
21 ”Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Adelante, añadan sus ofrendas quemadas a sus demás sacrificios, y cómanse ustedes mismos la carne.+ 22 Porque el día en que saqué a sus antepasados de la tierra de Egipto no les dije ni les ordené nada sobre las ofrendas quemadas ni los sacrificios.+ 23 Pero sí les ordené lo siguiente: “Obedezcan mi voz, y yo seré su Dios y ustedes serán mi pueblo.+ Tienen que andar siempre por el camino que yo les mande, para que les vaya bien”’.+ 24 Pero ellos no hicieron caso ni prestaron atención,*+ sino que siguieron sus propios planes* y con terquedad se dejaron llevar por su corazón malo.+ Fueron para atrás, y no para adelante, 25 desde el día en que los antepasados de ustedes salieron de la tierra de Egipto hasta hoy.+ Por eso estuve enviándoles a ustedes todos mis siervos los profetas; se los enviaba día tras día, vez tras vez.*+ 26 Pero se negaron a escucharme y no prestaron atención,*+ sino que fueron tercos.* ¡Se portaron peor que sus antepasados!
27 ”Tú les dirás todas estas palabras,+ pero ellos no te escucharán; los llamarás, pero no te responderán. 28 Y les dirás: ‘Esta es la nación que no obedeció la voz de Jehová su Dios y se negó a aceptar la disciplina. La fidelidad ha muerto y ni siquiera la mencionan’.*+
29 ”Córtate tu largo cabello* y tíralo, y sobre las colinas peladas canta una canción de duelo,* porque Jehová ha rechazado a esta generación que lo ha enfurecido, y la abandonará. 30 ‘Porque el pueblo de Judá ha hecho lo que está mal a mis ojos —afirma Jehová—. Han puesto sus ídolos repugnantes en la casa que lleva mi nombre para contaminarla.+ 31 Han construido los lugares altos de Tófet, que está en el valle del Hijo de Hinón,*+ para quemar a sus hijos y sus hijas en el fuego,+ cosa que yo no había mandado y que ni siquiera me pasó por la mente’.*+
32 ”‘Por eso, mira, se acercan los días —afirma Jehová— en que ya no lo llamarán Tófet ni el valle del Hijo de Hinón,* sino el valle de la Matanza. Enterrarán a los muertos en Tófet hasta que ya no quede ningún espacio libre.+ 33 Y los cadáveres de este pueblo se convertirán en alimento para las aves del cielo y los animales de la tierra, sin que nadie los espante.+ 34 Haré que en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén ya no se oigan gritos de alegría y felicidad, ni la voz del novio y de la novia,+ porque el país será reducido a ruinas’”.+
8 “En ese tiempo —afirma Jehová—, sacarán de sus tumbas los huesos de los reyes de Judá, los huesos de sus príncipes, los huesos de los sacerdotes, los huesos de los profetas y los huesos de los habitantes de Jerusalén. 2 Los tenderán al sol, a la luna y a todo el ejército de los cielos, a quienes ellos amaron, sirvieron, siguieron y buscaron, y ante quienes se inclinaron.+ No serán recogidos ni enterrados. Llegarán a ser como estiércol sobre el suelo”.+
3 “Y los restantes de esta familia malvada que sobrevivan en todos los lugares adonde yo los disperse elegirán la muerte antes que la vida”, afirma Jehová de los ejércitos.
4 “Y tienes que decirles: ‘Esto es lo que dice Jehová:
“¿Acaso ellos caerán y no se levantarán de nuevo?
Si uno se vuelve atrás, ¿no se volverá también el otro?
5 ¿Por qué este pueblo, Jerusalén, persiste en su infidelidad?
Se aferran al engaño;
se niegan a volver.+
6 Presté atención y me quedé escuchando, pero la manera en que hablaban no estaba bien.
Nadie se arrepentía de su maldad ni preguntaba ‘¿Qué he hecho?’.+
Cada cual insiste en volver a ir por donde va la mayoría, como el caballo que se lanza a la batalla.
7 Hasta la cigüeña en el cielo conoce sus estaciones;*
la tórtola, el vencejo y el tordo* se apegan al tiempo de su regreso.*
Pero mi propio pueblo no entiende el juicio de Jehová”’.+
8 ‘¿Cómo pueden decir ustedes “Somos sabios y tenemos la ley* de Jehová”?
Porque, en realidad, la pluma* engañosa*+ de los escribas* solo se ha usado para falsedades.
9 Los sabios han sido avergonzados.+
Se han aterrorizado y serán atrapados.
¡Miren! Ellos han rechazado las palabras de Jehová,
¿y qué sabiduría tienen?
10 Por eso les daré sus esposas a otros hombres
y sus campos a otros dueños;+
porque, desde el menor hasta el mayor, todos sacan beneficio de manera deshonesta;+
desde el profeta hasta el sacerdote, todos cometen fraude.+
11 Y tratan de sanar superficialmente las heridas* de la hija de mi pueblo diciendo
“¡Hay paz! ¡Hay paz!”,
cuando no hay paz.+
12 ¿Se avergüenzan ellos de las cosas detestables que han hecho?
¡No sienten ninguna vergüenza!
¡Ni siquiera saben lo que es tener vergüenza!+
Por eso caerán entre los caídos.
Cuando yo los castigue, tropezarán’,+ dice Jehová.
13 ‘Cuando los recoja, acabaré con ellos’, afirma Jehová.
‘No quedarán uvas en la vid ni higos en la higuera, y las hojas se marchitarán.
Y perderán las cosas que les di’”.
14 “¿Por qué estamos aquí sentados?
Vamos a reunirnos y entremos en las ciudades fortificadas+ para morir allí.
Porque Jehová nuestro Dios acabará con nosotros
y nos da de beber agua envenenada,+
porque hemos pecado contra Jehová.
15 Se esperaba la paz, pero no vino nada bueno;
un tiempo de curación, ¡pero lo que hay es terror!+
16 Desde Dan se oye el resoplido de sus caballos.
Cuando sus sementales relinchan,
toda la tierra tiembla.
Ellos entran y devoran el país y todo lo que hay en él,
la ciudad y sus habitantes”.
17 “Miren, les estoy enviando serpientes,
culebras venenosas que no pueden ser dominadas con encantamientos,
y de seguro los morderán”, afirma Jehová.
18 Mi tristeza no tiene cura;
mi corazón está enfermo.
19 Desde un país lejano se oye un grito de auxilio
de la hija de mi pueblo:
“¿No está Jehová en Sion?
¿O no está en ella su rey?”.
“¿Por qué me han provocado con sus imágenes esculpidas,
con sus dioses extranjeros inútiles?”.
20 “Ya pasó la cosecha, se acabó el verano,
¡pero nosotros no hemos sido salvados!”.
El horror se ha apoderado de mí.
22 ¿Acaso no hay ningún bálsamo* en Galaad?+
¿Por qué no se ha curado la hija de mi pueblo?+
9 ¡Ojalá mi cabeza fuera aguas
y mis ojos una fuente de lágrimas!+
Entonces lloraría noche y día
por los muertos de mi pueblo.
2 ¡Ojalá tuviera en el desierto un lugar de hospedaje para viajeros!
Entonces dejaría a mi pueblo y me alejaría de ellos,
porque son todos unos adúlteros,+
una banda de traidores.
3 Tensan su lengua como un arco;
en vez de la fidelidad, la falsedad reina en el país.+
“Pasan de una maldad a otra
y a mí no me hacen caso”,+ afirma Jehová.
4 “Que todos tengan cuidado con su prójimo
y que no confíen ni en su hermano.
5 Todo el mundo engaña a su prójimo,
y nadie dice la verdad.
Le han enseñado a su lengua a decir mentiras.+
Están agotados de tanto hacer el mal.
6 Vives rodeado de engaño.
En su engaño, ellos no quisieron conocerme”, afirma Jehová.
7 Por lo tanto, esto es lo que dice Jehová de los ejércitos:
“Los voy a fundir y los voy a poner a prueba,+
porque ¿qué más puedo hacer con la hija de mi pueblo?
8 Su lengua es una flecha mortal que dice mentiras.
De boca para afuera, le hablan de paz a su prójimo;
pero, en su interior, preparan una emboscada”.
9 “¿No debería pedirles cuentas por estas cosas?”, afirma Jehová.
“¿No debería vengarme de una nación como esta?+
10 Lloraré y me lamentaré por causa de los montes,
cantaré una canción de duelo* por los pastos del desierto;
porque los han quemado y ya nadie pasa por ellos,
y no se oye el sonido del ganado.
Las aves del cielo y los animales han huido; se han ido.+
11 Haré de Jerusalén un montón de piedras,+ una guarida para los chacales,+
y haré que las ciudades de Judá queden desoladas, sin habitantes.+
12 ¿Quién es lo bastante sabio para entender esto?
¿A quién se lo ha dicho la boca de Jehová para que lo anuncie?
¿Por qué ha muerto esta tierra?
¿Por qué está abrasada como el desierto
y ya nadie pasa por ella?”.
13 Jehová contestó: “Fue porque ellos rechazaron mi ley,* que les puse delante, y porque no la siguieron y no obedecieron mi voz. 14 En vez de eso, con terquedad se dejaron llevar por su propio corazón+ y siguieron a las imágenes de Baal, como sus padres les habían enseñado.+ 15 Así que esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Mira, voy a hacer que esta gente coma ajenjo y beba agua envenenada.+ 16 Los esparciré entre naciones que ni ellos ni sus padres han conocido+ y enviaré tras ellos una espada hasta que los haya exterminado’.+
17 Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos:
‘Compórtense con entendimiento.
Convoquen a las mujeres que cantan canciones de duelo,*+
manden llamar a las expertas,
18 para que se apresuren y nos canten un lamento,
para que nuestros ojos se inunden de lágrimas
y fluya agua de nuestros párpados.+
19 Porque se ha oído un lamento desde Sion:+
“¡Cómo han acabado con nosotros!
¡Cómo nos han avergonzado!
Porque hemos dejado el país y han destruido nuestros hogares”.+
20 Ustedes, mujeres, escuchen las palabras de Jehová.
Que sus oídos reciban las palabras de su boca.
21 Porque la muerte se ha metido por nuestras ventanas;
ha entrado en nuestras torres fortificadas
para llevarse a los niños de las calles
y a los jóvenes de las plazas’.+
22 Di: ‘Jehová afirma esto:
“Los cadáveres de la gente caerán como estiércol sobre los campos,
como una hilera de grano recién cortado que el cosechador deja atrás,
sin nadie que los recoja”’”.+
23 Esto es lo que afirma Jehová:
“Que el sabio no presuma de su sabiduría,+
que el poderoso no presuma de su poder
y que el rico no presuma de sus riquezas”.+
24 “Pero que quien presuma lo haga de esto:
de tener entendimiento y conocimiento de mí,+
de que yo soy Jehová, aquel que demuestra amor leal, justicia y rectitud en la tierra,+
porque estas son las cosas que me gustan”,+ afirma Jehová.
25 “Mira, se acercan días —afirma Jehová— en los que les pediré cuentas a todos los circuncisos que en realidad son incircuncisos,+ 26 a Egipto,+ a Judá,+ a Edom,+ a los ammonitas,+ a Moab+ y a todos los que tienen cortado el cabello de las sienes y viven en el desierto;+ porque todas las naciones son incircuncisas, y todos los de la casa de Israel son incircuncisos de corazón”.+
10 Oigan las palabras que Jehová ha dicho contra ustedes, oh, casa de Israel. 2 Esto es lo que dice Jehová:
“No imiten la conducta de las naciones,+
y que las señales de los cielos no los aterroricen
solo porque las naciones estén aterrorizadas por ellas.+
3 Porque las costumbres de los pueblos son una mentira.*
Es un simple árbol del bosque lo que talan,
5 Esos ídolos son como un espantapájaros en un campo de pepinos; no pueden hablar.+
Tienen que cargarlos porque no pueden caminar.+
No les tengan miedo, porque no pueden hacer ningún daño
ni tampoco pueden hacer nada bueno”.+
6 Nadie es como tú, oh, Jehová.+
Tú eres grande, y tu nombre es grande y poderoso.
7 ¿Quién no debería temerte, oh, Rey de las naciones?+ Pues eso es lo que debe hacerse.
Porque, entre todos los sabios de las naciones y entre todos sus reinos,
no hay absolutamente nadie como tú.+
8 Son todos irrazonables e insensatos.+
La instrucción que viene de un árbol es puro engaño.*+
9 Traen láminas de plata de Tarsis+ y oro de Ufaz.
Son la obra de un artesano, de las manos de un orfebre.
Los visten de hilo azul y lana púrpura.
Todos están hechos por artesanos expertos.
10 Pero Jehová es el verdadero Dios.
Él es el Dios vivo+ y el Rey eterno.+
11 * Esto es lo que ustedes deben decirles:
“Los dioses que no hicieron ni los cielos ni la tierra
desaparecerán de la tierra y de debajo de estos cielos”.+
12 Él es el que hizo la tierra, el que la hizo con su poder,
aquel que estableció la tierra productiva con su sabiduría+
y que extendió los cielos con su entendimiento.+
13 Cuando deja oír su voz,
las aguas del cielo se alborotan,+
y él hace subir las nubes* desde los confines de la tierra.+
14 Todos los hombres actúan de manera irrazonable y sin conocimiento.
Todos los orfebres sentirán vergüenza por las imágenes talladas,+
pues sus imágenes de metal* son un engaño,
15 Son un engaño,* obras ridículas.+
Cuando les llegue el día de ajuste de cuentas, desaparecerán.
16 Aquel que es la parte que le corresponde a Jacob no es como estas cosas,
porque él es quien lo formó todo,
e Israel es el bastón de su herencia.+
Su nombre es Jehová de los ejércitos.+
17 Recoge tu equipaje del suelo,
oh, mujer cercada por el enemigo.
18 Porque esto es lo que Jehová dice:
19 ¡Ay de mí! ¡Qué desgracia* la mía!+
Mi herida es incurable.
Dije: “Seguro que esta es mi enfermedad, y tengo que soportarla.
20 Han destrozado mi tienda y han roto todas sus cuerdas.+
Mis hijos me han abandonado y ya no existen.+
Ya no hay nadie que extienda mi tienda y le ponga sus telas.
Por eso no han actuado con entendimiento
y todos sus rebaños han sido dispersados”.+
22 ¡Escucha! ¡Un informe! ¡Por ahí viene!
Un gran temblor desde la tierra del norte,+
que dejará desoladas las ciudades de Judá y las convertirá en guarida de chacales.+
23 Oh, Jehová, yo sé muy bien que el hombre no es dueño de su camino.
Al hombre que está andando ni siquiera le corresponde dirigir sus pasos.+
25 Derrama tu ira sobre las naciones que te pasan por alto+
y sobre las familias que no invocan tu nombre.
Porque han devorado a Jacob.+
11 Jeremías recibió estas palabras de parte de Jehová: 2 “¡Pueblo! ¡Escuchen las palabras de este pacto!
”Comunícaselas* a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén 3 y diles: ‘Esto es lo que dice Jehová, el Dios de Israel: “Maldito el hombre que no obedezca las palabras de este pacto,+ 4 que yo les mandé a sus antepasados el día que los saqué de la tierra de Egipto,+ del horno para fundir hierro,+ al decir: ‘Obedezcan mi voz y hagan todas las cosas que les mando; y ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios,+ 5 para que yo pueda cumplir el juramento que les hice a sus antepasados de darles la tierra que rebosa de leche y miel,+ como es el caso hoy’”’”.
Y yo contesté: “Amén,* oh, Jehová”.
6 Entonces Jehová me dijo: “Anuncia en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén todas estas palabras: ‘Escuchen las palabras de este pacto y cumplan con ellas. 7 Porque, desde el día que saqué a sus antepasados de la tierra de Egipto hasta hoy, les he estado advirtiendo una y otra vez:* “Obedezcan mi voz”.+ 8 Pero ellos no escucharon ni prestaron atención;* en vez de eso, todos se empeñaron en seguir a su propio corazón malvado.+ Por eso traje contra ellos todas las palabras de este pacto que les mandé obedecer y que ellos se negaron a cumplir’”.
9 Jehová entonces me dijo: “Los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén han tramado una conspiración. 10 Han regresado a los errores de sus antepasados de tiempos antiguos, quienes se negaron a obedecer mis palabras.+ Ellos también han seguido a otros dioses y les han servido.+ La casa de Israel y la casa de Judá han roto mi pacto, el que hice con sus antepasados.+ 11 Por lo tanto, esto es lo que dice Jehová: ‘Voy a mandarles una calamidad+ de la que no podrán escapar. Cuando me supliquen que les ayude, no los escucharé.+ 12 Entonces las ciudades de Judá y los habitantes de Jerusalén irán a suplicarles ayuda a los dioses a los que hacen sacrificios,*+ pero estos de ninguna manera los salvarán cuando llegue su calamidad. 13 Porque tus dioses han llegado a ser tantos como tus ciudades, oh, Judá, y los altares que ustedes le han hecho a la cosa vergonzosa,* altares para hacerle sacrificios a Baal,+ son tantos como las calles de Jerusalén’.
14 ”Y tú,* no ores por este pueblo. No ruegues ni ores por ellos,+ porque no voy a escuchar cuando ellos acudan a mí por causa de su calamidad.
15 ¿Qué derecho tiene mi amado pueblo* a estar en mi casa
cuando son tantos los que han llevado a cabo planes malvados?
Cuando te llegue la calamidad, ¿acaso ellos la evitarán con carne santa?*
¿Acaso te alegrarás entonces?
16 En el pasado, Jehová te llamó olivo frondoso,
precioso, de buen fruto.
Con un gran estruendo, le ha prendido fuego,
y ellos han roto sus ramas.
17 ”Jehová de los ejércitos, el que te plantó,+ ha anunciado que te llegará una calamidad por todas las maldades cometidas por los de la casa de Israel y la casa de Judá, quienes me han provocado haciéndole sacrificios a Baal”.+
18 Jehová me informó para que yo lo supiera;
tú me hiciste ver entonces lo que estaban haciendo.
19 Yo era como un cordero dócil al que se llevan al matadero.
No sabía que conspiraban contra mí+ diciendo:
“Acabemos con el árbol y con su fruto,
cortémoslo de la tierra de los vivos
para que su nombre ya nunca se recuerde”.
20 Pero Jehová de los ejércitos juzga con justicia;
Déjame ver tu venganza contra ellos,
porque a ti te he confiado mi caso legal.
21 Por lo tanto, esto es lo que dice Jehová contra los hombres de Anatot+ que quieren quitarte la vida* y que dicen: “No profetices en el nombre de Jehová+ o morirás a manos nuestras”; 22 sí, esto es lo que dice Jehová de los ejércitos: “Voy a pedirles cuentas. Los jóvenes morirán a espada,+ y sus hijos e hijas morirán de hambre.+ 23 No quedará ni siquiera un resto de ellos, porque les mandaré una calamidad a los hombres de Anatot+ el año en que tengan que rendir cuentas”.
12 Oh, Jehová, tú eres justo+ cuando presento mi queja ante ti,
cuando hablo contigo sobre asuntos de justicia.
Pero ¿por qué a los malos les va bien en lo que hacen?+
¿Y por qué los traidores viven tranquilos?
2 Los plantaste y han echado raíces.
Han crecido y han dado fruto.
Ellos te tienen en sus labios, pero sus pensamientos más íntimos* están lejos de ti.+
3 Pero tú me conoces bien, Jehová,+ tú me ves;
has examinado mi corazón y has comprobado que está contigo.+
Sepáralos como ovejas a las que van a matar,
resérvalos para el día de la matanza.
4 ¿Hasta cuándo seguirá marchitándose la tierra
y secándose la vegetación de todos los campos?+
Por culpa de la maldad de los que viven en ella,
los animales y las aves han desaparecido.
Pues ellos han dicho: “Él no ve lo que nos pasará”.
5 Si te cansas corriendo con hombres de a pie,
¿cómo vas a competir en una carrera contra caballos?+
Puede que te sientas seguro en una tierra donde hay paz,
pero ¿cómo te irá entre los densos matorrales del Jordán?
6 Porque hasta tus propios hermanos, los de la casa de tu propio padre,
te han traicionado.+
Han gritado con fuerza contra ti.
No te fíes de ellos
aunque te digan cosas buenas.
7 “He dejado mi casa;+ he abandonado mi herencia;+
he entregado a mi amada en manos de sus enemigos.+
8 Mi herencia se ha vuelto para mí como un león en el bosque;
me ha rugido.
Por eso he llegado a odiarla.
9 Mi herencia es para mí como un ave rapaz de muchos colores;*
las otras aves rapaces la rodean y la atacan.+
Vengan, todos los animales del campo, reúnanse;
vengan a comer.+
Han convertido mi preciada porción de tierra en un desierto desolado.
11 Se ha convertido en un lugar abandonado.
Todo el país ha sido devastado,
pero a nadie le importa.+
12 Los destructores han venido por todos los senderos* que atraviesan el desierto,
porque la espada de Jehová está devorando el país de un extremo a otro.+
No hay paz para nadie.*
13 Han sembrado trigo, pero han cosechado espinos.+
Se han agotado para nada.
Su cosecha será una vergüenza para ellos
debido a la ardiente furia de Jehová”.
14 Esto es lo que Jehová dice contra todos mis malvados vecinos, que están tocando la herencia que le di en propiedad a mi pueblo Israel:+ “Voy a arrancarlos de esta tierra,+ y también voy a arrancar a los de la casa de Judá de en medio de ellos. 15 Pero, después de arrancarlos, volveré a tenerles misericordia y a traer a cada uno de vuelta a su herencia y a su tierra”.
16 “Y, si ellos realmente aprenden a hacer las cosas como mi pueblo y a jurar por mi nombre diciendo ‘¡Tan cierto como que Jehová vive!’, tal como ellos le enseñaron a mi pueblo a jurar por Baal, entonces ellos podrán establecerse en medio de mi pueblo. 17 Pero, si se niegan a obedecer, entonces arrancaré a esa nación; la arrancaré y la destruiré”, afirma Jehová.+
13 Esto es lo que Jehová me dijo: “Ve a comprarte un cinturón de lino y átatelo a la cintura, pero no lo metas en agua”. 2 Así que, de acuerdo con las palabras de Jehová, compré el cinturón y me lo até a la cintura. 3 Y recibí las palabras de Jehová una segunda vez. Me dijo: 4 “Toma el cinturón que compraste y que llevas puesto, vete al río Éufrates y escóndelo allí en una grieta del peñasco”. 5 De modo que fui y lo escondí junto al Éufrates, tal como me lo había mandado Jehová.
6 Pero, después de muchos días, Jehová me dijo: “Levántate, ve al Éufrates a buscar el cinturón que te mandé esconder allí”. 7 Así que fui al Éufrates, desenterré el cinturón y lo saqué del lugar donde lo había escondido. Y vi que el cinturón se había echado a perder; no servía para nada.
8 Entonces recibí las palabras de Jehová. Me dijo: 9 “Esto es lo que dice Jehová: ‘De la misma manera acabaré con el orgullo de Judá y el inmenso orgullo de Jerusalén.+ 10 Esta gente mala, que se niega a obedecer mis palabras,+ que con terquedad se deja llevar por su propio corazón+ y sigue a otros dioses, sirviéndoles e inclinándose ante ellos, acabará igual que este cinturón que no sirve para nada’. 11 ‘Porque, tal como un cinturón está sujeto a la cintura de un hombre, así yo hice que toda la casa de Israel y toda la casa de Judá se aferraran a mí —afirma Jehová—, para que llegaran a ser para mí un pueblo,+ un nombre,+ una alabanza y algo hermoso. Pero no obedecieron’.+
12 ”Y también tienes que darles este mensaje: ‘Esto es lo que dice Jehová, el Dios de Israel: “Todas las jarras grandes se llenan de vino”’. Ellos te contestarán: ‘¿Y acaso no sabemos ya que todas las jarras grandes se llenan de vino?’. 13 Entonces tú diles: ‘Esto es lo que dice Jehová: “Voy a llenar de vino a todos los habitantes de este país,+ los reyes que se sientan en el trono de David, los sacerdotes, los profetas y todos los habitantes de Jerusalén hasta que estén borrachos. 14 Y los estrellaré unos contra otros, tanto a padres como a hijos —afirma Jehová—.+ No mostraré compasión ni sentiré ninguna lástima ni les tendré misericordia; nada me impedirá acabar con ellos”’.+
15 Oigan y presten atención.
No sean arrogantes, porque Jehová ha hablado.
16 Den gloria a Jehová su Dios
antes de que él traiga la oscuridad
y antes de que los pies de ustedes tropiecen en las montañas al anochecer.
17 Y, si ustedes se niegan a escuchar,
lloraré en secreto por culpa de su orgullo.
Derramaré muchas lágrimas, y mis ojos se inundarán de lágrimas,+
porque se han llevado cautivo al rebaño de Jehová.+
18 Diles al rey y a la reina madre:*+ ‘Siéntense en un lugar más bajo,
porque su hermosa corona caerá de sus cabezas’.
19 Las ciudades del sur están cerradas,* y no hay nadie que las abra.
Se han llevado a todo Judá al destierro, se los han llevado al destierro por completo.+
20 Levanta la vista y mira a los que vienen desde el norte.+
¿Dónde está el rebaño que se te dio, tus preciosas ovejas?+
21 ¿Qué dirás cuando tu castigo te llegue
de parte de los que trataste como amigos íntimos desde el principio?+
¿No se apoderarán de ti dolores de parto como los de una mujer dando a luz?+
22 Y, cuando digas en tu corazón ‘¿Por qué me han pasado estas cosas?’,+
que sepas que es por culpa de tu gran error que te han quitado la falda+
y han tratado con violencia tus talones.
23 ¿Puede un cusita* cambiar su piel? ¿O puede un leopardo cambiar sus manchas?+
Si ese fuera el caso, ustedes podrían hacer el bien,
ustedes que están entrenados para hacer el mal.
24 Por eso los esparciré como paja arrastrada por el viento del desierto.+
25 Esta es la parte que te toca, la porción que he medido para ti —afirma Jehová—,
26 Por eso te levantaré la falda por encima de la cara,
y verán tus vergüenzas,+
27 tus actos de adulterio+ y tus relinchos de pasión,
tu prostitución obscena.*
En las colinas, en el campo,
he visto tu repugnante comportamiento.+
¡Ay de ti, Jerusalén!
¿Hasta cuándo seguirás impura?”.+
14 Estas son las palabras de Jehová que Jeremías recibió respecto a las sequías:+
2 Judá está de duelo+ y sus puertas se han desvanecido.
Caen a tierra, hundidas de tristeza,
y un grito de angustia se eleva desde Jerusalén.
3 Los amos envían a sus siervos* a buscar agua.
Van a las cisternas* y no encuentran nada de agua.
Regresan con sus vasijas vacías.
Están avergonzados y desilusionados,
y se cubren la cabeza.
4 Como el terreno está agrietado
porque no llueve sobre la tierra,+
los agricultores están desconcertados y se cubren la cabeza.
5 Hasta la cierva* del campo abandona a su recién nacido
porque no hay hierba.
6 Los asnos salvajes están sobre las colinas peladas.
Jadean como chacales;
les fallan los ojos porque no hay vegetación.+
7 Aunque nuestros errores testifican contra nosotros,
oh, Jehová, actúa por causa de tu nombre.+
Nuestras infidelidades son muchas,+
y es contra ti que hemos pecado.
8 Oh, esperanza de Israel, su Salvador+ en tiempos de angustia,
¿por qué eres como un extranjero en el país,
como un viajero que solo se detiene a pasar la noche?
9 ¿Por qué actúas como un hombre aturdido,
como un hombre poderoso incapaz de salvar?
No nos abandones.
10 Esto es lo que Jehová dice de este pueblo: “Les encanta andar de acá para allá;+ no han refrenado sus pies.+ Por eso Jehová no está nada contento con ellos.+ Ahora se acordará de sus errores y les pedirá cuentas por sus pecados”.+
11 Entonces Jehová me dijo: “No ores para que a este pueblo le vaya bien.+ 12 Cuando ayunan, yo no escucho sus ruegos;+ y, cuando presentan ofrendas quemadas y ofrendas de grano, yo no las acepto.+ Usaré la espada, el hambre y la peste* para acabar con ellos”.+
13 Entonces dije: “¡Ay, Señor Soberano Jehová! Mira que los profetas les están diciendo: ‘Ustedes no verán la espada ni pasarán hambre, sino que yo les daré verdadera paz en este lugar’”.+
14 Jehová entonces me dijo: “Los profetas están profetizando mentiras en mi nombre.+ Yo no los he enviado, ni les he ordenado ni dicho nada.+ Lo que les están profetizando es una visión falsa y una predicción inútil y las mentiras de su propio corazón.+ 15 Por lo tanto, esto es lo que Jehová dice de los profetas que están profetizando en mi nombre —aunque yo no los envié— y que dicen que en este país no habrá ni espada ni hambre: ‘La espada y el hambre acabarán con esos profetas.+ 16 Y la gente a la que le están profetizando acabará tirada en las calles de Jerusalén por el hambre y la espada. Nadie los enterrará+ —ni a ellos ni a sus esposas ni a sus hijos ni a sus hijas—, porque derramaré sobre ellos la calamidad que se merecen’.+
17 ”Diles estas palabras:
‘Que mis ojos se inunden de lágrimas día y noche, que lloren sin parar,+
pues la hija virgen de mi pueblo ha sido completamente aplastada y destrozada;+
su herida es muy grave.
18 Si salgo al campo,
¡veo los muertos a espada!+
Y, si entro en la ciudad,
¡veo las enfermedades que causa el hambre!+
Tanto el profeta como el sacerdote han vagado por una tierra que no conocen’”.+
19 ¿Has rechazado totalmente a Judá? ¿Has odiado a Sion?+
¿Por qué nos has golpeado? Ahora ya no hay cura para nosotros.+
Se esperaba la paz, pero no vino nada bueno;
un tiempo de curación, ¡pero lo que hay es terror!+
20 Oh, Jehová, nosotros reconocemos nuestra maldad
y el error de nuestros antepasados,
porque hemos pecado contra ti.+
21 Por causa de tu nombre, no nos rechaces;+
no desprecies tu glorioso trono.
Recuerda el pacto que hiciste con nosotros y no lo rompas.+
22 ¿Puede cualquiera de los ídolos inútiles de las naciones hacer que llueva?
¿Y acaso puede el cielo por sí mismo enviar aguaceros?
Oh, Jehová nuestro Dios, ¿no eres tú el único que puede?+
Nuestra esperanza eres tú,
porque solo tú has hecho todas estas cosas.
15 Entonces Jehová me dijo: “Incluso si Moisés y Samuel se presentaran delante de mí,+ yo no favorecería a* este pueblo. Quítamelo de enfrente. Que se vaya. 2 Y, si te dicen ‘¿Adónde vamos?’, tú respóndeles ‘Esto es lo que dice Jehová:
“¡Al que le toque una plaga mortal, a la plaga mortal!
¡Al que le toque la espada, a morir a espada!+
¡Al que le toque el hambre, a morir de hambre!
¡Y al que le toque el cautiverio, al cautiverio!”’.+
3 ”‘Y yo les mandaré cuatro calamidades*+ —afirma Jehová—: la espada para matarlos, los perros para arrastrar sus cuerpos, y las aves de los cielos y los animales de la tierra para devorarlos y destrozarlos.+ 4 Y los convertiré en motivo de horror para todos los reinos de la tierra+ por culpa de Manasés hijo de Ezequías, el rey de Judá, por lo que hizo en Jerusalén.+
5 ¿Quién te mostrará compasión, oh, Jerusalén?
¿Quién se compadecerá de ti?
¿Y quién se detendrá a preguntar cómo estás?’.
6 ‘Me has abandonado’, afirma Jehová.+
‘No haces más que darme la espalda.*+
Así que extenderé mi mano contra ti y te destruiré.+
Estoy cansado de sentir lástima por ti.*
7 Y los aventaré con un aventador* en las puertas del país.
Los dejaré sin hijos.+
Destruiré a mi pueblo,
pues ellos se niegan a abandonar su camino.+
8 Sus viudas se harán más numerosas ante mí que la arena de los mares.
Al mediodía mandaré un destructor contra ellos, contra madres y hombres jóvenes.
Los llenaré de repente de confusión y terror.
9 La mujer que tuvo siete hijos se está desmayando;
le cuesta respirar.
Su sol se ha puesto mientras todavía es de día,
provocando vergüenza y humillación’.*
‘Y a los pocos que quedan de ellos
los entregaré a la espada de sus enemigos’, afirma Jehová”.+
10 ¡Madre, ay de mí por haberme dado a luz!+
Siempre soy el centro de peleas y conflictos con todo el país.
Ni presté ni pedí prestado nada,
pero todos ellos me maldicen.
11 Jehová dijo: “Sin duda te ayudaré;*
sin falta intercederé por ti ante el enemigo
en el tiempo de la calamidad, en el tiempo de la angustia.
12 ¿Puede alguien romper en pedazos el hierro,
hierro del norte, o el cobre?
13 Entregaré tus recursos y tus tesoros como botín,+
a cambio de nada, por todos los pecados que cometiste en todos tus territorios.
14 Se los entregaré a tus enemigos
para que los lleven a una tierra que tú no conoces.+
Porque mi furia ha prendido un fuego,
y este arde contra ustedes”.+
15 Tú ya lo sabes, oh, Jehová.
Acuérdate de mí y préstame atención.
Véngame de mis perseguidores.+
No me dejes morir* debido a tu paciencia.*
Piensa que soporto estos insultos por ti.+
16 Tus palabras fueron encontradas y me las comí;+
y tus palabras se convirtieron en la alegría y felicidad de mi corazón,
pues yo llevo tu nombre, oh, Jehová Dios de los ejércitos.
17 No me siento con los que solo buscan divertirse, no me alegro con ellos.+
18 ¿Por qué es crónico mi dolor e incurable mi herida?
No quiere curarse.
¿Te convertirás para mí en un manantial de agua engañoso
en el que no se puede confiar?
19 Por eso, esto es lo que Jehová dice:
“Si vuelves, te restauraré
y estarás de pie ante mí.
Si separas lo que es valioso de lo que no lo es,
llegarás a ser como mi propia boca.*
Ellos tendrán que volverse a ti,
pero tú no te volverás a ellos”.
20 “Haré que seas para este pueblo una muralla de cobre fortificada.+
Ellos de seguro pelearán contra ti,
pero no te vencerán,+
porque yo estoy contigo para salvarte y liberarte”, afirma Jehová.
21 “Yo te liberaré de las manos de los malos
y te rescataré de las manos de los crueles”.
16 Y de nuevo recibí las palabras de Jehová. Me dijo: 2 “No te busques una esposa y no tengas hijos ni hijas en este lugar. 3 Porque esto es lo que Jehová dice sobre los hijos e hijas que nacen aquí, sobre las madres que los dan a luz y sobre los padres que causan su nacimiento en este país: 4 ‘Morirán de enfermedades mortales,+ pero nadie se pondrá de duelo por ellos ni los enterrará; llegarán a ser como estiércol sobre el suelo.+ Morirán a espada y de hambre,+ y sus cadáveres servirán de alimento para las aves del cielo y los animales de la tierra’.
5 Esto es lo que dice Jehová:
‘No entres en ninguna casa donde se esté celebrando un banquete de duelo,
y no vayas allí a llorar ni a dar el pésame’.+
‘Porque yo le he quitado mi paz a este pueblo —afirma Jehová—,
así como mi amor leal y mi misericordia.+
6 Tanto los grandes como los pequeños morirán en esta tierra.
No serán enterrados,
nadie se pondrá de duelo
y nadie se hará cortaduras ni se afeitará la cabeza por ellos.*
7 Y nadie les dará comida a los que estén de duelo
para consolarlos por sus muertos;
tampoco les darán la copa de consolación
para que beban por la pérdida de su padre o su madre.
8 Y no entres en ninguna casa donde haya una fiesta
para sentarte con la gente a comer y beber’.
9 ”Porque esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Voy a hacer que en este lugar, en los días de ustedes y ante sus propios ojos, ya no se oigan gritos de alegría y felicidad, ni la voz del novio y de la novia’.+
10 ”Cuando le digas a este pueblo todas estas palabras, ellos te preguntarán: ‘¿Por qué ha dicho Jehová que nos va a mandar toda esa gran calamidad? ¿Qué error y qué pecado hemos cometido contra Jehová nuestro Dios?’.+ 11 Tú tienes que contestarles: ‘“Es porque los padres de ustedes me abandonaron+ —afirma Jehová— y no dejaron de seguir a otros dioses ni de servirles e inclinarse ante ellos.+ Pero a mí me abandonaron y mi ley no la obedecieron.+ 12 Y ustedes se han portado mucho peor que sus antepasados;+ en vez de obedecerme, cada uno de ustedes se deja llevar por la terquedad de su corazón malo.+ 13 Así que los lanzaré fuera de esta tierra a una tierra que ni ustedes ni sus antepasados han conocido,+ y allí tendrán que servir a otros dioses día y noche,+ porque yo no los voy a favorecer”’.
14 ”‘Por lo tanto, se acercan los días —afirma Jehová— en que ya no se dirá: “¡Tan cierto como que vive Jehová, quien sacó al pueblo de Israel de la tierra de Egipto!”.+ 15 En vez de eso, dirán: “¡Tan cierto como que vive Jehová, quien trajo al pueblo de Israel de la tierra del norte y de todas las tierras adonde los había dispersado!”. Los traeré de vuelta a su tierra, la tierra que les di a sus antepasados’.+
16 ‘Mandaré llamar a muchos pescadores —afirma Jehová—,
y ellos los pescarán.
Después mandaré llamar a muchos cazadores,
y ellos los cazarán en todas las montañas y colinas
y en las grietas de los peñascos.
17 Porque mis ojos están en todo lo que ellos hacen.*
No pueden esconderse de mí,
ni pueden esconder de mis ojos su error.
18 Primero les daré por completo lo que se merecen por su error y su pecado,+
porque ellos profanaron mi tierra con las figuras sin vida* de sus repugnantes ídolos
y han llenado mi herencia de sus cosas detestables’”.+
19 Oh, Jehová, mi fuerza y mi fortaleza,
mi lugar adonde huir en el día de angustia,+
a ti vendrán las naciones desde los confines de la tierra
y dirán: “Nuestros antepasados heredaron pura falsedad,
cosas inútiles y vacías que no sirven para nada”.+
20 ¿Puede un hombre hacer sus propios dioses,
si en realidad no son dioses?+
21 “Así que les haré conocer,
esta vez les haré conocer mi fuerza y poder,
y tendrán que saber que mi nombre es Jehová”.
17 “El pecado de Judá está escrito con un instrumento* de hierro.
Con punta de diamante está grabado en la tablilla de su corazón
y en los cuernos de sus altares,
2 mientras sus hijos se acuerdan de sus altares y de sus postes sagrados*+
al lado de un árbol frondoso, sobre las colinas altas,+
3 sobre las montañas en el campo.
Entregaré tus recursos, todos tus tesoros, como botín;+
sí, tus lugares altos, por los pecados cometidos en todos tus territorios.+
4 Renunciarás, por decisión propia, a la herencia que yo te di.+
Y te obligaré a servir a tus enemigos en una tierra que no conoces,+
Arderá para siempre”.
5 Esto es lo que Jehová dice:
“Maldito el hombre* que confía en simples humanos,+
que se apoya en la fuerza del ser humano,*+
y cuyo corazón se aparta de Jehová.
6 Será como un árbol solitario en el desierto.
Cuando venga el bien, no lo verá,
sino que vivirá en lugares áridos del desierto,
en una región salada donde nadie puede vivir.
8 Será como un árbol plantado junto a las aguas,
que extiende sus raíces hasta la corriente de agua.
Cuando llegue el calor, no lo sentirá,
sino que siempre estará frondoso.+
Y en año de sequía no se angustiará
ni dejará de dar fruto.
9 El corazón es más traicionero* que cualquier otra cosa y es desesperado.*+
¿Quién puede conocerlo?
10 Yo, Jehová, examino el corazón,+
analizo los pensamientos más íntimos,*
para pagarle a cada uno según su conducta,
según el fruto de sus obras.+
11 Como una perdiz que reúne huevos que no ha puesto,
Estas lo abandonarán a la mitad de su vida,
y al final quedará claro que es un insensato”.
12 Un trono glorioso, engrandecido desde el principio,
es el lugar de nuestro santuario.+
13 Oh, Jehová, la esperanza de Israel,
todos los que te abandonan serán avergonzados.
Los que se apartan* de ti* estarán escritos en el polvo,+
porque han abandonado a Jehová, la fuente de agua viva.+
14 Sáname, oh, Jehová, y seré sanado.
Sálvame, y seré salvado,+
porque tú eres aquel a quien yo alabo.
15 Mira, hay quienes me dicen:
“¿Dónde están las palabras de Jehová?+
¡Que se cumplan, por favor!”.
16 Pero yo, yo no dejé de seguirte como pastor
ni deseé el día del desastre.
Tú sabes muy bien lo que han dicho mis labios.
¡Todo sucedió frente a tu rostro!
17 No me causes terror.
Tú eres mi refugio en el día de la calamidad.
18 Que mis perseguidores sean avergonzados,+
pero que a mí no se me avergüence.
Que ellos sientan terror,
pero que yo no sienta terror.
19 Esto es lo que me dijo Jehová: “Ve y ponte de pie en la puerta de los hijos del pueblo por donde los reyes de Judá entran y salen, y también en todas las demás puertas de Jerusalén.+ 20 Tienes que decirles: ‘Ustedes, reyes de Judá, todo el pueblo de Judá y todos los habitantes de Jerusalén, los que entran por estas puertas, escuchen las palabras de Jehová. 21 Esto es lo que dice Jehová: “Tengan cuidado, y no lleven ninguna carga ni entren con ella por las puertas de Jerusalén en sábado.+ 22 No saquen de su casa ninguna carga en sábado; no hagan ningún trabajo.+ Mantengan sagrado el sábado, como les mandé a sus antepasados.+ 23 Pero ellos no escucharon ni prestaron atención* y con terquedad se negaron* a obedecer y a aceptar la disciplina”’.+
24 ”‘“Sin embargo, si ustedes me obedecen estrictamente —afirma Jehová— y no entran con ninguna carga por las puertas de esta ciudad en sábado y mantienen sagrado el sábado no haciendo ningún trabajo ese día,+ 25 entonces los reyes y príncipes que se sienten en el trono de David+ entrarán por las puertas de esta ciudad montados en sus carros y sus caballos —los reyes y sus príncipes, los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén—,+ y esta ciudad será habitada para siempre. 26 Y vendrá gente de las ciudades de Judá, de los alrededores de Jerusalén, de la tierra de Benjamín,+ de la tierra baja,+ de la región montañosa y del Négueb.* Traerán ofrendas quemadas,+ sacrificios,+ ofrendas de grano,+ olíbano y sacrificios de agradecimiento a la casa de Jehová.+
27 ”’”Pero, si no me obedecen y no mantienen sagrado el sábado, y en sábado llevan cargas y entran con ellas por las puertas de Jerusalén, prenderé fuego a las puertas. El fuego de seguro quemará las torres fortificadas de Jerusalén+ y no se apagará”’”.+
18 Jeremías recibió estas palabras de parte de Jehová: 2 “Ve y baja a la casa del alfarero+ y allí te comunicaré mis palabras”.
3 Así que bajé a la casa del alfarero, y él estaba trabajando en el torno. 4 Pero la vasija que estaba haciendo con el barro se estropeó en sus manos. Así que el alfarero trabajó de nuevo el barro e hizo otra vasija como mejor le pareció.*
5 Entonces recibí las palabras de Jehová. Me dijo: 6 “‘Oh, casa de Israel, ¿acaso no puedo hacer con ustedes lo mismo que hizo este alfarero? —afirma Jehová—. ¡Miren! Como el barro en las manos del alfarero, así son ustedes en mis manos, oh, casa de Israel.+ 7 Siempre que yo hable de arrancar, demoler y destruir una nación o un reino+ 8 y entonces esa nación abandone la maldad contra la que hablé, yo cambiaré de opinión sobre* la calamidad que tenía pensado mandarle.+ 9 Pero, siempre que yo hable de edificar y plantar una nación o un reino 10 y esa nación haga lo que está mal a mis ojos y no obedezca mi voz, yo cambiaré de opinión sobre* el bien que tenía pensado hacerle’.
11 ”Ahora, por favor, diles a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén: ‘Esto es lo que dice Jehová: “Estoy preparando* una calamidad contra ustedes y pensando cómo castigarlos. Por favor, vuelvan de su mal camino y corrijan su conducta y sus acciones”’”.+
12 Pero ellos dijeron: “¡Es inútil!+ Pues seguiremos nuestros propios planes y todos nos dejaremos llevar por la terquedad de nuestro corazón malvado”.+
13 Por lo tanto, esto es lo que dice Jehová:
“Por favor, pregunten ustedes mismos entre las naciones.
¿Quién ha oído algo como esto?
La virgen de Israel ha hecho algo tan horrible...+
14 ¿Acaso desaparece la nieve de las rocas en las laderas del Líbano?
¿O se secarán las aguas frías que fluyen desde lejos?
15 Pero mi pueblo se ha olvidado de mí.+
Porque le hacen sacrificios* a algo que no vale nada+
y hacen que los hombres tropiecen en sus caminos, los caminos antiguos,+
para que se desvíen por caminos que no están nivelados ni allanados,*
16 para convertir su tierra en motivo de horror+
y en objeto de silbidos para siempre.+
Todo el que pase por allí se quedará mirando horrorizado y meneará la cabeza.+
17 Como el viento del este, los esparciré delante del enemigo.
En el día de su calamidad les daré la espalda en vez de la cara”.+
18 Y ellos dijeron: “Vamos, tramemos un plan contra Jeremías,+ porque la ley* de nuestros sacerdotes, los consejos de los hombres sabios y las palabras de los profetas no dejarán de existir. Vamos, hablemos contra él* y no hagamos caso de lo que dice”.
19 Préstame atención, oh, Jehová,
y escucha lo que están diciendo mis enemigos.
20 ¿Debería pagarse el bien con el mal?
Pues han cavado una fosa para mí.+
Recuerda cómo estuve de pie delante de ti para hablarte bien de ellos,
para que apartaras tu furia de ellos.
21 Así que entrega sus hijos al hambre,
entrégalos al poder de la espada.+
Que sus mujeres pierdan a sus hijos y a sus esposos.+
Que sus hombres mueran por una plaga mortal
y que sus jóvenes mueran a espada en la batalla.+
22 Que se oigan los gritos desde sus casas
cuando de repente les envíes saqueadores.
Porque han cavado una fosa para capturarme
y han puesto trampas para mis pies.+
23 Pero tú, oh, Jehová,
conoces bien todos sus planes para matarme.+
No perdones sus errores
y no borres sus pecados de delante de ti.
19 Esto es lo que dijo Jehová: “Ve y cómprale un frasco de barro a un alfarero.+ Llévate a algunos ancianos del pueblo y a algunos ancianos de los sacerdotes 2 y ve al valle del Hijo de Hinón,+ a la entrada de la Puerta de los Tiestos. Anuncia allí las palabras que voy a decirte. 3 Dirás: ‘Oigan las palabras de Jehová, reyes de Judá y habitantes de Jerusalén. Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel:
”’“Voy a traer a este lugar un desastre que dejará horrorizado* a cualquiera que lo escuche. 4 Lo haré porque me abandonaron+ y dejaron irreconocible este lugar.+ En él están haciéndoles sacrificios a otros dioses, que ni ellos ni sus antepasados ni los reyes de Judá conocían antes, y han llenado este lugar con la sangre de gente inocente.+ 5 Construyeron los lugares altos de Baal para quemar a sus hijos en el fuego como ofrendas quemadas a Baal,+ cosa que yo no había mandado ni dicho, y que ni siquiera me pasó por la mente”’.*+
6 ”‘“Por eso, mira, se acercan los días —afirma Jehová— en que ya no llamarán a este lugar Tófet ni el valle del Hijo de Hinón, sino el valle de la Matanza.+ 7 Arruinaré los planes de Judá y Jerusalén en este lugar y los haré caer a espada ante sus enemigos y a manos de los que quieren quitarles la vida.* Y sus cadáveres se los daré de comer a las aves del cielo y a los animales de la tierra.+ 8 Y convertiré esta ciudad en motivo de horror y objeto de silbidos. Todo el que pase por allí se quedará mirando horrorizado y silbará por todas sus plagas.+ 9 Y haré que se coman la carne de sus hijos y sus hijas, y se comerán unos a otros, porque los cercarán y estarán desesperados cuando sus enemigos y los que quieren quitarles la vida* los rodeen”’.+
10 ”Entonces rompe el frasco ante los ojos de los hombres que van contigo 11 y diles: ‘Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos: “Así voy a hacer añicos a este pueblo y a esta ciudad, como cuando alguien rompe una vasija de alfarero y ya es imposible repararla; y enterrarán a los muertos en Tófet hasta que ya no quede más espacio para enterrarlos”’.+
12 ”‘Eso es lo que haré con este lugar y con sus habitantes —afirma Jehová—, para que esta ciudad sea como Tófet. 13 Y las casas de Jerusalén y las casas de los reyes de Judá quedarán impuras como este lugar, Tófet,+ sí, todas las casas en cuyas azoteas* ofrecieron sacrificios a todo el ejército de los cielos+ y derramaron ofrendas líquidas para otros dioses’”.+
14 Cuando Jeremías regresó de Tófet, adonde Jehová lo había enviado a profetizar, fue al patio de la casa de Jehová y le dijo a todo el pueblo: 15 “Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Voy a mandar a esta ciudad y a todos sus pueblos la calamidad que he anunciado contra ella, porque se negaron con terquedad a* obedecer mis palabras’”.+
20 Ahora bien, Pasjur hijo de Imer, el sacerdote que también era el supervisor principal de la casa de Jehová, estaba escuchando cuando Jeremías profetizó esas cosas. 2 Entonces Pasjur golpeó al profeta Jeremías y lo puso en el cepo+ que había en la Puerta Superior de Benjamín, que estaba en la casa de Jehová. 3 Pero al día siguiente, cuando Pasjur dejó salir a Jeremías del cepo, Jeremías le dijo:
“Jehová te ha cambiado el nombre de Pasjur a Terror por Todas Partes.+ 4 Porque esto es lo que dice Jehová: ‘Voy a convertirte en motivo de terror para ti mismo y para todos tus amigos. Ellos caerán por la espada de sus enemigos, y tus ojos lo verán.+ Entregaré a todo Judá en manos del rey de Babilonia, y él los llevará al destierro en Babilonia y los matará a espada.+ 5 Y entregaré en manos de sus enemigos todas las riquezas de esta ciudad, todos sus recursos, todos sus objetos valiosos y todos los tesoros de los reyes de Judá.+ Y ellos saquearán sus bienes, se apoderarán de ellos y se los llevarán a Babilonia.+ 6 Y en cuanto a ti, Pasjur, y también todos los que viven en tu casa, ustedes irán al cautiverio. Irás a Babilonia, morirás allí y allí te enterrarán con todos tus amigos, porque les has profetizado mentiras’”.+
7 Me has engañado, oh, Jehová, y caí en el engaño.
Usaste tu fuerza contra mí y ganaste.+
Ahora se ríen de mí todo el día;
toda la gente se burla de mí.+
8 Porque, cada vez que hablo, tengo que gritar y anunciar:
“¡Violencia y destrucción!”.
Y las palabras de Jehová han hecho que la gente me insulte y se burle de mí todo el día.+
9 Entonces dije: “No hablaré de él
y no hablaré más en su nombre”.+
Pero sus palabras se volvieron en mi corazón como un fuego ardiente encerrado en mis huesos,
y me cansé de contenerlas;
no pude soportarlo más.+
10 Porque oí muchos rumores malintencionados;
el terror me rodeaba.+
“¡Denúncienlo! ¡Vamos a denunciarlo!”.
Todos los que andaban deseándome la paz estaban pendientes de mi caída:+
“Quizás él cometa alguna estupidez,
y así podamos vencerlo y vengarnos de él”.
11 Pero Jehová estuvo conmigo como un temible guerrero.+
Por eso los que me persiguen tropezarán y no vencerán.+
Pasarán una gran vergüenza, pues no se saldrán con la suya.
Su humillación durará para siempre, nunca será olvidada.+
12 Pero tú, oh, Jehová de los ejércitos, estás examinando al justo;
13 ¡Cántenle a Jehová! ¡Alaben a Jehová!
Porque él ha rescatado a los pobres de las manos de los malvados.
14 ¡Maldito sea el día en que nací!
¡Que no sea bendecido el día en que mi madre me dio a luz!+
15 Maldito el hombre que le llevó buenas noticias a mi padre y le dijo:
“¡Has tenido un hijo, un niño!”,
dándole así una gran alegría.
16 Que ese hombre sea como las ciudades que Jehová destruyó sin ningún remordimiento.
Que oiga gritos por la mañana y la alarma de guerra al mediodía.
17 ¿Por qué no me mató cuando estaba en la matriz?
Así mi madre habría sido mi sepultura
y habría permanecido embarazada para siempre.+
21 Jeremías recibió las palabras de Jehová cuando el rey Sedequías+ le envió a Pasjur+ hijo de Malkías y a Sofonías+ hijo de Maaseya, el sacerdote, para pedirle esto: 2 “Por favor, consulta a Jehová por nosotros, porque el rey Nabucodonosor* de Babilonia nos está atacando.+ Puede que Jehová haga alguna de sus maravillosas obras para ayudarnos y obligarlo a retirarse”.+
3 Jeremías les dijo: “Díganle esto a Sedequías: 4 ‘Esto es lo que dice Jehová, el Dios de Israel: “Haré que se vuelvan contra ustedes* las armas de guerra que tienen en sus propias manos, con las que ahora se defienden del rey de Babilonia+ y de los caldeos que están fuera de la muralla cercándolos. Y las reuniré* en medio de esta ciudad. 5 Y yo mismo pelearé contra ustedes+ con mano extendida y brazo poderoso, con ira y furia y gran indignación.+ 6 Voy a golpear a los habitantes de esta ciudad, a hombres y animales. Una gran epidemia* los matará”’.+
7 ”‘“Y después de eso —afirma Jehová— haré que el rey Sedequías de Judá, sus siervos y la gente de esta ciudad, los que sobrevivan a la epidemia, a la espada y al hambre, caigan en manos del rey Nabucodonosor* de Babilonia, en manos de sus enemigos y en manos de los que quieren quitarles la vida.*+ Él los matará a espada. No sentirá lástima por ellos ni les mostrará compasión ni les tendrá misericordia”’.+
8 ”Y dile a este pueblo: ‘Esto es lo que dice Jehová: “Pongo delante de ustedes el camino de la vida y el camino de la muerte. 9 Los que se queden en esta ciudad morirán por la espada, el hambre o la epidemia. Pero todo el que salga y se rinda ante los caldeos que los están cercando seguirá viviendo, y su propia vida será su botín de guerra”’.*+
10 ”‘“Porque estoy decidido a mandar contra esta ciudad* calamidades en vez de cosas buenas+ —afirma Jehová—. Será entregada en manos del rey de Babilonia,+ y él la quemará con fuego”.+
11 ”’A los de la casa del rey de Judá: oigan las palabras de Jehová. 12 Oh, casa de David, esto es lo que dice Jehová:
“Defiendan la justicia cada mañana
y libren de las manos de los estafadores a las víctimas de robo,+
para que mi furia no se encienda como un fuego+
y arda sin que nadie pueda apagarla
por culpa de las malas acciones de ustedes”’.+
13 ‘Aquí estoy contra ti, oh, habitante del valle,*
oh, roca de la tierra llana’, afirma Jehová.
‘Ustedes, los que dicen “¿Quién bajará contra nosotros?
¿Y quién invadirá nuestras casas?”,
14 a ustedes les pediré cuentas
de acuerdo con sus acciones’,+ afirma Jehová.
‘Y le prenderé fuego al bosque de ella,
y consumirá todo lo que la rodea’”.+
22 Esto es lo que dice Jehová: “Baja a la casa* del rey de Judá y lleva este mensaje. 2 Tienes que decir: ‘Escucha las palabras de Jehová, oh, rey de Judá que te sientas en el trono de David, tú con tus siervos y tu pueblo, los que entran por estas puertas. 3 Esto es lo que dice Jehová: “Defiendan la justicia y la rectitud. Libren a las víctimas de robo de las manos de los estafadores. No maltraten a ningún residente extranjero y no le hagan daño a ningún huérfano* ni a ninguna viuda.+ Y no derramen sangre inocente en este lugar.+ 4 Porque, si ustedes se aseguran de cumplir estas palabras, los reyes que se sienten en el trono de David+ entrarán por las puertas de esta casa montados en sus carros y sus caballos, ellos con sus siervos y su pueblo”’.+
5 ”‘Pero, si ustedes no obedecen estas palabras, de veras juro por mí mismo —afirma Jehová— que esta casa se convertirá en un lugar devastado’.+
6 ”Porque esto es lo que dice Jehová sobre la casa del rey de Judá:
‘Tú eres para mí como Galaad,
como la cumbre del Líbano.
Pero te convertiré en un desierto;
todas tus ciudades quedarán deshabitadas.+
Ellos cortarán tus cedros más selectos
y los echarán al fuego.+
8 ”’Muchas naciones pasarán por esta ciudad y se dirán unos a otros: “¿Por qué Jehová le hizo eso a esta gran ciudad?”.+ 9 Y responderán: “Porque abandonaron el pacto de Jehová su Dios y se inclinaron ante otros dioses y les sirvieron”’.+
10 No lloren por el muerto
ni se lamenten por él.
Más bien, lloren desconsoladamente por el que se va,
porque ya no volverá para ver la tierra donde nació.
11 ”Porque esto es lo que dice Jehová sobre Salum*+ hijo de Josías, el rey de Judá que está reinando en lugar de su padre Josías+ y que se ha ido de este lugar: ‘No volverá nunca más. 12 Porque morirá en el lugar adonde lo han desterrado y ya no verá más esta tierra’.+
13 Ay de aquel que construye su casa con injusticia
y sus cuartos superiores sin derecho,
que hace que su prójimo le sirva a cambio de nada
y le niega su salario;+
14 el que dice: ‘Voy a construirme una casa muy amplia
con cuartos superiores espaciosos.
Voy a ponerle ventanas,
a revestirla de cedro y a pintarla de rojo bermellón’.
15 ¿Acaso seguirás reinando porque usas más madera de cedro que los demás?
16 Él defendió las reclamaciones judiciales de los pobres y de los que sufren,
y todo salió bien.
‘¿No es eso lo que significa conocerme?’, afirma Jehová.
17 ‘Pero tú solo pones los ojos y el corazón en tus ganancias deshonestas,
en derramar sangre inocente
y en cometer fraude y extorsión’.
18 ”Por lo tanto, esto es lo que dice Jehová sobre Jehoiaquim+ hijo de Josías, el rey de Judá:
‘No se lamentarán por él diciendo:
“¡Ay, hermano mío! ¡Ay, hermana mía!”.
No se lamentarán por él diciendo:
“¡Ay, amo! ¡Ay, su majestad!”.
19 Le darán el entierro de un burro,+
lo arrastrarán y lo arrojarán afuera,
afuera de las puertas de Jerusalén’.+
20 Sube al Líbano y grita,
levanta la voz en Basán
y grita desde Abarim,+
pues todos tus apasionados amantes han sido aplastados.+
21 Yo hablé contigo cuando te sentías segura.
Pero dijiste: ‘No obedeceré’.+
Así te has portado desde joven,
pues nunca has obedecido mi voz.+
22 Un viento pastoreará a todos tus pastores,+
y tus apasionados amantes irán al cautiverio.
Entonces se te avergonzará y se te humillará por toda tu calamidad.
23 Oh, tú, que vives en el Líbano,+
anidada entre los cedros,+
¡cuánto vas a gemir cuando te lleguen los dolores,
24 “‘¡Tan cierto como que vivo yo —afirma Jehová—, aun si tú, Conías*+ hijo de Jehoiaquim,+ rey de Judá, fueras el anillo de sellar en mi mano derecha, te arrancaría de allí! 25 Haré que caigas en manos de los que quieren quitarte la vida,* en manos de los que te dan miedo, en manos del rey Nabucodonosor* de Babilonia y en manos de los caldeos.+ 26 A ti y a tu madre, la que te dio a luz, los arrojaré a otra tierra en la que ustedes no nacieron, y allí morirán. 27 Y ellos nunca volverán a la tierra a la que tanto desean volver.*+
28 ¿Es este hombre Conías una simple olla rota y despreciada,
una vasija que nadie quiere?
¿Por qué lo arrojan hacia abajo a él y a sus descendientes
y los echan a una tierra que no conocen?’.+
29 Oh, tierra,* tierra, tierra, oye las palabras de Jehová.
30 Esto es lo que dice Jehová:
‘Inscriban a este hombre como alguien sin hijos,
como un hombre que no tendrá ningún éxito en su vida;*
porque ninguno de sus descendientes logrará
sentarse en el trono de David y gobernar de nuevo en Judá’”.+
23 “¡Ay de los pastores que acaban con las ovejas de mis pastos y las esparcen!”, afirma Jehová.+
2 Porque esto es lo que Jehová, el Dios de Israel, dice contra los pastores que pastorean a mi pueblo: “Ustedes esparcieron mis ovejas; no dejaron de dispersarlas y no las cuidaron”.+
“Por eso a ustedes los castigaré por sus malas acciones”, afirma Jehová.
3 “Entonces recogeré al resto de mis ovejas de todas las tierras adonde yo las he dispersado+ y las traeré de vuelta a sus pastos,+ y se reproducirán y llegarán a ser muchas.+ 4 Y pondré sobre ellas pastores que de verdad las pastoreen.+ Ya no tendrán miedo ni terror, y no faltará ninguna”, afirma Jehová.
5 “Miren, se acercan los días —afirma Jehová— en que haré que surja de David un brote* justo.+ Y un rey gobernará+ y mostrará entendimiento y defenderá la justicia y la rectitud en la tierra.+ 6 En sus días se salvará a Judá,+ e Israel vivirá seguro.+ Y este es el nombre con el que se le llamará: Jehová Es Nuestra Justicia”.+
7 “Por lo tanto, se acercan los días —afirma Jehová— en que ya no se dirá: ‘¡Tan cierto como que vive Jehová, quien sacó al pueblo de Israel de la tierra de Egipto!’.+ 8 En vez de eso, dirán: ‘Tan cierto como que vive Jehová, quien sacó y trajo de vuelta a los descendientes de la casa de Israel de la tierra del norte y de todas las tierras adonde yo los había dispersado’. Y ellos vivirán en su propia tierra”.+
9 En cuanto a los profetas:
Se me ha roto el corazón dentro de mí.
Me tiemblan todos los huesos.
Estoy como un hombre borracho,
como un hombre vencido por el vino,
debido a Jehová y a sus santas palabras.
10 Porque esta tierra está llena de adúlteros;+
la tierra se ha puesto de duelo por la maldición+
y los pastos del desierto se han secado.+
Hacen lo que es malo y abusan de su poder.
11 “Tanto el profeta como el sacerdote están contaminados.*+
Hasta en mi propia casa he encontrado su maldad”,+ afirma Jehová.
12 “Por lo tanto, su camino será resbaladizo y oscuro;+
se les empujará y caerán.
Porque les mandaré una calamidad
en el año de ajuste de cuentas”, afirma Jehová.
13 “Y he visto algo repugnante en los profetas de Samaria.+
Sus profecías son de parte de Baal
y descarrían a mi pueblo Israel.
14 Y he visto cosas horribles en los profetas de Jerusalén.
Cometen adulterio+ y viven en la mentira;+
apoyan a* los malvados
y no se arrepienten de sus maldades.
15 Por lo tanto, esto es lo que dice Jehová de los ejércitos contra los profetas:
“Voy a hacer que coman ajenjo
y voy a darles de beber agua envenenada.+
Porque los profetas de Jerusalén han esparcido la apostasía por todo el país”.
16 Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos:
“No escuchen las palabras de los profetas que están profetizándoles.+
Los están engañando.*
17 A los que me faltan el respeto no paran de decirles:
‘Jehová ha dicho: “Disfrutarán de paz”’.+
Y a todos los que siguen a su corazón terco les dicen:
‘No les llegará ninguna calamidad’.+
18 ¿Quién ha estado en el círculo de amigos íntimos de Jehová
para ver y oír sus palabras?
¿Quién ha prestado atención para escuchar sus palabras?
19 ¡Miren! La tempestad de viento de Jehová se desatará con furia;
bajará como un torbellino sobre las cabezas de los malvados.+
20 La furia de Jehová no se calmará
hasta que él haya hecho realidad las intenciones de su corazón y las haya llevado a cabo.
Ustedes entenderán esto claramente en la parte final de los días.
21 Yo no envié a los profetas, pero ellos fueron corriendo.
No hablé con ellos, pero ellos profetizaron.+
22 Pero, si hubieran estado en mi círculo de amigos íntimos,
habrían hecho que mi pueblo escuchara mis palabras
y que dejara su mal camino y sus malas acciones”.+
23 “¿Acaso soy un Dios solo de cerca y no lo soy también desde lejos?”, afirma Jehová.
24 “¿Puede un hombre ocultarse en un escondite donde yo no lo vea?”,+ afirma Jehová.
“¿Acaso no lleno yo los cielos y la tierra?”,+ afirma Jehová.
25 “A los profetas que están profetizando mentiras en mi nombre los he oído decir ‘¡Tuve un sueño! ¡Tuve un sueño!’.+ 26 ¿Hasta cuándo seguirá en el corazón de los profetas esto de profetizar mentiras? Son profetas de las mentiras de su propio corazón.+ 27 Con los sueños que se cuentan unos a otros, intentan hacer que mi pueblo se olvide de mi nombre, tal como sus padres se olvidaron de mi nombre por Baal.+ 28 El profeta que tenga un sueño, que lo cuente; pero el que tenga mis palabras, que diga mis palabras fielmente”.
“¿Es que se parecen en algo la paja y el grano?”, afirma Jehová.
29 “¿No es mi palabra como un fuego+ —afirma Jehová— y como un martillo de forja que destroza el peñasco?”.+
30 “Por eso —afirma Jehová—, aquí estoy yo contra los profetas que se roban unos a otros mis palabras”.+
31 “Aquí estoy yo contra los profetas —afirma Jehová—, los que usan su lengua para decir ‘¡Él afirma!’”.+
32 “Aquí estoy yo contra los profetas de sueños falsos —afirma Jehová—, que cuentan sus sueños y descarrían a mi pueblo con sus mentiras y sus fanfarronerías”.+
“Pero yo no los envié ni les ordené nada. Así que no le harán ningún bien a este pueblo”,+ afirma Jehová.
33 “Y, cuando alguien del pueblo, un profeta o un sacerdote te pregunte ‘¿Cuál es la carga* de Jehová?’, tienes que contestar ‘“¡Ustedes son la carga! Y me libraré de ustedes”,+ afirma Jehová’. 34 En cuanto al profeta, al sacerdote o a alguien del pueblo que diga ‘¡Esto es la carga* de Jehová!’, castigaré a ese hombre y a los de su casa. 35 Esto es lo que cada uno de ustedes está diciéndoles a su prójimo y a su hermano: ‘¿Qué ha respondido Jehová? ¿Y qué ha dicho Jehová?’. 36 Pero no mencionen más la carga* de Jehová, porque la carga* son las propias palabras de cada uno, y ustedes han cambiado las palabras del Dios vivo, Jehová de los ejércitos, nuestro Dios.
37 ”Esto es lo que le dirás al profeta: ‘¿Qué respuesta te ha dado Jehová? ¿Y qué ha dicho Jehová? 38 Y, si ustedes siguen diciendo “¡La carga* de Jehová!”, esto es lo que Jehová dice: “Por seguir diciendo ‘Estas palabras son la carga* de Jehová’ aunque yo les ordené ‘No digan “¡La carga* de Jehová!”’, 39 por eso yo voy a levantarlos y arrojarlos lejos de mi presencia, tanto a ustedes como a la ciudad que les di a ustedes y a sus antepasados. 40 Y les traeré deshonra y humillación eternas, que no serán olvidadas”’”.+
24 Entonces Jehová me mostró dos canastas de higos colocadas delante del templo de Jehová. Eso fue después de que el rey Nabucodonosor* de Babilonia se llevara al destierro a Jeconías*+ hijo de Jehoiaquim,+ el rey de Judá, junto con los príncipes de Judá, los artesanos y los herreros;* se los había llevado de Jerusalén a Babilonia.+ 2 Una canasta tenía higos muy buenos, como las brevas; pero la otra canasta tenía higos muy malos, tan malos que no se podían comer.
3 Jehová me preguntó entonces: “Jeremías, ¿qué estás viendo?”. Yo le dije: “Higos; los higos buenos son buenísimos, pero los malos son malísimos, tan malos que no se pueden comer”.+
4 Entonces recibí las palabras de Jehová. Me dijo: 5 “Esto es lo que dice Jehová, el Dios de Israel: ‘Igual que a estos higos buenos, consideraré buenos a los desterrados de Judá, a quienes envié de este lugar a la tierra de los caldeos. 6 Mantendré mis ojos puestos en ellos para su bien y haré que regresen a esta tierra.+ Los edificaré y no los derrumbaré; los plantaré y no los arrancaré.+ 7 Y les daré un corazón para que me conozcan, para que sepan que yo soy Jehová.+ Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios,+ porque volverán a mí con todo su corazón.+
8 ”’Pero, en cuanto a los higos malos que no se pueden comer de lo malos que son,+ esto es lo que dice Jehová: “Así consideraré al rey Sedequías+ de Judá, a sus príncipes, al resto de Jerusalén que queda en este país y a los que están viviendo en la tierra de Egipto.+ 9 Los convertiré en motivo de horror y de calamidad para todos los reinos de la tierra,+ en objeto de insultos, un tema de proverbios, un motivo de burla y una maldición+ en todos los lugares adonde los disperse.+ 10 Y enviaré contra ellos la espada,+ el hambre y la peste,*+ hasta que desaparezcan de la tierra que les di a ellos y a sus antepasados”’”.
25 En el cuarto año de Jehoiaquim+ hijo de Josías, el rey de Judá, que fue el primer año del rey Nabucodonosor* de Babilonia, Jeremías recibió estas palabras acerca de todo el pueblo de Judá. 2 Esto es lo que el profeta Jeremías dijo sobre* todo el pueblo de Judá y todos los habitantes de Jerusalén:
3 “Desde el año 13 de Josías+ hijo de Amón, el rey de Judá, hasta hoy —estos 23 años— he recibido las palabras de Jehová y no he dejado de hablarles una y otra vez;* pero ustedes no han querido escuchar.+ 4 Y Jehová les envió todos sus siervos los profetas una y otra vez,* pero ustedes no hicieron caso ni prestaron atención.*+ 5 Ellos decían: ‘Por favor, que cada uno de ustedes deje su mal camino y sus malas acciones;+ entonces seguirán viviendo por mucho tiempo en la tierra que Jehová les dio a ustedes y a sus antepasados hace mucho. 6 No sigan a otros dioses ni les sirvan ni se inclinen ante ellos, provocándome así con las obras de sus manos; si lo hacen, les mandaré una calamidad’.
7 ”‘Pero ustedes no quisieron escucharme —afirma Jehová—, sino que, para su propia desgracia, me provocaron con las obras de sus manos’.+
8 ”Por lo tanto, esto es lo que dice Jehová de los ejércitos: ‘“Como ustedes no obedecieron mis palabras, 9 voy a convocar a todas las familias del norte+ —afirma Jehová—, voy a convocar al rey Nabucodonosor* de Babilonia, mi siervo,+ y los traeré contra esta tierra,+ contra sus habitantes y contra todas estas naciones vecinas.+ Voy a destruirlos* y a convertirlos en motivo de horror, en objeto de silbidos y en ruina permanente. 10 Y pondré fin a sus gritos de alegría y felicidad,+ a la voz del novio y de la novia,+ al sonido del molino de mano y a la luz de la lámpara. 11 Y toda esta tierra se convertirá en ruinas y en motivo de horror, y estas naciones tendrán que servir al rey de Babilonia por 70 años”’.+
12 ”‘Pero, cuando se hayan cumplido 70 años,+ les pediré cuentas* al rey de Babilonia y a esa nación por su error+ —afirma Jehová— y haré que la tierra de los caldeos sea para siempre un desierto desolado.+ 13 Traeré sobre esa tierra todas las palabras que he dicho contra ella, todo lo que está escrito en este libro y que Jeremías ha profetizado contra todas las naciones. 14 Porque muchas naciones y grandes reyes+ los harán esclavos;+ y yo les daré lo que se merecen por sus acciones y las obras de sus propias manos’”.+
15 Porque esto es lo que me dijo Jehová, el Dios de Israel: “Toma de mi mano esta copa del vino de la ira y haz que se lo beban todas las naciones a las que te envío. 16 Y beberán y se tambalearán y se portarán como locos por la espada que voy a enviar contra ellos”.+
17 Así que tomé de la mano de Jehová la copa e hice que bebieran de ella todas las naciones a las que Jehová me envió:+ 18 primero Jerusalén y las ciudades de Judá,+ sus reyes y sus príncipes, para convertirlos en una ruina, en motivo de horror, en objeto de silbidos y en una maldición,+ como es el caso hoy; 19 después el faraón —rey de Egipto—, sus siervos, sus príncipes y todo su pueblo,+ 20 y toda la mezcla de pueblos que vive allí; todos los reyes de la tierra de Uz; todos los reyes de la tierra de los filisteos,+ Asquelón,+ Gaza, Ecrón y los restantes de Asdod; 21 Edom,+ Moab+ y los ammonitas;+ 22 todos los reyes de Tiro, todos los reyes de Sidón+ y los reyes de la isla que está en el mar; 23 Dedán,+ Temá, Buz y todos los que se cortan el cabello de las sienes;+ 24 todos los reyes de los árabes+ y todos los reyes de la mezcla de pueblos que vive en el desierto; 25 todos los reyes de Zimrí, todos los reyes de Elam+ y todos los reyes de los medos;+ 26 y todos los reyes del norte —los de cerca y los de lejos—, uno tras otro, y todos los demás reinos que están sobre la faz de la tierra; y el rey de Sesac*+ beberá después de ellos.
27 “Y tienes que decirles: ‘Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “Beban, emborráchense, vomiten y cáiganse de forma que no puedan levantarse+ por la espada que voy a enviar contra ustedes”’. 28 Y, si ellos se niegan a recibir la copa que les das a beber, diles: ‘Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos: “¡Tienen que bebérsela! 29 Porque, miren, si primero voy a mandarle una calamidad a la ciudad que lleva mi nombre,+ ¿acaso deberían librarse ustedes del castigo?”’.+
”‘No se librarán del castigo, pues voy a convocar una espada contra todos los habitantes de la tierra’, afirma Jehová de los ejércitos.
30 ”Y tienes que profetizarles todas estas palabras y decirles:
‘Desde lo alto Jehová rugirá,
y desde su santa morada hará que se oiga su voz.
Rugirá con fuerza contra su lugar de residencia.
Gritando como los que pisan el lagar de vino,
cantará victorioso contra todos los habitantes de la tierra’.
31 ‘Se oirá un estruendo hasta los confines de la tierra,
pues Jehová tiene un pleito contra las naciones.
Él personalmente juzgará a toda la humanidad.*+
Y entregará a los malos a la espada’, afirma Jehová.
32 Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos:
‘¡Miren! Se está propagando una calamidad de nación a nación,+
y se desatará una gran tormenta desde las partes más remotas de la tierra.+
33 ”’Y los que Jehová mate ese día estarán esparcidos de un extremo al otro de la tierra. Nadie se pondrá de duelo por ellos ni tampoco serán recogidos ni enterrados. Llegarán a ser como estiércol sobre el suelo’.
34 ¡Ustedes, pastores, lloren y griten!
¡Ustedes, majestuosos del rebaño, revuélquense en el suelo,
porque ha llegado el momento de su matanza y de que sean dispersados,
y caerán como una vasija muy costosa!
35 Los pastores no tienen adónde huir,
y no hay escapatoria para los majestuosos del rebaño.
36 ¡Escuchen! Es el grito de los pastores
y el llanto de los majestuosos del rebaño,
porque Jehová está arrasando sus pastos.
37 Y las pacíficas moradas han quedado sin vida
por la ardiente furia de Jehová.
38 Él ha dejado su guarida igual que un león joven,*+
pues la tierra de ellos ha llegado a ser motivo de horror
por la cruel espada
y por la ardiente furia de él”.
26 Al principio del reinado de Jehoiaquim+ hijo de Josías —el rey de Judá—, llegaron estas palabras de parte de Jehová: 2 “Esto es lo que dice Jehová: ‘Ponte de pie en el patio de la casa de Jehová y háblale a* toda la gente de las ciudades de Judá que viene para adorar* en la casa de Jehová. Diles todo lo que yo te mande; no te calles ni una palabra. 3 Quizás escuchen y cada uno deje su mal camino, y entonces yo cambie de opinión sobre* la calamidad que tengo pensado mandarles por sus malas acciones.+ 4 Diles: “Esto es lo que dice Jehová: ‘Si ustedes no me escuchan y no siguen mi ley,* que les puse delante, 5 y no escuchan las palabras de mis siervos los profetas, a quienes les estoy enviando vez tras vez* y a quienes ustedes no han escuchado,+ 6 entonces yo haré que esta casa sea como Siló,+ y haré que esta ciudad sea un ejemplo de maldición para todas las naciones de la tierra’”’”.+
7 Y los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo oyeron a Jeremías decir estas palabras en la casa de Jehová.+ 8 Cuando Jeremías terminó de decir todo lo que Jehová le había mandado decir a todo el pueblo, entonces los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo lo agarraron y le dijeron: “Date por muerto. 9 ¿Por qué has profetizado en el nombre de Jehová diciendo ‘Esta casa será como Siló y esta ciudad quedará devastada y sin habitantes’?”. Y todo el pueblo se juntó alrededor de Jeremías en la casa de Jehová.
10 Cuando los príncipes de Judá oyeron estas palabras, subieron desde la casa* del rey hasta la casa de Jehová y se sentaron a la entrada de la puerta nueva de Jehová.+ 11 Los sacerdotes y los profetas les dijeron a los príncipes y a todo el pueblo: “Este hombre merece la pena de muerte,+ porque ha profetizado contra esta ciudad tal como ustedes lo oyeron con sus propios oídos”.+
12 Jeremías entonces les dijo a todos los príncipes y a todo el pueblo: “Fue Jehová quien me envió a profetizar contra esta casa y contra esta ciudad todas las palabras que ustedes oyeron.+ 13 Así que ahora corrijan su conducta y sus acciones, y obedezcan la voz de Jehová su Dios, y Jehová cambiará de opinión sobre* la calamidad que ha anunciado contra ustedes.+ 14 En cuanto a mí, estoy en manos de ustedes. Hagan conmigo lo que les parezca bien y vean apropiado. 15 Pero pueden estar seguros de que, si me matan, se mancharán con sangre inocente* tanto ustedes mismos como esta ciudad y sus habitantes, porque Jehová de veras me envió para decir todas estas palabras a oídos de ustedes”.
16 Entonces los príncipes y todo el pueblo les dijeron a los sacerdotes y a los profetas: “Este hombre no merece la pena de muerte, porque nos habló en el nombre de Jehová nuestro Dios”.
17 Además, algunos de los ancianos del país se levantaron y empezaron a decirle a toda la congregación del pueblo: 18 “Miqueas+ de Moréset, que profetizaba en los días del rey Ezequías+ de Judá, le dijo a todo el pueblo de Judá: ‘Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos:
“Sion será arada como un campo,
Jerusalén se convertirá en montones de ruinas+
y la montaña de la Casa* será como una colina cubierta de árboles”’.*+
19 ”¿Acaso el rey Ezequías de Judá, junto con todo Judá, lo mató? ¿No temió más bien a Jehová y le suplicó a Jehová,* y entonces Jehová cambió de opinión sobre* la calamidad que había anunciado mandarles?+ Pues nosotros estamos a punto de causarnos una gran calamidad.
20 ”Y también hubo otro hombre que profetizaba en el nombre de Jehová, Uriya hijo de Semaya de Quiryat-Jearim,+ que profetizó contra esta ciudad y contra este país con palabras parecidas a las de Jeremías. 21 El rey Jehoiaquim,+ todos sus hombres poderosos y todos los príncipes oyeron sus palabras, y el rey decidió matarlo.+ En cuanto Uriya se enteró, le dio miedo y huyó a Egipto. 22 Entonces el rey Jehoiaquim envió a Elnatán+ hijo de Acbor junto con otros hombres a Egipto. 23 Ellos sacaron a Uriya de Egipto y se lo llevaron al rey Jehoiaquim, quien lo mató con la espada+ y echó su cadáver en el cementerio de la gente común”.
24 Ahora bien, Ahicam+ hijo de Safán+ ayudó a Jeremías y evitó que lo entregaran en manos del pueblo para matarlo.+
27 Al principio del reinado de Jehoiaquim hijo de Josías —el rey de Judá—, Jeremías recibió estas palabras de parte de Jehová: 2 “Esto es lo que me ha dicho Jehová: ‘Hazte unas correas y unos yugos, y póntelos sobre el cuello. 3 Luego envíaselos al rey de Edom,+ al rey de Moab,+ al rey de los ammonitas,+ al rey de Tiro+ y al rey de Sidón+ por medio de los mensajeros que han venido a Jerusalén a ver al rey Sedequías de Judá. 4 Diles que les lleven a sus amos esta orden:
”’“Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel, y lo que ustedes deben decirles a sus amos: 5 ‘Fui yo, con mi gran poder y mi brazo poderoso, quien hizo la tierra, la humanidad y los animales que están sobre la faz de la tierra; y se la he dado a quien he querido* dársela.+ 6 Y ahora he entregado todos estos países en manos del rey Nabucodonosor+ de Babilonia, mi siervo; le he dado hasta los animales salvajes del campo para que le sirvan. 7 Todas las naciones le servirán a él, a su hijo y a su nieto hasta que le llegue la hora a su propio país;+ entonces muchas naciones y grandes reyes lo convertirán en su esclavo’.+
8 ”’”‘Si alguna nación o reino se niega a servir al rey Nabucodonosor de Babilonia y a poner su cuello bajo el yugo del rey de Babilonia, castigaré a esa nación con la espada,+ el hambre y la peste* —afirma Jehová— hasta que acabe con ellos por medio de él’.
9 ”’”‘Así que no escuchen a los profetas, adivinos, soñadores, magos o hechiceros de ustedes, que están diciéndoles: “No servirán al rey de Babilonia”. 10 Porque les están profetizando mentiras, y con ellas conseguirán que ustedes sean llevados lejos de su tierra y que yo los disperse y ustedes mueran.
11 ”’”’Pero a la nación que ponga su cuello bajo el yugo del rey de Babilonia y le sirva la dejaré quedarse* en su tierra —afirma Jehová— para que la cultive y viva en ella’”’”.
12 También le dije lo mismo al rey Sedequías+ de Judá: “Pongan su cuello bajo el yugo del rey de Babilonia y sírvanle a él y a su pueblo, y entonces seguirán viviendo.+ 13 ¿Por qué deben morir tú y tu pueblo por la espada,+ el hambre+ y la peste,+ tal como Jehová dijo que le pasaría a la nación que no sirviera al rey de Babilonia? 14 No escuchen las palabras de los profetas que les dicen ‘Ustedes no servirán al rey de Babilonia’,+ porque les están profetizando mentiras.+
15 ”‘Y es que yo no los he enviado —afirma Jehová—; ellos están profetizando mentiras en mi nombre, y conseguirán que yo los disperse y mueran, tanto ustedes como los profetas que están profetizando para ustedes’”.+
16 Y a los sacerdotes y a todo este pueblo les dije: “Esto es lo que dice Jehová: ‘No escuchen las palabras de sus profetas, que les profetizan diciendo “¡Miren! ¡Muy pronto traerán los utensilios de la casa de Jehová de vuelta desde Babilonia!”,+ porque les están profetizando mentiras.+ 17 No los escuchen. Sirvan al rey de Babilonia y seguirán viviendo.+ ¿Por qué tiene que acabar en ruinas esta ciudad? 18 Pero, si ellos son profetas y si han recibido las palabras de Jehová, que por favor le rueguen a Jehová de los ejércitos que no se lleven a Babilonia los utensilios que quedan en la casa de Jehová, en la casa* del rey de Judá y en Jerusalén’.
19 ”Porque esto es lo que dice Jehová de los ejércitos acerca de las columnas,+ el Mar,*+ los carritos+ y los otros utensilios que quedan en esta ciudad, 20 los cuales el rey Nabucodonosor de Babilonia no se llevó cuando desterró de Jerusalén a Babilonia a Jeconías hijo de Jehoiaquim, el rey de Judá, junto con todos los nobles de Judá y Jerusalén;+ 21 sí, esto es lo que Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel, dice acerca de los utensilios que quedan en la casa de Jehová, en la casa del rey de Judá y en Jerusalén: 22 ‘“Se los llevarán a Babilonia,+ y allí se quedarán hasta el día en que yo dirija mi atención hacia ellos —afirma Jehová—. Entonces los traeré de vuelta y los pondré de nuevo en este lugar”’”.+
28 Ese mismo año, al principio del reinado del rey Sedequías+ de Judá, en el cuarto año, en el quinto mes, el profeta Hananías hijo de Azur de Gabaón+ me dijo en la casa de Jehová delante de los sacerdotes y de todo el pueblo: 2 “Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Voy a romper el yugo del rey de Babilonia.+ 3 Dentro de dos años* voy a traer de vuelta a este lugar todos los utensilios de la casa de Jehová que el rey Nabucodonosor de Babilonia sacó de aquí y se llevó a Babilonia’”.+ 4 “‘Y traeré de vuelta aquí a Jeconías+ hijo de Jehoiaquim+ —el rey de Judá— y a todos los desterrados de Judá que han ido a Babilonia+ —afirma Jehová—, porque romperé el yugo del rey de Babilonia’”.
5 Entonces el profeta Jeremías se dirigió al profeta Hananías delante de los sacerdotes y de todos los del pueblo que estaban allí de pie en la casa de Jehová. 6 El profeta Jeremías dijo: “¡Amén!* ¡Que Jehová lo haga! ¡Que Jehová cumpla las palabras que profetizaste y traiga de vuelta de Babilonia los utensilios de la casa de Jehová y a todos los desterrados! 7 Pero, por favor, escucha este mensaje que voy a decir a oídos tuyos y de todo el pueblo. 8 Los profetas del pasado, mucho antes de ti y de mí, profetizaban guerras, calamidades y pestes* para muchos países y grandes reinos. 9 Si un profeta profetiza paz, solo se sabrá que de verdad lo envió Jehová si las palabras de ese profeta se cumplen”.
10 En eso, el profeta Hananías le quitó al profeta Jeremías el yugo que tenía sobre el cuello y lo rompió.+ 11 Hananías entonces dijo delante de todo el pueblo: “Esto es lo que dice Jehová: ‘Así mismo voy a romper dentro de dos años el yugo del rey Nabucodonosor de Babilonia y a quitárselo del cuello a todas las naciones’”.+ Y el profeta Jeremías siguió su camino.
12 Después de que el profeta Hananías rompió el yugo que el profeta Jeremías tenía sobre el cuello, Jeremías recibió este mensaje de Jehová: 13 “Ve y dile a Hananías: ‘Esto es lo que dice Jehová: “Has roto un yugo de madera,+ pero en su lugar harás uno de hierro”. 14 Porque esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “Pondré un yugo de hierro sobre el cuello de todas estas naciones, para que sirvan al rey Nabucodonosor de Babilonia, y tendrán que servirle.+ Hasta los animales salvajes del campo se los entregaré”’”.+
15 Entonces el profeta Jeremías le dijo al profeta Hananías:+ “¡Hananías, escucha, por favor! A ti no te ha enviado Jehová; tú has hecho que este pueblo confíe en una mentira.+ 16 Por lo tanto, esto es lo que dice Jehová: ‘¡Mira! Te voy a eliminar de la faz de la tierra. Este año vas a morir, porque has promovido la rebelión contra Jehová’”.+
17 Y el profeta Hananías murió aquel año, en el séptimo mes.
29 Estas son las palabras de la carta que el profeta Jeremías les envió desde Jerusalén al resto de los ancianos que había entre los desterrados, a los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo, a quienes Nabucodonosor había desterrado de Jerusalén a Babilonia, 2 después de que el rey Jeconías,+ la reina madre,*+ los funcionarios de la corte, los príncipes de Judá y Jerusalén, y los artesanos y herreros* hubieran salido de Jerusalén.+ 3 Envió la carta mediante Elasá hijo de Safán+ y Guemarías hijo de Hilquías, a quienes el rey Sedequías+ de Judá envió a Babilonia para presentarse ante el rey Nabucodonosor de Babilonia. En ella decía:
4 “Esto es lo que Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel, les dice a todos los desterrados, a quienes hice ir de Jerusalén al destierro en Babilonia: 5 ‘Construyan casas y vivan en ellas. Planten jardines y coman su fruto. 6 Tomen esposas y tengan hijos e hijas; casen a sus hijos y entreguen a sus hijas en matrimonio, para que también tengan hijos e hijas. Multiplíquense allá, y que su población no disminuya. 7 Busquen la paz de la ciudad a la cual los he desterrado y órenle a Jehová a favor de ella, porque la paz de ella significará paz para ustedes.+ 8 Porque esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “No se dejen engañar por los profetas ni por los adivinos que hay entre ustedes,+ y no presten atención a los sueños que ellos tienen. 9 Porque ‘les están profetizando mentiras en mi nombre. Yo no los he enviado’,+ afirma Jehová”’”.
10 “Porque esto es lo que dice Jehová: ‘Cuando se cumplan 70 años en Babilonia, yo dirigiré mi atención a ustedes+ y cumpliré mi promesa trayéndolos de vuelta a este lugar’.+
11 ”‘Porque sé muy bien lo que tengo en mente para ustedes —afirma Jehová—. Quiero que tengan paz, no calamidad.+ Quiero darles un futuro y una esperanza.+ 12 Ustedes me llamarán, acudirán a mí en oración, y yo los escucharé’.+
13 ”‘Ustedes me buscarán y me encontrarán,+ porque me buscarán con todo el corazón.+ 14 Y yo dejaré que me encuentren+ —afirma Jehová—. Reuniré a sus cautivos, los recogeré a ustedes de todas las naciones y de todos los lugares a los que los he dispersado+ —afirma Jehová—. Y los traeré de vuelta al lugar del que los desterré’.+
15 ”Pero ustedes han dicho: ‘Jehová nos ha dado profetas en Babilonia’.
16 ”Porque esto es lo que Jehová le dice al rey que se sienta en el trono de David+ y a toda la gente que vive en esta ciudad, sus hermanos que no se han ido con ustedes al destierro: 17 ‘Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos: “Voy a mandar contra ellos la espada, el hambre y la peste,*+ y haré que sean como higos podridos* que no se pueden comer de lo malos que son”’.+
18 ”‘Y los perseguiré con la espada,+ el hambre y la peste, y los convertiré en motivo de horror para todos los reinos de la tierra,+ en una maldición, en motivo de asombro, en objeto de silbidos+ y de insultos entre todas las naciones adonde los disperse,+ 19 porque ellos no han escuchado las palabras que les envié por medio de mis siervos los profetas —afirma Jehová—, a quienes envié una y otra vez’.*+
”‘Ahora bien, ustedes no han hecho caso’,+ afirma Jehová.
20 ”Por eso, oigan las palabras de Jehová, todos los desterrados, a quienes he enviado de Jerusalén a Babilonia. 21 Esto es lo que Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel, dice sobre Acab hijo de Colaya y Sedequías hijo de Maaseya, que les están profetizando mentiras en mi nombre:+ ‘Los voy a entregar en manos del rey Nabucodonosor* de Babilonia, y él los matará ante los ojos de ustedes. 22 Y lo que les pasará a ellos lo usarán todos los desterrados de Judá en Babilonia como una maldición. Dirán: “¡Que Jehová haga contigo lo que hizo con Sedequías y Acab, a quienes el rey de Babilonia asó al fuego!”. 23 Porque han actuado de una manera vergonzosa en Israel+ cometiendo adulterio con las esposas de otros y diciendo en mi nombre mentiras, cosas que yo no les ordené.+
”’“Yo soy el que sabe, y yo soy testigo”,+ afirma Jehová’”.
24 “Y a Semaya+ de Nehelam le dirás: 25 ‘Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “Les has enviado cartas en tu nombre a toda la gente que está en Jerusalén, a Sofonías+ hijo de Maaseya, el sacerdote, y a todos los sacerdotes. En ellas decía: 26 ‘Jehová te ha hecho sacerdote en lugar del sacerdote Jehoiadá para que seas el supervisor de la casa de Jehová, para que te encargues de cualquier loco que actúe como profeta y lo pongas en el cepo;*+ 27 entonces, ¿por qué no has reprendido a Jeremías de Anatot,+ que está actuando como profeta para ustedes?+ 28 Porque hasta nos envió este mensaje a Babilonia: “¡Va a pasar mucho tiempo! Construyan casas y vivan en ellas. Planten jardines y coman su fruto...”’”’”.+
29 Cuando el sacerdote Sofonías+ leyó esa carta a oídos del profeta Jeremías, 30 Jeremías recibió estas palabras de Jehová: 31 “Envíales este mensaje a todos los desterrados: ‘Esto es lo que dice Jehová sobre Semaya de Nehelam: “Como Semaya profetizó para ustedes sin que yo lo enviara e intentó que ustedes confiaran en mentiras,+ 32 esto es lo que dice Jehová: ‘Voy a castigar a Semaya de Nehelam y a sus descendientes. Ningún hombre de su familia sobrevivirá entre este pueblo; y él no verá las cosas buenas que voy a hacer por mi pueblo —afirma Jehová— porque ha promovido la rebelión contra Jehová’”’”.
30 Jeremías recibió de parte de Jehová estas palabras: 2 “Esto es lo que dice Jehová, el Dios de Israel: ‘Escribe en un libro todas las palabras que yo te diga. 3 Porque, “mira, se acercan los días —afirma Jehová— en que recogeré a los cautivos de mi pueblo, Israel y Judá+ —dice Jehová—, y los traeré de vuelta a la tierra que les di a sus antepasados, y de nuevo será suya”’”.+
4 Estas son las palabras que Jehová les dijo a Israel y a Judá.
5 Esto es lo que dice Jehová:
“Hemos oído gritos de pánico;
solo hay terror, y no hay paz.
6 Pregunten, por favor, si un varón puede dar a luz.
Entonces, ¿por qué veo a todos los hombres fuertes con las manos sobre el estómago*
como una mujer dando a luz?+
¿Por qué se han puesto pálidas todas las caras?
No hay otro igual.
Es un tiempo de angustia para Jacob.
Pero se le salvará de él”.
8 “Y ese día —afirma Jehová de los ejércitos— romperé tu yugo y te lo quitaré del cuello, y romperé en dos tus correas;* los extranjeros* no volverán a hacer de él* su esclavo. 9 Ellos servirán a Jehová su Dios y a David su rey, a quien haré surgir para ellos”.+
10 “Y tú, mi siervo Jacob, no tengas miedo —afirma Jehová—,
no te aterrorices, oh, Israel.+
Porque voy a salvarte de un lugar lejano,
y a tu descendencia, de la tierra de su cautiverio.+
Jacob volverá y estará tranquilo y en paz,
sin que nadie lo asuste”.+
11 “Porque yo estoy contigo —afirma Jehová— para salvarte.
Pero voy a exterminar a todas las naciones por las que te he esparcido;+
sin embargo, a ti no te voy a exterminar.+
12 Pues esto es lo que dice Jehová:
“No hay remedio para tu desgracia.+
Tu herida es incurable.
13 No hay quien defienda tu causa,
no hay forma de curar tu úlcera.
Para ti no hay cura.
14 Todos tus apasionados amantes se han olvidado de ti.+
Ya no te buscan más.
Pues te he golpeado como lo haría un enemigo,+
te he castigado como lo haría alguien cruel,
por tu enorme culpa y tus muchos pecados.+
15 ¿Por qué te quejas de tu desgracia?
¡Tu dolor es incurable!
Es por tu enorme culpa y tus muchos pecados+
por lo que yo te hice esto.
16 Así pues, todos los que te devoran serán devorados,+
y todos tus enemigos también irán al cautiverio.+
Los que te despojan serán despojados,
y haré que todos los que te saquean sean saqueados”.+
17 “Pero te devolveré la salud y sanaré tus heridas+ —afirma Jehová—
aunque te llamaron marginada diciendo:
‘Sion, a la que nadie busca’”.+
18 Esto es lo que dice Jehová:
“Voy a recoger a los cautivos de las tiendas de Jacob,+
y sentiré lástima por sus tabernáculos.
La ciudad será reconstruida en su montículo+
y la torre fortificada estará en su debido lugar.
19 Y de ellos saldrán canciones de agradecimiento y risas.+
20 Los hijos de él serán como en el pasado,
y su asamblea estará firmemente establecida delante de mí.+
Me encargaré de todos sus opresores.+
21 Su majestuoso líder será uno de su propia gente,
y de en medio de él saldrá su gobernante.
Haré que se acerque, y él se acercará a mí”.
“Porque, de lo contrario, ¿quién tendría el valor* para acercarse a mí?”, dice Jehová.
22 “Y ustedes serán mi pueblo+ y yo seré su Dios”.+
23 ¡Miren! Una tempestad de viento de Jehová se desatará con furia,+
una tormenta devastadora que baja como un torbellino sobre las cabezas de los malvados.
24 La furia ardiente de Jehová no se calmará
hasta que él haya hecho realidad las intenciones de su corazón y las haya llevado a cabo.+
Ustedes entenderán esto en la parte final de los días.+
31 “En ese tiempo —afirma Jehová—, yo seré el Dios de todas las familias de Israel y ellas serán mi pueblo”.+
2 Esto es lo que dice Jehová:
“A la gente que sobrevivió a la espada se le mostró favor en el desierto,
cuando Israel caminaba hacia su lugar de descanso”.
3 Jehová se me apareció desde lejos y dijo:
“Te he amado con un amor eterno.
Por eso te atraje a mí con* amor leal.+
4 De nuevo te reedificaré y serás reedificada.+
5 Volverás a plantar viñas en las montañas de Samaria;+
y los que las planten disfrutarán de su fruto.+
6 Porque llegará el día en que los centinelas de las montañas de Efraín gritarán:
‘¡Vamos, subamos a Sion, donde está Jehová nuestro Dios!’”.+
7 Porque esto es lo que dice Jehová:
“Griten con alegría a Jacob.
Griten felices porque ustedes están por encima de las naciones.+
Anúncienlo; den alabanzas y digan:
‘Oh, Jehová, salva a tu pueblo, al resto de Israel’.+
8 Voy a traerlos de vuelta desde la tierra del norte,+
los juntaré desde las partes más remotas de la tierra.+
Entre ellos estarán los ciegos y los cojos,+
las embarazadas y las que están por dar a luz, todos juntos.
Volverán acá como una gran multitud.+
9 Vendrán llorando.+
Yo los guiaré mientras me suplican.
Porque soy un Padre para Israel, y Efraín es mi primogénito”.+
10 Naciones, oigan las palabras de Jehová,
y anúncienlas en las islas lejanas:+
“Aquel que esparció a Israel lo juntará.
Él lo protegerá como un pastor lo hace con su rebaño.+
12 Vendrán y gritarán felices en lo alto de Sion+
y estarán radiantes por la bondad de* Jehová,
por los cereales, el vino nuevo+ y el aceite,
y por las crías de las ovejas y de las vacas.+
13 “En ese tiempo, la virgen bailará con alegría,
también los jóvenes junto con los viejos.+
Convertiré su duelo en felicidad.+
Los consolaré y cambiaré su dolor por alegría.+
14 Les daré a los sacerdotes alimento en abundancia,*
y mi pueblo quedará satisfecho con mi bondad”,+ afirma Jehová.
15 “Esto es lo que dice Jehová:
No se ha dejado consolar
porque ellos ya no están’”.+
16 Esto es lo que dice Jehová:
“‘Detén tu llanto, y que tus ojos no derramen más lágrimas,
porque recibirás una recompensa por lo que has hecho’, afirma Jehová.
‘Ellos volverán de la tierra del enemigo’.+
17 ‘Y hay una esperanza para ti en el futuro’,+ afirma Jehová.
‘Tus hijos volverán a su propio territorio’”.+
18 “He oído claramente a Efraín lamentándose:
‘Me has corregido, y he sido corregido,
como un ternero sin domar.
Tráeme de vuelta, que yo volveré,
porque tú eres Jehová mi Dios.
19 Después de volver, sentí remordimiento;+
después de que se me hizo entender, me golpeé el muslo en señal de dolor.
Me sentía avergonzado y humillado+
porque cargaba con la deshonra de mi juventud’”.
20 “¿No es Efraín para mí un hijo precioso, un hijo amado?+
Porque, por mucho que yo diga cosas contra él, aún lo sigo recordando.
Por eso mis emociones* se agitan por él.+
Sin falta le tendré compasión”, afirma Jehová.+
21 “Ponte marcas en el camino
y coloca señales.+
Presta atención al camino, la ruta por la que tienes que ir.+
Vuelve, oh, virgen de Israel. Vuelve a estas ciudades tuyas.
22 ¿Hasta cuándo estarás indecisa, oh, hija infiel?
Pues Jehová ha creado algo nuevo en la tierra:
una mujer buscará ansiosamente a un hombre”.
23 Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “Ellos volverán a decir estas palabras en la tierra de Judá y en sus ciudades cuando yo traiga de vuelta a sus cautivos: ‘Que Jehová te bendiga, oh, morada justa,+ montaña santa’.+ 24 Y en ella vivirán todos juntos, Judá y todas sus ciudades, los agricultores y los que guían a los rebaños.+ 25 Porque voy a saciar al cansado y a satisfacer al que está débil”.+
26 En eso desperté y abrí los ojos; había disfrutado de mi sueño.
27 “Mira, se acercan los días —afirma Jehová— en que sembraré la casa de Israel y la casa de Judá con semilla* de hombre y con semilla de ganado”.+
28 “Tal como estuve pendiente de ellos para arrancar, demoler, derrumbar, destruir y hacer daño,+ así estaré pendiente de ellos para edificar y plantar+ —afirma Jehová—. 29 En esos días ya no dirán: ‘Los padres comieron uvas ácidas, pero fue a los hijos a quienes les dio dentera’.*+ 30 Más bien, cada uno morirá por su propio error. Si alguien come uvas ácidas, la dentera le va a dar a él”.
31 “Mira, se acercan los días —afirma Jehová— en que haré un nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.+ 32 No será como el pacto que hice con sus antepasados el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto,+ ‘el pacto mío que ellos rompieron,+ aunque yo era su verdadero amo’,* afirma Jehová”.
33 “Pues el pacto que haré con la casa de Israel después de esos días —afirma Jehová— es este. Pondré mi ley dentro de ellos+ y la escribiré en su corazón.+ Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo”.+
34 “Y ya nadie le enseñará a su prójimo ni a sus hermanos diciéndoles ‘¡Conozcan a Jehová!’,+ porque todos me conocerán, desde el menor hasta el mayor+ —afirma Jehová—. Y yo perdonaré su error y no me acordaré más de su pecado”.+
35 Esto es lo que dice Jehová,
quien da el sol para iluminar el día,
las leyes* de la luna y las estrellas para iluminar la noche,
quien agita el mar y hace rugir sus olas,
quien tiene por nombre Jehová de los ejércitos:+
36 “‘Solo si estas normas llegaran a fallar —afirma Jehová—,
solo entonces la descendencia de Israel dejaría de ser una nación delante de mí para siempre’”.+
37 Esto es lo que dice Jehová: “‘Solo si los cielos arriba pudieran medirse y los cimientos de la tierra abajo pudieran explorarse, solo entonces yo podría rechazar a toda la descendencia de Israel por todo lo que han hecho’, afirma Jehová”.+
38 “Mira, se acercan los días —afirma Jehová— en que la ciudad será reconstruida+ para Jehová desde la Torre de Hananel+ hasta la Puerta de la Esquina.+ 39 Y el cordón de medir+ se extenderá directamente hasta la colina de Gareb, y girará hacia Goá. 40 Y todo el valle* de los cadáveres y de las cenizas* y toda la ladera* hasta el valle de Cedrón,+ hasta la esquina de la Puerta de los Caballos+ hacia el este, será algo santo para Jehová.+ La ciudad nunca más volverá a ser arrancada ni demolida”.
32 En el año 10 del rey Sedequías de Judá, es decir, en el año 18 de Nabucodonosor,*+ Jeremías recibió las palabras de Jehová. 2 Por aquel tiempo, los ejércitos del rey de Babilonia tenían a Jerusalén cercada, y el profeta Jeremías estaba preso en el Patio de la Guardia+ de la casa* del rey de Judá. 3 Porque el rey Sedequías de Judá lo había encerrado+ diciendo: “¿Por qué profetizas esas cosas? Tú dices: ‘Esto es lo que dice Jehová: “Haré que esta ciudad caiga en manos del rey de Babilonia, y él la conquistará,+ 4 y el rey Sedequías de Judá no escapará de los caldeos, porque sin falta será entregado en manos del rey de Babilonia; le hablará cara a cara, mirándolo a los ojos”’.+ 5 ‘Él llevará a Sedequías a Babilonia, y allí se quedará hasta que yo le dirija mi atención —afirma Jehová—. Aunque ustedes sigan luchando contra los caldeos, no tendrán éxito’”.+
6 Jeremías dijo: “Recibí estas palabras de Jehová: 7 ‘Hanamel, el hijo de tu tío* Salum, vendrá y te dirá: “Cómprate el campo que tengo en Anatot,+ porque tú eres el primero que tiene el derecho de recomprarlo”’”.+
8 Y, tal como Jehová había dicho, Hanamel —el hijo de mi tío— vino a verme al Patio de la Guardia y me dijo: “Por favor, compra el campo que tengo en Anatot, en la tierra de Benjamín, porque tú tienes el derecho de quedarte con él y recomprarlo. Cómpratelo”. En ese momento supe que aquello era por las palabras de Jehová.
9 Así que le compré a Hanamel —el hijo de mi tío— el campo de Anatot. Le pesé el dinero:+ 7 siclos* y 10 piezas de plata. 10 Entonces lo registré en una escritura,+ la sellé, mandé llamar testigos+ y pesé el dinero en la balanza. 11 Tomé la escritura de compra que se selló de acuerdo con la ley y los requisitos legales, y también la que se dejó sin sellar, 12 y le di la escritura de compra a Baruc+ hijo de Nerías,+ hijo de Mahseya, en presencia de Hanamel, el hijo de mi tío, de los testigos que firmaron la escritura de compra y de todos los judíos que estaban sentados en el Patio de la Guardia.+
13 Entonces, en presencia de ellos, le ordené a Baruc: 14 “Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Toma estas escrituras, la escritura de compra sellada y la otra escritura que se dejó sin sellar, y ponlas en una vasija de barro para que se conserven por mucho tiempo’. 15 Pues esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Se volverán a comprar casas, campos y viñas en este país’”.+
16 Después de darle la escritura de compra a Baruc hijo de Nerías, le oré a Jehová. Le dije: 17 “¡Ay, Señor Soberano Jehová! Mira, tú hiciste los cielos y la tierra con tu gran poder+ y con tu brazo poderoso. Nada es demasiado extraordinario para ti. 18 Tú les demuestras amor leal a miles, pero haces que los errores de los padres recaigan en* sus hijos.+ Tú eres el Dios verdadero, el Grande y Poderoso, que tiene por nombre Jehová de los ejércitos. 19 Eres grandioso en tus propósitos* y poderoso en tus actos.+ Tus ojos observan todo lo que hacen los hombres+ para pagarle a cada uno según su conducta y según lo que hace.+ 20 En la tierra de Egipto hiciste milagros y señales, que se conocen hasta el día de hoy, y así te hiciste un nombre en Israel y entre la humanidad,+ como es el caso hoy. 21 Y sacaste a tu pueblo Israel de la tierra de Egipto con señales y milagros, con mano poderosa y brazo poderoso, y con actos aterradores.+
22 ”Con el tiempo les diste esta tierra que juraste darles a sus antepasados,+ una tierra que rebosa de leche y miel.+ 23 Ellos entraron y la ocuparon, pero no obedecieron tu voz ni anduvieron según tu ley. No hicieron nada de lo que les ordenaste, y por eso les mandaste toda esta calamidad.+ 24 ¡Mira! Han venido hombres con rampas de ataque para conquistar la ciudad.+ Y, debido a la espada,+ el hambre y la peste,*+ la ciudad sin falta caerá en manos de los caldeos que pelean contra ella; como ves, todo lo que dijiste se ha cumplido. 25 Pero tú, oh, Señor Soberano Jehová, me has dicho ‘Cómprate el campo con dinero y manda llamar testigos’ a pesar de que es seguro que la ciudad será entregada en manos de los caldeos”.
26 En eso Jeremías recibió estas palabras de Jehová: 27 “Yo soy Jehová, el Dios de toda la humanidad.* ¿Acaso hay algo demasiado extraordinario para mí? 28 Por eso Jehová dice: ‘Haré que esta ciudad caiga en manos de los caldeos y en manos del rey Nabucodonosor* de Babilonia, y él la conquistará.+ 29 Y los caldeos que están peleando contra esta ciudad entrarán y le prenderán fuego a la ciudad. La quemarán+ junto con las casas en cuyas azoteas la gente le ofrecía sacrificios a Baal y derramaba ofrendas líquidas para otros dioses con tal de provocarme’.+
30 ”‘Porque la gente de Israel y de Judá ha hecho desde su juventud solo lo que está mal a mis ojos;+ el pueblo de Israel no deja de provocarme con las obras de sus manos —afirma Jehová—. 31 Porque esta ciudad, desde el día en que la construyeron hasta hoy, solo me ha hecho enojar y sentir furia,+ de modo que tiene que ser quitada de enfrente de mi rostro,+ 32 por todas las cosas malas que la gente de Israel y de Judá ha hecho para provocarme, ellos, sus reyes,+ sus príncipes,+ sus sacerdotes, sus profetas+ y los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén. 33 Siguieron dándome la espalda en vez de la cara;+ yo intenté enseñarles vez tras vez,* pero ninguno quiso escuchar ni aceptar la disciplina.+ 34 Y pusieron sus ídolos repugnantes en la casa que lleva mi nombre para contaminarla.+ 35 Además, construyeron los lugares altos de Baal en el valle del Hijo de Hinón,*+ para quemar a sus hijos y sus hijas en* el fuego como sacrificio a Mólek,+ cosa que yo no había mandado.+ Nunca me pasó por la mente* pedirles que hicieran algo tan detestable, haciendo así que Judá pecara’.
36 ”Por lo tanto, esto es lo que Jehová, el Dios de Israel, dice sobre esta ciudad que ustedes dicen que será entregada en manos del rey de Babilonia por la espada, el hambre y la peste: 37 ‘Voy a recogerlos de todas las tierras a las que los dispersé con ira, furia y gran indignación;+ los traeré de vuelta a este lugar y haré que vivan seguros.+ 38 Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios.+ 39 Y les daré un solo corazón+ y un solo camino para que me teman siempre, por su propio bien y el de sus hijos después de ellos.+ 40 Y haré un pacto eterno con ellos:+ no dejaré de hacer cosas buenas por ellos;+ y les pondré en su corazón el temor de mí para que no se aparten de mí.+ 41 Me dará mucha alegría hacer cosas buenas por ellos,+ y los plantaré firmemente en esta tierra,+ con todo mi corazón y con toda mi alma’”.*
42 “Porque esto es lo que dice Jehová: ‘Tal como le he mandado a este pueblo toda esta gran calamidad, también le voy a mandar todas las cosas buenas* que le estoy prometiendo.+ 43 Y se volverán a comprar campos en esta tierra+ aunque ustedes estén diciendo: “Está desierta, sin hombres ni animales, y ha sido entregada en manos de los caldeos”’.
44 ”‘La gente comprará campos con dinero, registrará y sellará escrituras de compra, y llamará a testigos en la tierra de Benjamín,+ en los alrededores de Jerusalén, en las ciudades de Judá,+ en las ciudades de la región montañosa, en las ciudades de la tierra baja+ y en las ciudades del sur, porque traeré de vuelta a sus cautivos’,+ afirma Jehová”.
33 Jeremías recibió las palabras de Jehová por segunda vez mientras seguía preso en el Patio de la Guardia:+ 2 “Esto es lo que dice Jehová, el que hizo la tierra, Jehová, el que la formó y la estableció firmemente; su nombre es Jehová: 3 ‘Llámame, que yo te responderé y te contaré cosas grandes e incomprensibles, cosas que tú no sabías’”.+
4 “Porque esto es lo que dice Jehová, el Dios de Israel, acerca de las casas de esta ciudad y las casas de los reyes de Judá que están demolidas debido a las rampas de ataque y la espada,+ 5 y acerca de los que están viniendo a pelear contra los caldeos, haciendo que los cadáveres de esos que maté en mi ira y mi furia llenen las casas, esos que con su maldad hicieron que ocultara mi rostro de esta ciudad: 6 ‘Voy a curarla y a devolverle la salud;+ voy a sanarlos y a darles paz y seguridad* en abundancia.+ 7 Y traeré de vuelta a los cautivos de Judá y a los cautivos de Israel,+ y voy a edificarlos como lo hice al principio.+ 8 Y los purificaré de toda la culpa por sus pecados contra mí,+ y perdonaré toda la culpa por sus pecados y sus ofensas* contra mí.+ 9 Y el nombre de esta ciudad me dará alegría y será motivo de alabanza y hermosura para mí ante todas las naciones de la tierra que oigan todas las cosas buenas que yo les conceda.+ Y las naciones sentirán terror y temblarán+ por todas las cosas buenas y la paz que le concederé a ella’”.+
10 “Esto es lo que dice Jehová: ‘En este lugar del que ustedes dirán que está desierto —sin hombres ni animales—, sí, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén que están desoladas —sin hombres, habitantes ni animales—, volverán a oírse 11 gritos de alegría y felicidad,+ la voz del novio y de la novia, la voz de quienes dicen: “¡Denle gracias a Jehová de los ejércitos, porque Jehová es bueno;+ su amor leal dura para siempre!”’.+
”‘Ellos llevarán ofrendas de agradecimiento a la casa de Jehová,+ porque yo traeré de vuelta a los cautivos de la tierra, como al principio’, dice Jehová”.
12 “Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos: ‘En este lugar desierto, sin hombres ni animales, y en todas sus ciudades, volverá a haber pastos para que los pastores lleven a sus rebaños a descansar’.+
13 ”‘En las ciudades de la región montañosa, en las ciudades de la tierra baja, en las ciudades del sur, en la tierra de Benjamín, en los alrededores de Jerusalén+ y en las ciudades de Judá,+ los pastores nuevamente contarán las ovejas que vayan pasando bajo sus manos’, dice Jehová”.
14 “‘Mira, se acercan los días —afirma Jehová— en que cumpliré la buena promesa que hice sobre la casa de Israel y la casa de Judá.+ 15 En esos días y en ese tiempo haré que brote para David un brote* justo,+ que impartirá justicia y rectitud en la tierra.+ 16 En esos días se salvará a Judá,+ y Jerusalén vivirá segura.+ Y así es como la llamarán: Jehová Es Nuestra Justicia’”.+
17 “Porque esto es lo que dice Jehová: ‘Siempre habrá un descendiente de David que se siente en el trono de la casa de Israel,+ 18 y los sacerdotes levitas siempre tendrán un hombre delante de mí para presentar ofrendas quemadas, quemar ofrendas de grano y ofrecer sacrificios’”.
19 Y Jeremías de nuevo recibió las palabras de Jehová: 20 “Esto es lo que dice Jehová: ‘Solo si ustedes pudieran romper mi pacto acerca del día y mi pacto acerca de la noche —de modo que el día y la noche no lleguen a su tiempo—,+ 21 solo entonces podría romperse mi pacto con mi siervo David,+ de modo que él no tenga un hijo gobernando como rey en su trono;+ y lo mismo con mi pacto con los sacerdotes levitas, mis siervos.*+ 22 Tan seguro como que no puede contarse el ejército de los cielos ni medirse la arena del mar, yo multiplicaré la descendencia de mi siervo David y los levitas que me están sirviendo’”.
23 Y Jeremías de nuevo recibió las palabras de Jehová: 24 “¿No te has fijado en lo que dice esta gente? Dicen: ‘Jehová rechazará a las dos familias que eligió’. Y tratan a mi propio pueblo con falta de respeto, y ya no lo ven como una nación.
25 ”Esto es lo que dice Jehová: ‘Tan seguro como que he establecido un pacto acerca del día y la noche,+ las leyes* del cielo y la tierra,+ 26 yo nunca rechazaré a la descendencia de Jacob ni de mi siervo David; seguiré escogiendo de su descendencia gobernantes para los descendientes de Abrahán, Isaac y Jacob. Porque traeré de vuelta a sus cautivos+ y les tendré compasión’”.+
34 Cuando el rey Nabucodonosor* de Babilonia, todo su ejército, todos los reinos de la tierra bajo su dominio y todos los pueblos estaban peleando contra Jerusalén y todas sus ciudades, Jeremías recibió estas palabras de parte de Jehová:+
2 “Esto es lo que dice Jehová, el Dios de Israel: ‘Ve y habla con el rey Sedequías+ de Judá. Dile: “Esto es lo que dice Jehová: ‘Haré que esta ciudad caiga en manos del rey de Babilonia, y él la quemará con fuego.+ 3 Y tú no escaparás de sus manos, porque sin falta te capturarán y te entregarán a él.+ Mirarás al rey de Babilonia a los ojos, y él hablará contigo cara a cara, e irás a Babilonia’.+ 4 Sin embargo, oh, rey Sedequías de Judá, oye las palabras de Jehová: ‘Esto es lo que Jehová dice sobre ti: “No morirás a espada. 5 Tendrás una muerte pacífica,+ y en tu funeral te harán una hoguera igual que se la hicieron a tus padres, los reyes que vinieron antes de ti, y se lamentarán por ti diciendo ‘¡Ay, amo nuestro!’. Y es que ‘soy yo el que ha dicho esas palabras’, afirma Jehová”’”’”.
6 El profeta Jeremías entonces le dijo todas esas palabras al rey Sedequías de Judá en Jerusalén 7 mientras los ejércitos del rey de Babilonia peleaban contra Jerusalén y todas las ciudades de Judá que quedaban,+ contra Lakís+ y Azecá;+ porque esas eran las únicas ciudades fortificadas que quedaban de las ciudades de Judá.
8 Jeremías recibió las palabras de Jehová después de que el rey Sedequías hizo un pacto con toda la gente en Jerusalén para proclamar una liberación,+ 9 para que cada uno pusiera en libertad a sus esclavos hebreos, tanto a hombres como a mujeres, y que así ninguno tuviera como esclavo a otro judío. 10 Y todos los príncipes y toda la gente obedecieron. Se habían comprometido a cumplir con el pacto de poner en libertad a sus esclavos y esclavas, y de no seguir teniéndolos como esclavos. Obedecieron y los liberaron. 11 Sin embargo, más tarde trajeron de vuelta a los esclavos y esclavas que habían liberado, y los obligaron a ser esclavos de nuevo. 12 Por eso Jeremías recibió estas palabras de Jehová de parte de Jehová:
13 “Esto es lo que dice Jehová, el Dios de Israel: ‘El día en que saqué a sus antepasados de la tierra de Egipto, donde eran esclavos,+ yo hice un pacto con ellos+ diciendo: 14 “Al cabo de siete años, todos ustedes deben poner en libertad a cada uno de los hermanos hebreos de ustedes que hayan comprado y que les hayan servido durante seis años; tienen que liberarlos”.+ Pero los antepasados de ustedes no me obedecieron ni prestaron atención.* 15 Y recientemente* ustedes cambiaron e hicieron lo que estaba bien a mis ojos al declarar libre a su prójimo. Hicieron un pacto ante mí en la casa que lleva mi nombre. 16 Pero después se echaron atrás y profanaron mi nombre+ haciendo volver a los esclavos y esclavas que habían liberado de acuerdo con los deseos* de ellos, y los obligaron a ser esclavos de nuevo’.
17 ”Por lo tanto, esto es lo que dice Jehová: ‘Ustedes no me obedecieron, no declararon libre a su hermano ni a su prójimo.+ Así que ahora yo voy a declararlos libres a ustedes —afirma Jehová—, libres para morir por la espada, la peste* y el hambre,+ y los convertiré en motivo de horror para todos los reinos de la tierra.+ 18 Y esto es lo que va a pasarles a los hombres que rompieron mi pacto al no cumplir con las palabras del pacto que hicieron ante mí cuando ellos cortaron en dos el ternero y pasaron entre las dos mitades,+ 19 o sea, los príncipes de Judá, los príncipes de Jerusalén, los funcionarios de la corte, los sacerdotes y toda la gente del país que pasó entre las dos mitades del ternero: 20 haré que caigan en manos de sus enemigos y de los que quieren quitarles la vida,* y sus cadáveres se convertirán en alimento para las aves del cielo y los animales de la tierra.+ 21 Y haré que el rey Sedequías de Judá y sus príncipes caigan en manos de sus enemigos y de los que quieren quitarles la vida* y en manos de los ejércitos del rey de Babilonia,+ que se están retirando’.+
22 ”‘Voy a dar la orden —afirma Jehová—, y los traeré de vuelta a esta ciudad, y ellos pelearán contra ella, la conquistarán y la quemarán con fuego;+ y haré que las ciudades de Judá queden desiertas, sin habitantes’”.+
35 En los días de Jehoiaquim+ hijo de Josías —el rey de Judá—, Jeremías recibió estas palabras de parte de Jehová: 2 “Ve a ver a la familia de los recabitas,+ habla con ellos y llévalos a la casa de Jehová, a uno de los comedores;* entonces ofréceles vino”.
3 Así que llevé a Jaazanías, hijo de Jeremías, hijo de Habazinías, a sus hermanos, a todos sus hijos y a toda la familia de los recabitas 4 a la casa de Jehová. Los llevé al comedor de los hijos de Hanán hijo de Igdalías, un hombre del Dios verdadero, al lado del comedor de los príncipes que estaba encima del comedor de Maaseya hijo de Salum, el portero. 5 Entonces puse vasos y copas llenos de vino delante de los hombres de la casa de los recabitas y les dije: “Beban vino”.
6 Pero ellos dijeron: “No beberemos vino, porque Jehonadab*+ hijo de Recab, nuestro antepasado, nos dio este mandato: ‘Nunca beban vino, ni ustedes ni sus hijos. 7 Tampoco construyan casas, ni siembren semillas, ni planten ni consigan viñas. En vez de eso, vivan siempre en tiendas de campaña, para que así puedan vivir mucho tiempo en la tierra en la que residen como extranjeros’. 8 De modo que nosotros seguimos obedeciendo las palabras de Jehonadab, hijo de nuestro antepasado Recab, todo lo que él nos mandó; nunca bebemos vino, ni nosotros ni nuestras esposas ni nuestros hijos ni nuestras hijas. 9 Tampoco construimos casas para vivir en ellas, ni tenemos viñas, campos o semillas. 10 Seguimos viviendo en tiendas y obedeciendo todo lo que nuestro antepasado Jehonadab* nos mandó. 11 Pero, cuando el rey Nabucodonosor* de Babilonia subió a atacar el país,+ dijimos: ‘Vamos, entremos en Jerusalén para escapar del ejército de los caldeos y de los sirios’. Y ahora vivimos en Jerusalén”.
12 Y Jeremías recibió estas palabras de Jehová: 13 “Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Ve y diles a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén: “¿No se les ha dicho a ustedes vez tras vez que obedezcan mis palabras?+ —afirma Jehová—. 14 Jehonadab hijo de Recab les mandó a sus descendientes que no bebieran vino, y ellos han obedecido sus palabras no bebiendo vino hasta el día de hoy; así han cumplido la orden de su antepasado.+ Ahora bien, yo les he hablado a ustedes una y otra vez,* pero ustedes no me han obedecido.+ 15 Y les envié vez tras vez* a todos mis siervos los profetas+ para decir: ‘¡Por favor, que cada uno de ustedes deje su mal camino+ y haga lo que está bien! No sigan a otros dioses ni les sirvan. Así seguirán viviendo en la tierra que les di a ustedes y a sus antepasados’.+ Pero ustedes no prestaron atención* ni me escucharon. 16 Los descendientes de Jehonadab hijo de Recab cumplen con la orden que les dio su antepasado,+ pero a mí este pueblo no me escucha”’”.
17 “Por lo tanto, esto es lo que dice Jehová, el Dios de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Voy a mandarles a Judá y a todos los habitantes de Jerusalén la calamidad que les advertí,+ porque les hablaba, pero no me hacían caso, y los llamaba, pero no respondían’”.+
18 Y Jeremías les dijo a los de la casa de los recabitas: “Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Como ustedes han obedecido la orden de su antepasado Jehonadab y siguen obedeciendo todas sus órdenes, cumpliendo al pie de la letra con lo que él les mandó, 19 esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “Siempre habrá un descendiente de Jehonadab* hijo de Recab sirviendo en mi presencia”’”.
36 En el cuarto año de Jehoiaquim+ hijo de Josías —el rey de Judá—, Jeremías recibió estas palabras de parte de Jehová: 2 “Toma un rollo* y escribe en él todas las palabras que te he dicho contra Israel, Judá+ y todas las naciones+ desde el primer día en que te hablé en los días de Josías hasta hoy.+ 3 Cuando los de la casa de Judá escuchen toda la calamidad que tengo pensado mandarles, quizás dejen su mal camino y así pueda perdonarles su error y su pecado”.+
4 Jeremías entonces llamó a Baruc+ hijo de Nerías y le dictó todas las palabras que Jehová le había dicho, y Baruc las escribió en el rollo.*+ 5 Entonces Jeremías le ordenó a Baruc: “Yo tengo prohibido entrar en la casa de Jehová, 6 así que tienes que entrar tú y leer del rollo en voz alta las palabras de Jehová que te dicté. Léelas a oídos del pueblo en la casa de Jehová en un día de ayuno; así se las leerás a toda la gente de Judá que viene de sus ciudades. 7 Quizás su súplica llegue a Jehová y cada uno deje su mal camino, porque grande es la ira y la furia que Jehová ha expresado contra este pueblo”.
8 Así que Baruc hijo de Nerías hizo todo lo que le había mandado el profeta Jeremías; leyó en voz alta en la casa de Jehová las palabras de Jehová que estaban en el rollo.*+
9 En el quinto año de Jehoiaquim+ hijo de Josías —el rey de Judá—, en el noveno mes, toda la gente de Jerusalén y toda la gente que llegó de las ciudades de Judá a Jerusalén recibieron la orden de hacer un ayuno delante de Jehová.+ 10 Baruc entonces leyó en voz alta en la casa de Jehová las palabras de Jeremías que estaban en el rollo.* Las leyó a oídos de todo el pueblo en el cuarto* de Guemarías+ hijo del copista* Safán,+ en el patio superior, a la entrada de la puerta nueva de la casa de Jehová.+
11 Cuando Micaya, hijo de Guemarías, hijo de Safán, oyó todas las palabras de Jehová que estaban en el rollo,* 12 bajó a la casa* del rey, al cuarto del secretario. Todos los príncipes* estaban allí sentados: el secretario Elisamá,+ Delayá hijo de Semaya, Elnatán+ hijo de Acbor,+ Guemarías hijo de Safán, Sedequías hijo de Hananías, y todos los demás príncipes. 13 Micaya les dijo todas las palabras que había oído cuando Baruc leyó el rollo* a oídos del pueblo.
14 Entonces todos los príncipes mandaron a Jehudí, hijo de Netanías, hijo de Selemías, hijo de Cusí, para que le dijera a Baruc: “Ven y trae el rollo que leíste a oídos del pueblo”. Y Baruc hijo de Nerías agarró el rollo y fue adonde estaban ellos. 15 Ellos le dijeron: “Siéntate, por favor, y léenoslo a nosotros”. Entonces Baruc se lo leyó.
16 En cuanto oyeron todas las palabras, se miraron asustados unos a otros y le dijeron a Baruc: “Sin falta tenemos que decirle al rey todas estas palabras”. 17 Le preguntaron a Baruc: “Por favor, dinos cómo escribiste todas estas palabras. ¿Te las dictó él?”. 18 Baruc les contestó: “Él me dictó todas estas palabras, y yo las escribí con tinta en este rollo”.* 19 Los príncipes le dijeron a Baruc: “Vayan y escóndanse, tú y Jeremías; que nadie sepa dónde están”.+
20 Entonces fueron a ver al rey, en el patio. Guardaron el rollo en el cuarto del secretario Elisamá y le dijeron al rey todo lo que habían oído.
21 Y el rey mandó a Jehudí+ a traer el rollo. Jehudí lo trajo del cuarto del secretario Elisamá, y lo empezó a leer a oídos del rey y de todos los príncipes que estaban de pie junto al rey. 22 Era el noveno mes* y el rey estaba sentado en la casa de invierno, frente al fuego de un brasero. 23 Cada vez que Jehudí terminaba de leer tres o cuatro columnas, el rey cortaba ese pedazo con un cuchillo de secretario y lo echaba al fuego que ardía en el brasero, y así hasta que el rollo entero terminó en el fuego del brasero. 24 Y ni el rey ni ninguno de los siervos de él que oyeron todas esas palabras sintieron ningún miedo ni se rasgaron la ropa. 25 Aunque Elnatán,+ Delayá+ y Guemarías+ le rogaron al rey que no quemara el rollo, él no les hizo caso. 26 Es más, el rey les ordenó a Jerahmeel —el hijo del rey—, a Seraya hijo de Azriel y a Selemías hijo de Abdeel que capturaran al secretario Baruc y al profeta Jeremías, pero Jehová los mantuvo ocultos.+
27 Después de que el rey quemó el rollo con las palabras que Jeremías le había dictado a Baruc, Jeremías volvió a recibir las palabras de Jehová:+ 28 “Consigue otro rollo y escribe en él las mismas palabras que había en el primer rollo, el que quemó el rey Jehoiaquim de Judá.+ 29 Y dirás lo siguiente contra el rey Jehoiaquim de Judá: ‘Esto es lo que dice Jehová: “Tú quemaste este rollo y dijiste: ‘¿Por qué escribiste en él que el rey de Babilonia sin falta vendrá, que destruirá este país y que lo dejará sin hombres ni animales?’.+ 30 Por lo tanto, esto es lo que dice Jehová contra el rey Jehoiaquim de Judá: ‘No tendrá a nadie que se siente en el trono de David,+ y su cadáver quedará expuesto al calor del día y a las heladas de la noche.+ 31 Le pediré cuentas por su error a él, a sus descendientes y a sus siervos. Tanto a ellos como a los habitantes de Jerusalén y a los hombres de Judá les mandaré toda la calamidad que anuncié contra ellos+ pero que no quisieron escuchar’”’”.+
32 Entonces Jeremías consiguió otro rollo y se lo dio al secretario Baruc hijo de Nerías,+ quien escribió allí lo que Jeremías le iba dictando: todas las palabras del rollo* que el rey Jehoiaquim de Judá había quemado en el fuego.+ Y se le añadieron muchas otras palabras como esas.
37 Y el rey Sedequías+ hijo de Josías empezó a reinar en lugar de Conías*+ hijo de Jehoiaquim, pues el rey Nabucodonosor* de Babilonia lo hizo rey en la tierra de Judá.+ 2 Pero él, sus siervos y la gente de la tierra no hicieron caso de las palabras que Jehová dijo por medio del profeta Jeremías.
3 El rey Sedequías mandó a Jehucal+ hijo de Selemías y a Sofonías+ hijo de Maaseya, el sacerdote, para decirle al profeta Jeremías: “Por favor, ora por nosotros a Jehová nuestro Dios”. 4 Jeremías andaba libremente entre el pueblo porque todavía no lo habían metido en prisión.+ 5 El ejército del faraón había salido de Egipto+ y, cuando los caldeos que cercaban Jerusalén se enteraron de eso, se retiraron de Jerusalén.+ 6 Entonces el profeta Jeremías recibió estas palabras de Jehová: 7 “Esto es lo que dice Jehová, el Dios de Israel: ‘Al rey de Judá, quien los envió para consultarme, deben decirle esto: “Miren, el ejército del faraón que está viniendo para ayudarlos tendrá que regresar a Egipto, su país.+ 8 Y los caldeos volverán, pelearán contra esta ciudad, la conquistarán y la quemarán con fuego”.+ 9 Esto es lo que dice Jehová: “No se engañen a sí mismos diciendo ‘Es seguro que los caldeos se van a ir y dejarán de atacarnos’, porque no se irán. 10 Incluso si ustedes acabaran con todo el ejército de los caldeos que está peleando contra ustedes y solo quedaran hombres heridos entre ellos, estos saldrían de sus tiendas de campaña y quemarían esta ciudad con fuego”’”.+
11 Después de que el ejército caldeo se retiró de Jerusalén debido al ejército del faraón,+ 12 Jeremías salió de Jerusalén y fue a la tierra de Benjamín+ para recibir la parte que le correspondía allí entre su gente. 13 Pero, cuando llegó a la Puerta de Benjamín, el oficial encargado de la guardia, que se llamaba Iriya —hijo de Selemías, hijo de Hananías—, agarró al profeta Jeremías y dijo: “¡Tú te estás pasando al bando de los caldeos!”. 14 “¡No, eso no es cierto! —le dijo Jeremías—. No me estoy pasando al bando de los caldeos”. Pero Iriya no le hizo caso. Arrestó a Jeremías y lo llevó ante los príncipes. 15 Los príncipes se enojaron mucho con Jeremías,+ lo golpearon y lo metieron en prisión,*+ en la casa del secretario Jehonatán, que había sido convertida en una prisión. 16 Metieron a Jeremías en el calabozo,* en los cuartos abovedados, y allí estuvo por muchos días.
17 Entonces el rey Sedequías lo mandó traer y lo interrogó a escondidas en su casa.*+ Le preguntó: “¿Has recibido alguna palabra de Jehová?”. Jeremías contestó: “¡Sí!”. Y añadió: “¡Serás entregado en manos del rey de Babilonia!”.+
18 Jeremías también le dijo al rey Sedequías: “¿Qué pecado he cometido contra ti, tus siervos y este pueblo para que me metieran en prisión? 19 ¿Dónde están ahora los profetas de ustedes que les profetizaron ‘El rey de Babilonia no vendrá contra ustedes ni contra este país’?+ 20 Ahora escúchame, por favor, oh, mi señor el rey. Concédeme lo que te pido, te lo suplico. No me mandes de vuelta a la casa del secretario Jehonatán,+ que allí voy a morir”.+ 21 Así que el rey Sedequías ordenó que pusieran a Jeremías bajo custodia en el Patio de la Guardia,+ y todos los días le daban un pan redondo de la calle de los panaderos,+ hasta que se acabó el pan en la ciudad.+ Y Jeremías se quedó en el Patio de la Guardia.
38 Sefatías hijo de Matán, Guedalías hijo de Pasjur, Jucal+ hijo de Selemías y Pasjur+ hijo de Malkiya oyeron estas palabras que Jeremías le estaba diciendo a todo el pueblo: 2 “Esto es lo que dice Jehová: ‘El que se quede en esta ciudad morirá por la espada, el hambre y la peste.*+ Pero el que se rinda* ante los caldeos seguirá viviendo; su propia vida será su botín de guerra* y él vivirá’.+ 3 Esto es lo que dice Jehová: ‘Esta ciudad sin falta será entregada en manos del ejército del rey de Babilonia, y él la conquistará’”.+
4 Los príncipes le dijeron al rey: “Por favor, haz que maten a este hombre,+ porque con las cosas que dice está desmoralizando a* los soldados que quedan en esta ciudad y a todo el pueblo. Porque este hombre no quiere la paz para este pueblo, sino la calamidad”. 5 El rey Sedequías dijo: “Miren, ahí lo tienen, está en sus manos, porque el rey no puede hacer nada para detenerlos a ustedes”.
6 Así que agarraron a Jeremías y lo arrojaron en la cisterna de Malkiya, el hijo del rey, en el Patio de la Guardia;+ lo bajaron con sogas. En la cisterna no había agua, solo fango, y Jeremías empezó a hundirse en el fango.
7 Ébed-Mélec+ el etíope, un eunuco* de la casa* del rey, se enteró de que habían metido a Jeremías en la cisterna. El rey estaba sentado en la Puerta de Benjamín,+ 8 así que Ébed-Mélec salió de la casa del rey y le dijo: 9 “¡Oh, mi señor el rey, lo que esos hombres le han hecho al profeta Jeremías es muy cruel! Lo han arrojado a la cisterna, y allí se va a morir de hambre, porque ya no queda pan en la ciudad”.+
10 Entonces el rey le ordenó a Ébed-Mélec el etíope: “Llévate de aquí a 30 hombres y saca al profeta Jeremías de la cisterna antes de que se muera”. 11 Así que Ébed-Mélec se llevó a los hombres y fue a la casa del rey, a un lugar debajo de la cámara del tesoro,+ y se llevaron de allí algunos trapos viejos y pedazos de tela gastada, y se los bajaron con sogas a Jeremías en la cisterna. 12 Entonces Ébed-Mélec el etíope le dijo a Jeremías: “Por favor, ponte los trapos y los pedazos de tela entre las axilas y las sogas”. Jeremías lo hizo, 13 y ellos lo fueron subiendo con las sogas y lo sacaron de la cisterna. Y Jeremías se quedó en el Patio de la Guardia.+
14 El rey Sedequías mandó traer al profeta Jeremías a la tercera entrada, que está en la casa de Jehová, y el rey le dijo a Jeremías: “Tengo que preguntarte algo. No me ocultes nada”. 15 Jeremías entonces le dijo a Sedequías: “Si te lo digo, seguro que me vas a matar. Y, si te doy un consejo, no me vas a escuchar”. 16 Así que Sedequías le juró a Jeremías a escondidas: “Tan cierto como que vive Jehová, quien nos ha dado esta vida,* yo no te voy a matar ni te voy a entregar a estos hombres que quieren quitarte la vida”.*
17 Jeremías entonces le dijo a Sedequías: “Esto es lo que dice Jehová, el Dios de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Si te rindes* ante los príncipes del rey de Babilonia, tú seguirás con vida, esta ciudad no será quemada con fuego, y tú y los de tu casa no morirán.+ 18 Pero, si no te rindes ante los príncipes del rey de Babilonia, entonces esta ciudad será entregada en manos de los caldeos, ellos la quemarán con fuego+ y tú no escaparás de sus manos’”.+
19 Entonces el rey Sedequías le dijo a Jeremías: “Les tengo miedo a los judíos que se han pasado al bando de los caldeos. Porque, si me entregan en sus manos, ellos tal vez me traten con crueldad”. 20 Pero Jeremías dijo: “No serás entregado en sus manos. Por favor, obedece la voz de Jehová y haz lo que te estoy diciendo; así te irá bien y seguirás viviendo. 21 Pero, si te niegas a rendirte, Jehová me ha revelado que pasará esto: 22 ¡mira!, sacarán a todas las mujeres que quedan en la casa del rey de Judá y se las llevarán a los príncipes del rey de Babilonia,+ y ellas irán diciendo:
‘Los hombres en los que confiabas* te han engañado y te han vencido.+
Han hecho que tus pies se hundan en el fango.
Ahora se han dado la vuelta en retirada’.
23 Y a todas tus esposas y tus hijos los entregarán a los caldeos. Y tú no podrás escapar de sus manos, sino que el rey de Babilonia+ te capturará, y por tu culpa quemarán con fuego esta ciudad”.+
24 Luego Sedequías le dijo a Jeremías: “No le digas nada de esto a nadie, para que no mueras. 25 Y, si los príncipes se enteran de que hablé contigo y vienen a decirte ‘Por favor, cuéntanos lo que le dijiste al rey. No nos ocultes nada y no te mataremos.+ ¿Y qué te dijo el rey a ti?’, 26 entonces tienes que responderles ‘Estaba pidiéndole al rey que no me enviara de vuelta a la casa de Jehonatán a morir allí’”.+
27 Tiempo después, todos los príncipes vinieron a ver a Jeremías y lo interrogaron. Él les dijo todo lo que el rey le había mandado decir. Así que ellos no le preguntaron nada más, porque ninguno había escuchado la conversación. 28 Jeremías permaneció en el Patio de la Guardia+ hasta el día en que conquistaron Jerusalén; él todavía estaba allí cuando Jerusalén fue conquistada.+
39 En el noveno año del rey Sedequías de Judá, en el décimo mes, el rey Nabucodonosor* de Babilonia vino con todo su ejército a Jerusalén y la cercaron.+
2 En el año 11 de Sedequías, en el cuarto mes, el día nueve del mes, atravesaron la muralla de la ciudad.+ 3 Y todos los príncipes del rey de Babilonia entraron y se sentaron en la Puerta del Medio.+ Eran el samgar Nergal-Sarézer, el rabsarís Nebo-Sarsekim,* el rabmag* Nergal-Sarézer y todos los demás príncipes del rey de Babilonia.
4 Cuando el rey Sedequías de Judá y todos los soldados los vieron, huyeron+ de la ciudad. Salieron de noche por el jardín del rey, por la puerta que había entre las dos murallas, y continuaron por el camino del Arabá.+ 5 Pero el ejército de los caldeos los persiguió, y alcanzaron a Sedequías en las llanuras desérticas de Jericó.+ Lo capturaron y se lo llevaron al rey Nabucodonosor* de Babilonia en Riblá,+ en la tierra de Hamat,+ y allí lo sentenció. 6 El rey de Babilonia hizo que mataran a los hijos de Sedequías allí en Riblá, ante sus propios ojos. Y el rey de Babilonia también hizo que mataran a todos los nobles de Judá.+ 7 Luego cegó a Sedequías y lo sujetó con grilletes de cobre para llevárselo a Babilonia.+
8 Entonces los caldeos quemaron la casa* del rey y las casas del pueblo,+ y demolieron las murallas de Jerusalén.+ 9 Nebuzaradán,+ el jefe de la guardia, se llevó al destierro en Babilonia al resto de la gente que quedaba en la ciudad, a los desertores que se habían pasado a su bando y a todos los que quedaban.
10 Pero Nebuzaradán, el jefe de la guardia, dejó en la tierra de Judá a algunas de las personas más pobres, las que no tenían nada. Aquel día también les dio viñas y campos para que trabajaran.*+
11 Ahora bien, el rey Nabucodonosor* de Babilonia le dio a Nebuzaradán, el jefe de la guardia, estas órdenes acerca de Jeremías: 12 “Ve a buscarlo y cuida de él; no le hagas daño y dale todo lo que te pida”.+
13 Así que Nebuzaradán —el jefe de la guardia—, el rabsarís* Nebusazbán, el rabmag* Nergal-Sarézer y todos los hombres principales del rey de Babilonia mandaron 14 sacar a Jeremías del Patio de la Guardia+ y se lo entregaron a Guedalías,+ hijo de Ahicam,+ hijo de Safán,+ para llevarlo a su casa. Así que Jeremías vivió entre el pueblo.
15 Cuando Jeremías estuvo preso en el Patio de la Guardia,+ recibió estas palabras de Jehová: 16 “Ve y dile a Ébed-Mélec+ el etíope: ‘Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “Voy a cumplir mis palabras sobre esta ciudad, palabras de calamidad y no de cosas buenas, y ese día las verás cumplirse”’.
17 ”‘Pero yo te rescataré ese día —afirma Jehová—, y no serás entregado en manos de los hombres que te dan miedo’.
18 ”‘Porque sin falta te libraré, y no caerás a espada. Tu propia vida será tu botín de guerra,*+ porque confiaste en mí’,+ afirma Jehová”.
40 Jeremías recibió las palabras de Jehová después de que Nebuzaradán,+ el jefe de la guardia, lo dejó irse de Ramá+ en libertad. Lo había llevado allí esposado, y él se encontraba entre todos los desterrados de Jerusalén y de Judá que estaban deportando a Babilonia. 2 Entonces el jefe de la guardia apartó a Jeremías y le dijo: “Jehová tu Dios predijo esta calamidad contra este lugar, 3 y Jehová la ha traído tal como había dicho, porque ustedes pecaron contra Jehová y desobedecieron su voz. Por eso les ha pasado esto.+ 4 Hoy te quito las esposas que traes en las manos. Si te parece bien venir conmigo a Babilonia, vente y yo te cuidaré. Pero, si no quieres venir conmigo a Babilonia, no vengas. ¡Mira! Tienes ante ti el país entero. Vete adonde prefieras”.+
5 Jeremías todavía no se había ido cuando Nebuzaradán le dijo: “Vuelve adonde está Guedalías+ —hijo de Ahicam,+ hijo de Safán—,+ a quien el rey de Babilonia puso al mando de las ciudades de Judá, y quédate con él entre el pueblo; o vete adonde prefieras”.
El jefe de la guardia entonces le dio víveres y un regalo, y lo dejó ir. 6 Así que Jeremías se fue adonde estaba Guedalías hijo de Ahicam en Mizpá,+ y se quedó con él a vivir entre la gente que quedaba en el país.
7 Con el tiempo, todos los jefes del ejército que estaban en el campo con sus hombres oyeron que el rey de Babilonia había puesto al mando del país a Guedalías hijo de Ahicam, y que había puesto bajo su mando a la gente pobre del país que no habían deportado a Babilonia, hombres, mujeres y niños.+ 8 Así que fueron a ver a Guedalías en Mizpá.+ Eran Ismael+ hijo de Netanías, Johanán+ y Jonatán —los hijos de Caréah—, Seraya hijo de Tanhúmet, los hijos de Efái el netofatita y Jezanías+ hijo del maacatita, y con ellos iban sus hombres. 9 Guedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, les hizo un juramento a ellos y a sus hombres. Les dijo: “No tengan miedo de servir a los caldeos. Vivan aquí en el país sirviendo al rey de Babilonia y les irá bien.+ 10 En cuanto a mí, yo me quedaré en Mizpá para representarlos a ustedes* ante los caldeos que vengan. Pero ustedes deben recoger vino, fruta de verano y aceite, almacenar esto en recipientes y establecerse en las ciudades que hayan ocupado”.+
11 Y todos los judíos que estaban en Moab, Ammón, Edom y en los demás países también oyeron que el rey de Babilonia había dejado que en Judá se quedara un resto y que había puesto al mando de ellos a Guedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán. 12 Así que todos los judíos empezaron a volver de los lugares adonde habían sido dispersados, y vinieron a la tierra de Judá, adonde estaba Guedalías en Mizpá. Y recogieron mucho vino y mucha fruta de verano.
13 Johanán hijo de Caréah y todos los jefes del ejército que estaban en el campo vinieron a ver a Guedalías en Mizpá. 14 Ellos le dijeron: “¿Acaso no sabes que Baalís, el rey de los ammonitas,+ envió a Ismael hijo de Netanías para matarte?”.*+ Pero Guedalías hijo de Ahicam no les creyó.
15 Entonces Johanán hijo de Caréah le dijo en secreto a Guedalías en Mizpá: “Quiero ir a matar a Ismael hijo de Netanías; nadie lo sabrá. ¿Por qué dejar que él te mate?* ¿Por qué dejar que se esparza toda la gente de Judá que ha venido a reunirse contigo? ¿Y por qué dejar que el resto de Judá desaparezca?”. 16 Pero Guedalías+ hijo de Ahicam le dijo a Johanán hijo de Caréah: “No lo hagas, porque lo que estás diciendo de Ismael es mentira”.
41 En el séptimo mes, Ismael+ —hijo de Netanías, hijo de Elisamá—, que era de linaje real* y uno de los hombres principales del rey, llegó con 10 hombres para ver a Guedalías hijo de Ahicam en Mizpá.+ Mientras comían juntos en Mizpá, 2 Ismael hijo de Netanías y los 10 hombres que lo acompañaban se levantaron y mataron a espada a Guedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán. Así fue como él mató a quien el rey de Babilonia había puesto al mando del país. 3 Ismael también mató a todos los judíos que estaban con Guedalías en Mizpá, así como a los soldados caldeos que estaban allí.
4 Y al día siguiente* del asesinato de Guedalías, antes de que alguien lo supiera, 5 vinieron 80 hombres de Siquem,+ de Siló+ y de Samaria.+ Tenían la barba afeitada, la ropa rasgada y se habían hecho cortaduras,+ y en las manos traían olíbano y ofrendas de grano+ para llevarlo a la casa de Jehová. 6 Entonces Ismael hijo de Netanías salió de Mizpá y fue a su encuentro, llorando al caminar. Cuando llegó adonde estaban ellos, les dijo: “Vengan a ver a Guedalías hijo de Ahicam”. 7 Pero, en cuanto entraron en la ciudad, Ismael hijo de Netanías y sus hombres los mataron y los arrojaron a la cisterna.
8 Pero 10 de los hombres le dijeron a Ismael: “No nos mates, porque tenemos escondidas en el campo provisiones de trigo, cebada, aceite y miel”. Así que no los mató junto con sus hermanos. 9 Ismael arrojó los cadáveres de los hombres que había matado en una gran cisterna, la que había hecho el rey Asá debido al rey Baasá de Israel.+ Esa es la cisterna que Ismael hijo de Netanías llenó con los hombres asesinados.
10 Ismael se llevó cautivo al resto de la gente de Mizpá,+ incluidas las hijas del rey y toda la gente que quedaba en Mizpá, a quienes Nebuzaradán, el jefe de la guardia, había puesto bajo el cuidado de Guedalías+ hijo de Ahicam. Ismael hijo de Netanías se los llevó cautivos y se puso en marcha para pasar a la tierra de los ammonitas.+
11 Cuando Johanán+ hijo de Caréah y todos los jefes del ejército que estaban con él se enteraron de las atrocidades que había cometido Ismael hijo de Netanías, 12 fueron con todos los hombres para pelear contra Ismael hijo de Netanías, y lo encontraron junto a las grandes aguas* de Gabaón.
13 Toda la gente que estaba con Ismael se alegró mucho cuando vio a Johanán hijo de Caréah y a todos los jefes del ejército que iban con él. 14 Entonces toda la gente que Ismael se había llevado cautiva de Mizpá+ dio la vuelta y regresó con Johanán hijo de Caréah. 15 Pero Ismael hijo de Netanías y ocho de sus hombres lograron escapar de Johanán y se fueron a la tierra de los ammonitas.
16 Johanán hijo de Caréah y todos los jefes del ejército que estaban con él se llevaron con ellos al resto de la gente de Mizpá, a los que habían rescatado de Ismael hijo de Netanías después de que este mató a Guedalías+ hijo de Ahicam. Se llevaron de Gabaón a los hombres, los soldados, las mujeres, los niños y los funcionarios de la corte. 17 Entonces fueron y se quedaron en el lugar de hospedaje de Kimham, cerca de Belén,+ con la intención de seguir su camino y llegar a Egipto,+ 18 porque ahora tenían miedo de los caldeos. Y es que Ismael hijo de Netanías había matado a Guedalías hijo de Ahicam, a quien el rey de Babilonia había puesto al mando del país.+
42 Entonces todos los jefes del ejército, Johanán+ hijo de Caréah, Jezanías hijo de Hosaya y toda la gente, desde el menor hasta el mayor, se acercaron 2 al profeta Jeremías y le dijeron: “Por favor, escucha nuestra súplica. Órale a Jehová tu Dios por nosotros y por todo este resto porque, como puedes ver, solo quedamos unos pocos de los muchos que éramos.+ 3 Que Jehová tu Dios nos diga qué camino seguir y qué debemos hacer”.
4 El profeta Jeremías les respondió: “Está bien. Voy a orarle a Jehová su Dios, como ustedes piden, y les diré cada palabra que Jehová les conteste. No voy a ocultarles ni una palabra”.
5 Ellos le respondieron a Jeremías: “Que Jehová sea un testigo fiel y verdadero contra nosotros si no hacemos exactamente lo que Jehová tu Dios nos diga a través de ti. 6 Sea bueno o malo, nosotros obedeceremos la voz de Jehová nuestro Dios, a quien te estamos enviando. Así nos irá bien por obedecer la voz de Jehová nuestro Dios”.
7 Jeremías recibió las palabras de Jehová 10 días después. 8 Así que mandó llamar a Johanán hijo de Caréah, a todos los jefes del ejército que estaban con él y a toda la gente, desde el menor hasta el mayor.+ 9 Les dijo: “Esto es lo que dice Jehová, el Dios de Israel, a quien ustedes me enviaron para presentarle su súplica: 10 ‘Si ustedes al final se quedan en este país, yo los edificaré y no los derrumbaré, los plantaré y no los arrancaré, porque sentiré pesar* por la calamidad que les he causado.+ 11 No tengan miedo del rey de Babilonia, a quien ustedes temen’.+
”‘No tengan miedo de él —afirma Jehová—, porque yo estoy con ustedes para salvarlos y rescatarlos de sus manos. 12 Les mostraré misericordia,+ y él les tendrá misericordia y hará que vuelvan a su país.
13 ”’Pero, si ustedes dicen “¡No, no vamos a quedarnos en este país!” y desobedecen la voz de Jehová su Dios 14 al decir “No, en vez de eso iremos a la tierra de Egipto,+ donde no veremos guerras, ni oiremos el sonido del cuerno, ni pasaremos hambre; allá es donde viviremos”, 15 entonces presten atención a las palabras de Jehová, oh, resto de Judá. Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “Si ustedes están totalmente decididos a ir a Egipto y se van a vivir* allá, 16 entonces esa espada a la que le tienen miedo los alcanzará allá en la tierra de Egipto, y esa hambre a la que ustedes temen los seguirá a Egipto, donde morirán.+ 17 Y todos los hombres decididos a ir a Egipto para vivir allá morirán por la espada, el hambre y la peste.* Ninguno de ellos sobrevivirá ni escapará de la calamidad que voy a mandarles”’.
18 ”Porque esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Tal como se derramó mi ira y mi furia sobre los habitantes de Jerusalén,+ así se derramará mi furia sobre ustedes si van a Egipto, y se convertirán en una maldición, en motivo de horror, en objeto de desprecio e insultos,+ y nunca más verán este lugar’.
19 ”Jehová ha hablado contra ustedes, oh, resto de Judá. No vayan a Egipto. Tengan bien claro que hoy les he advertido 20 que su error les costará la vida. Porque ustedes me enviaron a Jehová su Dios diciéndome: ‘Órale por nosotros a Jehová nuestro Dios, y dinos todo lo que Jehová nuestro Dios diga, que nosotros lo haremos’.+ 21 Y hoy se lo dije a ustedes, pero no van a obedecer la voz de Jehová su Dios ni van a hacer nada de lo que me mandó decirles.+ 22 Por eso, tengan la certeza de que van a morir por la espada, el hambre y la peste en el lugar adonde quieren ir a vivir”.+
43 Cuando Jeremías terminó de decirle a la gente todas estas palabras de Jehová, el Dios de ellos —todas y cada una de las palabras que Jehová, el Dios de ellos, le había mandado decirles—, 2 Azarías hijo de Hosaya, Johanán+ hijo de Caréah y todos los demás hombres arrogantes le dijeron a Jeremías: “¡Lo que estás diciendo es mentira! Jehová nuestro Dios no te mandó decir ‘No se vayan a vivir a Egipto’. 3 Lo que pasa es que Baruc+ hijo de Nerías te está poniendo en contra de nosotros para que caigamos en manos de los caldeos, para que nos maten o nos lleven al destierro en Babilonia”.+
4 Así que Johanán hijo de Caréah, todos los jefes del ejército y toda la gente desobedecieron la voz de Jehová y no se quedaron en la tierra de Judá. 5 En vez de eso, Johanán hijo de Caréah y todos los jefes del ejército se llevaron al resto de la gente de Judá que había vuelto a la tierra de Judá desde todas las naciones adonde había sido dispersada para vivir de nuevo allí.+ 6 Se llevaron a los hombres, las mujeres, los niños, las hijas del rey y a todos los que Nebuzaradán,+ el jefe de la guardia, había dejado con Guedalías,+ hijo de Ahicam,+ hijo de Safán,+ así como al profeta Jeremías y a Baruc hijo de Nerías. 7 Entraron a la tierra de Egipto, pues no obedecieron la voz de Jehová, y llegaron hasta Tahpanhés.+
8 Entonces Jeremías recibió en Tahpanhés estas palabras de Jehová: 9 “Agarra unas piedras grandes y tápalas con argamasa en el suelo de ladrillos a la entrada de la casa del faraón en Tahpanhés, y hazlo a la vista de los hombres judíos. 10 Luego diles: ‘Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “Mandaré llamar a Nabucodonosor,* el rey de Babilonia, mi siervo,+ y colocaré su trono justamente encima de estas piedras que tapé, y él pondrá sobre ellas su tienda real.+ 11 Y él vendrá y atacará la tierra de Egipto.+ Al que le toque morir por la plaga mortal, morirá por la plaga mortal. Al que le toque ir al cautiverio, irá al cautiverio. Y al que le toque morir por la espada, morirá por la espada.+ 12 Y prenderé fuego a los templos de los dioses de Egipto;+ él los quemará y se los llevará cautivos. Tal como un pastor se cubre con su manto, él se cubrirá con la tierra de Egipto, y saldrá de allí ileso.* 13 Y hará pedazos las columnas* de Bet-Semes* en la tierra de Egipto, y quemará con fuego los templos de los dioses de Egipto”’”.
44 Jeremías recibió estas palabras para todos los judíos que vivían en la tierra de Egipto,+ para los que vivían en Migdol,+ en Tahpanhés,+ en Nof+ y en la tierra de Patrós:+ 2 “Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Ustedes vieron toda la calamidad que les mandé a Jerusalén+ y a todas las ciudades de Judá, que ahora están en ruinas, sin habitantes.+ 3 Esto pasó por las cosas malas que ellos hicieron para provocarme al hacer sacrificios+ y servir a otros dioses que antes no conocían, ni ustedes ni sus antepasados.+ 4 Yo les enviaba a todos mis siervos los profetas, los enviaba una y otra vez* para decir: “Por favor, no hagan esas cosas detestables que tanto odio”.+ 5 Pero ellos no escucharon ni prestaron atención* y no dejaron su maldad; siguieron haciéndoles sacrificios a otros dioses.+ 6 Por eso mi ira y mi furia fueron derramadas y ardieron en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, que quedaron desiertas y en ruinas, tal como lo están hoy’.+
7 ”Y esto es lo que dice Jehová, el Dios de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘¿Por qué se causan a sí mismos una calamidad tan grande, haciendo que mueran todos los hombres, las mujeres, los niños y los bebés de Judá, sin dejar que quede ni un resto de ustedes? 8 ¿Por qué me provocan con las obras de sus manos haciéndoles sacrificios a otros dioses en la tierra de Egipto a la que han ido a vivir? Ustedes morirán y se convertirán en objeto de maldición y en objeto de insultos para todas las naciones de la tierra.+ 9 ¿Ya se les olvidaron las maldades de sus antepasados y las maldades de los reyes de Judá+ y las maldades de las esposas de ellos,+ así como las maldades de ustedes y las maldades de sus esposas,+ maldades cometidas en la tierra de Judá y en las calles de Jerusalén? 10 Hasta el día de hoy ellos no se han humillado* ni han mostrado temor,+ ni tampoco han andado según mis leyes y mis estatutos, que puse ante ustedes y sus antepasados’.+
11 ”Por lo tanto, esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Estoy decidido a mandar contra ustedes una calamidad y destruir todo Judá. 12 Al resto de la gente de Judá, los que estaban decididos a irse a vivir a la tierra de Egipto, a esos los agarraré y todos morirán en la tierra de Egipto.+ Caerán a espada y morirán de hambre; desde el menor hasta el mayor, morirán por la espada y el hambre. Y se convertirán en una maldición, en motivo de horror y objeto de desprecio e insultos.+ 13 Castigaré a los que están viviendo en la tierra de Egipto tal como castigué a Jerusalén, con la espada, el hambre y la peste.*+ 14 Y el resto de la gente de Judá que se fue a vivir a la tierra de Egipto no escapará ni sobrevivirá, no podrán volver a la tierra de Judá. Desearán* regresar para vivir allí, pero no volverán, a excepción de unos pocos que sí escaparán’”.
15 Todos los hombres que sabían que sus esposas habían estado haciendo sacrificios a otros dioses y todas las esposas que estaban allí de pie, que formaban un grupo grande, y toda la gente que estaba viviendo en la tierra de Egipto,+ en Patrós,+ le contestaron a Jeremías: 16 “No vamos a hacer caso a las palabras que nos has dicho en el nombre de Jehová. 17 En vez de eso, cumpliremos con cada palabra que ha salido de nuestra boca: haremos sacrificios a la Reina del Cielo* y le derramaremos ofrendas líquidas,+ tal como hicimos nosotros, nuestros antepasados, nuestros reyes y nuestros príncipes en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén cuando estábamos satisfechos de pan y teníamos de todo, cuando no veíamos ninguna calamidad. 18 Desde que dejamos de hacerle sacrificios a la Reina del Cielo y de derramarle ofrendas líquidas, nos ha faltado de todo y nuestra gente ha muerto por la espada y por el hambre”.
19 Las mujeres añadieron: “Y, cuando nosotras le hacíamos sacrificios a la Reina del Cielo y le derramábamos ofrendas líquidas, cuando le hacíamos panes de sacrificio con la forma de su imagen y derramábamos ofrendas líquidas para ella, ¿fue acaso sin el permiso de nuestros esposos?”.
20 Entonces Jeremías les dijo a toda la gente, a los hombres y sus esposas y a toda la gente que le estaba hablando: 21 “Aquellos sacrificios que ustedes, sus antepasados, sus reyes, sus príncipes y la gente de la tierra hicieron en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén...+ ¡a Jehová no se le olvidaron y los tuvo muy presentes!* 22 Al final, Jehová no aguantó más sus prácticas malvadas ni las cosas detestables que habían hecho, y la tierra de ustedes se convirtió en un lugar devastado, en motivo de horror y en objeto de maldición, sin habitantes, como es el caso hoy.+ 23 Ustedes hicieron esos sacrificios y pecaron contra Jehová al desobedecer la voz de Jehová y no seguir sus leyes, sus estatutos y sus recordatorios, y por eso les ha caído encima esta calamidad, como hoy se puede ver”.+
24 Jeremías siguió diciéndoles a todo el pueblo y a todas las mujeres: “Todos ustedes, gente de Judá que está en la tierra de Egipto, oigan las palabras de Jehová. 25 Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Lo que ustedes y sus esposas han dicho con la boca lo han cumplido con las manos, porque dijeron: “Sin falta cumpliremos nuestros votos de hacerle sacrificios a la Reina del Cielo y de derramarle ofrendas líquidas”.+ Ustedes, las mujeres, sin falta cumplirán sus votos y harán lo que prometieron’.
26 ”Por lo tanto, todos ustedes, gente de Judá que vive en la tierra de Egipto, oigan las palabras de Jehová: ‘“Juro por mi gran nombre —dice Jehová— que ningún hombre de Judá+ en toda la tierra de Egipto volverá a usar mi nombre para un juramento diciendo ‘¡Tan cierto como que vive el Señor Soberano Jehová!’.+ 27 Estoy pendiente de ellos para mandarles calamidades y no cosas buenas;+ todos los hombres de Judá en la tierra de Egipto morirán por la espada y el hambre, hasta que ya no existan.+ 28 Solo unos pocos escaparán de la espada y volverán de la tierra de Egipto a la tierra de Judá.+ ¡Y todo el resto de Judá que vino a vivir a la tierra de Egipto sabrá entonces qué palabras se cumplieron: si las mías o las de ellos!”’”.
29 “‘Y esta será la señal para ustedes —afirma Jehová— de que los castigaré en este lugar, para que sepan que las calamidades que prometí traer contra ustedes sin falta sucederán. 30 Esto es lo que dice Jehová: “Entregaré al faraón Hofrá, el rey de Egipto, en manos de sus enemigos y de los que quieren quitarle la vida,* tal como entregué al rey Sedequías de Judá en manos del rey Nabucodonosor* de Babilonia, que era su enemigo y quería quitarle la vida”’”.*+
45 En el cuarto año de Jehoiaquim+ hijo de Josías —el rey de Judá—, cuando Baruc+ hijo de Nerías escribía en un libro las palabras que el profeta Jeremías le dictaba,+ Jeremías le dijo las siguientes palabras:
2 “Esto es lo que Jehová, el Dios de Israel, dice sobre ti, Baruc: 3 ‘Tú dijiste: “¡Pobre de mí, porque Jehová le ha añadido tristeza a mi dolor! Estoy agotado de tanto suspirar, y no encuentro alivio”’.
4 ”Debes decirle a él: ‘Esto es lo que dice Jehová: “¡Mira! Voy a derrumbar lo que he edificado y voy a arrancar lo que he plantado, el país entero.+ 5 Pero tú andas buscando* cosas grandes para ti. Deja de buscar esas cosas”’.
”‘Porque voy a mandarle una calamidad a toda la gente*+ —afirma Jehová—, pero a ti te daré tu vida como botín de guerra* vayas donde vayas’”.+
46 El profeta Jeremías recibió estas palabras de Jehová sobre las naciones.+ 2 Para Egipto,+ sobre el ejército del faraón Nekó,+ el rey de Egipto, que estaba junto al río Éufrates y que fue derrotado en Carquemis por el rey Nabucodonosor* de Babilonia en el cuarto año de Jehoiaquim+ hijo de Josías, el rey de Judá:
3 “Preparen sus escudos grandes y pequeños,*
y salgan a la batalla.
4 Jinetes, preparen los caballos y móntenlos.
Ocupen sus puestos y pónganse los cascos.
Pulan las lanzas y pónganse las corazas.
5 ‘¿Por qué los veo a ellos tan aterrados?
Se están retirando, sus guerreros están destrozados.
Han huido muertos de miedo, sus guerreros no han mirado atrás.
Hay terror por todos lados’, afirma Jehová.
6 ‘Los veloces no pueden huir y los guerreros no pueden escapar.
En el norte, a orillas del río Éufrates,
han tropezado y caído’.+
7 ¿Quién es este que sube como el río Nilo,
como los ríos de aguas embravecidas?
8 Egipto sube exactamente como el río Nilo,+
como ríos de aguas embravecidas,
y dice: ‘Voy a subir y cubrir la tierra.
Destruiré la ciudad y sus habitantes’.
9 ¡Caballos, suban!
¡Carros, corran como locos!
Que avancen los guerreros,
los hombres de Cus y Put, que manejan el escudo,+
10 ”Ese día le pertenece al Señor Soberano, Jehová de los ejércitos, el día de venganza para vengarse de sus enemigos. Y la espada devorará, se satisfará y se saciará con la sangre de ellos, porque el Señor Soberano, Jehová de los ejércitos, ha preparado un sacrificio* en la tierra del norte, junto al río Éufrates.+
11 Sube a Galaad y consigue bálsamo,+
oh, hija virgen de Egipto.
En vano has buscado tantos remedios,
porque para ti no hay cura.+
12 Las naciones han oído de tu deshonra,+
y tus gritos han llenado la tierra.
Porque un guerrero se tropieza con otro,
y caen juntos los dos”.
13 Estas son las palabras que Jehová le dijo al profeta Jeremías sobre la venida del rey Nabucodonosor* de Babilonia para atacar la tierra de Egipto:+
14 “Declárenlo en Egipto y anúncienlo en Migdol.+
Anúncienlo en Nof y en Tahpanhés.+
Digan: ‘Ocupen sus puestos y prepárense,
porque una espada lo devorará todo a su alrededor.
15 ¿Por qué han sido eliminados tus hombres poderosos?
No se mantuvieron en pie,
porque Jehová los derribó.
16 Son muchos los que están tropezando y cayendo.
Se dicen unos a otros:
“¡Vamos! Volvamos a nuestro pueblo y a nuestra tierra,
huyamos de la cruel espada”’.
17 Allí han proclamado:
‘El faraón, el rey de Egipto, es puro ruido, nada más.
Ha dejado pasar la oportunidad’.*+
18 ‘Tan cierto como que yo vivo —afirma el Rey, que tiene por nombre Jehová de los ejércitos—,
él* vendrá como el Tabor+ entre las montañas
y como el Carmelo+ junto al mar.
19 Prepara tu equipaje para el destierro,
oh, hija que vives en Egipto.
20 Egipto es como una hermosa ternera.
Pero desde el norte vienen moscas a picarla.
21 Incluso los soldados contratados que hay en ella son como terneros gordos,
pero ellos también dieron media vuelta y huyeron juntos.
No pudieron mantenerse firmes,+
porque les ha caído encima el día de su desastre,
el tiempo de su ajuste de cuentas’.
22 ‘Ella suena como una serpiente que se arrastra,
porque ellos irán con todas sus fuerzas detrás de ella, con hachas,
como hombres que están talando árboles.*
23 Talarán su bosque —afirma Jehová—, aunque parecía impenetrable.
Porque son más numerosos que las langostas, son incontables.
24 La hija de Egipto será avergonzada.
Será entregada en manos del pueblo del norte’.+
25 ”Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel, dice: ‘Voy a dirigir mi atención a Amón+ de No,*+ al faraón, a Egipto, a sus dioses+ y a sus reyes; sí, al faraón y a todos los que confían en él’.+
26 ”‘Y se los entregaré a los que quieren quitarles la vida,* al rey Nabucodonosor* de Babilonia+ y a sus siervos. Pero después volverá a ser habitada como en el pasado’, afirma Jehová.+
27 ‘Pero tú no tengas miedo, mi siervo Jacob,
y no te aterrorices, oh, Israel.+
Porque voy a salvarte de un lugar lejano,
y a tu descendencia, de la tierra de su cautiverio.+
Jacob volverá y estará tranquilo y en paz,
sin que nadie lo asuste.+
28 Así que no tengas miedo, mi siervo Jacob —afirma Jehová—, porque yo estoy contigo.
Voy a exterminar a todas las naciones a las que te he dispersado,+
pero a ti no te voy a exterminar.+
47 Estas son las palabras de Jehová que el profeta Jeremías recibió sobre los filisteos+ antes de que el faraón atacara Gaza. 2 Esto es lo que dice Jehová:
“¡Mira! Vienen aguas desde el norte.
Se convertirán en un torrente desbordado.
Inundarán el país y todo lo que hay en él,
la ciudad y sus habitantes.
Los hombres gritarán,
y todos los que viven en el país llorarán.
3 Al oír los cascos de sus caballos golpeando el suelo,
el traqueteo de sus carros de guerra
y el estruendo de sus ruedas,
los padres ni siquiera mirarán atrás para buscar a sus hijos,
porque sus manos se habrán quedado sin fuerzas;
4 y es que el día que está por llegar destruirá a todos los filisteos,+
eliminará de Tiro+ y de Sidón+ a todos los aliados que queden.
5 La calvicie llegará a Gaza.*
Asquelón ha sido silenciada.+
6 ¡Ah! ¡Espada de Jehová!+
¿Cuándo te quedarás quieta?
Vuelve a tu vaina.
Descansa y guarda silencio.
7 ¿Cómo va a quedarse quieta
si Jehová le ha dado una orden?
Contra Asquelón y la costa del mar,+
allí la ha mandado él”.
48 Para Moab,+ esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel:
“¡Ay de Nebo,+ porque ha sido destruida!
Han avergonzado y conquistado Quiryataim.+
Han avergonzado y destrozado el refugio seguro.*+
2 Ya nadie alaba a Moab.
En Hesbón+ han tramado su caída:
‘Vengan, hagamos que desaparezca como nación’.
Oh, Madmén, tú también deberías guardar silencio,
porque la espada te persigue.
3 Desde Horonaim se oyen gritos+
de destrucción y desastre total.
4 Moab ha sido demolida.
Sus pequeños lloran a gritos.
5 La gente llora sin parar mientras sube a Luhit.
En la bajada de Horonaim se oyen los gritos de angustia por la catástrofe.+
6 ¡Corran, huyan por su vida!
Tienen que llegar a ser como un enebro en el desierto.
7 Por confiar en tus obras y en tus tesoros,
tú también serás conquistada.
Y Kemós+ irá al destierro,
junto con sus sacerdotes y sus príncipes.
8 El destructor invadirá todas las ciudades
y ninguna de ellas escapará.+
9 Pónganle a Moab una marca señalizadora,
porque al quedar en ruinas ella huirá,
y sus ciudades se convertirán en motivo de horror,
se quedarán sin habitantes.+
10 ¡Maldito el que lleve a cabo la misión de Jehová sin ganas!*
¡Maldito el que se retraiga de derramar sangre con su espada!
11 Los moabitas han estado tranquilos desde su juventud,
como el vino que se deja reposar sobre sus sedimentos.
No los han pasado de una vasija a otra,
y nunca han ido al destierro.
Por eso su sabor sigue siendo el mismo
y su aroma no ha cambiado.
12 ”‘Por lo tanto, mira, se acercan los días —afirma Jehová— en que enviaré hombres para volcarlos. Los van a volcar y vaciarán sus vasijas, y harán pedazos sus jarras grandes. 13 Y los moabitas se avergonzarán de Kemós, tal como los de la casa de Israel se avergüenzan de Betel, que era su confianza.+
14 ¿Cómo se atreven ustedes a decir “Somos guerreros poderosos, listos para la guerra”?’.+
15 ‘Moab ha sido destruida,
han invadido sus ciudades,+
y han matado a sus mejores jóvenes’,+
afirma el Rey, que tiene por nombre Jehová de los ejércitos.+
16 El desastre de los moabitas llegará pronto,
y su caída está muy cerca.+
17 Los que están a su alrededor tendrán que compadecerse de ellos,
todos los que conocen el nombre de ellos.
Díganles: ‘¡Miren cómo se ha roto la poderosa vara, el bastón de la hermosura!’.
18 Bájate de tu gloria
y siéntate sedienta,* oh, hija que vive en Dibón,+
porque el destructor de Moab ha venido contra ti
y dejará tus fortalezas en ruinas.+
19 Ponte junto al camino y observa, habitante de Aroer.+
Pregunta al hombre que esté huyendo y a la mujer que esté escapando: ‘¿Qué pasó?’.
20 Moab ha sido avergonzada y está muerta de miedo.
Lloren y griten.
Anuncien en Arnón+ que Moab ha sido destruida.
21 ”Ha llegado el juicio a la tierra llana,*+ contra Holón, Jáhaz+ y Mefaat;+ 22 contra Dibón,+ Nebo+ y Bet-Diblataim; 23 contra Quiryataim,+ Bet-Gamul y Bet-Meón;+ 24 contra Queriyot+ y Bozrá, y contra todas las ciudades de la tierra de Moab, las lejanas y las cercanas.
25 ‘Han acabado con la fuerza* de Moab;
han roto su brazo’, afirma Jehová.
26 ‘Emborrachen a Moab,+ porque se ha engrandecido contra Jehová.+
Se revuelca en su vómito
y es objeto de burla.
27 ¿No era Israel objeto de burla para ti?+
¿Acaso lo sorprendieron entre ladrones
como para que hables en su contra y menees la cabeza?
28 Dejen las ciudades y vivan en peñascos, habitantes de Moab,
y sean como una paloma que anida en las paredes del barranco’”.
29 “Hemos oído de lo orgulloso que es Moab —tan soberbio—,
de su arrogancia, su orgullo, su soberbia y de la altanería de su corazón”.+
30 “‘Conozco su furia —afirma Jehová—,
pero sus palabras vacías no llevan a nada.
Ellos no harán nada.
Tus exuberantes brotes han cruzado el mar.
Han llegado hasta el mar, hasta Jazer.
Sobre tu fruta de verano y tu cosecha de uvas
ha bajado el destructor.+
33 La alegría y la felicidad han desaparecido del huerto
y de la tierra de Moab.+
He hecho que el vino deje de fluir en el lagar.
Nadie pisará uvas gritando de alegría.
Los gritos serán de otra clase’”.+
34 “‘Se oye un grito desde Hesbón+ hasta Elealé.+
Incluso las aguas de Nimrim se secarán por completo.+
35 Haré que de Moab desaparezcan —afirma Jehová—
los que llevan ofrendas a los lugares altos
y los que hacen sacrificios a su dios.
36 Por eso mi corazón gemirá* por Moab como una flauta,*+
y mi corazón gemirá* por los hombres de Quir-Heres como una flauta.*
Porque las riquezas que ha producido se acabarán.
37 Porque todas las cabezas están afeitadas+
y todas las barbas están cortadas.
38 “‘En todos los techos de Moab
y en todas sus plazas
no hay más que llanto.
Porque hice pedazos a Moab
como una vasija que se desecha’, afirma Jehová.
39 ‘¡Qué aterrorizada está! ¡Lloren!
¡Cómo se ha retirado Moab avergonzada!
Moab ha llegado a ser objeto de burla,
algo aterrador para todos los que están a su alrededor’”.
40 “Porque esto es lo que dice Jehová:
41 Los pueblos serán conquistados
y sus fortalezas serán tomadas.
Ese día el corazón de los guerreros de Moab
será como el corazón de una mujer dando a luz’”.
42 “‘Y Moab será aniquilado y desaparecerá como pueblo,+
porque es contra Jehová contra quien se ha engrandecido.+
43 Delante de ti hay terror, un hoyo y una trampa,
oh, habitante de Moab’, afirma Jehová.
44 ‘El que huya para librarse del terror caerá en el hoyo,
y el que se salga del hoyo caerá en la trampa’.
‘Porque haré que a Moab le llegue el año de su castigo’, afirma Jehová.
45 ‘A la sombra de Hesbón, los que huyen se detienen sin fuerzas.
Pues de Hesbón saldrá un fuego
y de en medio de Sehón una llama+
que consumirá la frente de Moab
y el cráneo de los hijos de la violencia’.+
46 ‘¡Ay de ti, oh, Moab!
El pueblo de Kemós+ ha desaparecido.
Pues tus hijos han sido llevados cautivos
y tus hijas han ido al destierro.+
47 Pero reuniré a los cautivos de Moab en la parte final de los días’, afirma Jehová.
‘Aquí termina el juicio contra Moab’”.+
49 Para los ammonitas,+ esto es lo que dice Jehová:
“¿Acaso Israel no tiene hijos?
¿No tiene heredero?
¿Por qué Malcam*+ se ha apoderado de Gad?+
¿Por qué su gente vive en las ciudades de Israel?”.
2 “‘Por eso, miren, se acercan los días —afirma Jehová—
en que haré que se oiga la señal de alarma de guerra* contra Rabá+ de los ammonitas.+
Se convertirá en un montón de ruinas,
y a sus pueblos dependientes* les prenderán fuego’.
‘Israel despojará a los que lo despojaron’,+ dice Jehová.
3 ‘¡Llora, oh, Hesbón, porque Hai ha sido destruida!
Griten, oh, pueblos dependientes de Rabá.
Pónganse tela de saco.
Lloren y corran de un lado para otro entre los corrales* de piedra,
porque Malcam irá al destierro
junto con sus sacerdotes y sus príncipes.+
4 ¿Por qué presumes de los valles,*
de tu llanura bien regada, oh, hija infiel?
Confías en tus tesoros
y dices: “¿Quién vendrá contra mí?”’”.
5 “‘Voy a mandarte algo horrible —afirma el Señor Soberano, Jehová de los ejércitos—;
vendrá de todos los que te rodean.
Ustedes serán dispersados en todas direcciones,
y nadie reunirá a los que huyan’”.
6 “‘Pero después yo reuniré a los cautivos de los ammonitas’, afirma Jehová”.
7 Para Edom, esto es lo que dice Jehová de los ejércitos:
“¿Ya no hay sabiduría en Temán?+
¿Ya no hay buenos consejos de los entendidos?
¿Se ha podrido su sabiduría?
8 ¡Den media vuelta, huyan!
¡Vayan y vivan abajo en las profundidades, oh, habitantes de Dedán!+
Porque le voy a mandar una calamidad a Esaú
cuando llegue el momento de dirigirle mi atención.
9 Si vinieran a ti los que cosechan uvas,
¿no dejarían algunas para la rebusca?
Si vinieran ladrones de noche,
harían daño, pero solo el que a ellos les bastara.+
10 En cambio, yo dejaré desnudo a Esaú.
Pondré al descubierto sus escondites
para que no pueda esconderse.
12 Porque esto es lo que dice Jehová: “¡Mira! Si los que no están sentenciados a beber la copa se la tienen que beber, ¿acaso tú deberías librarte del castigo? No te quedarás sin castigo, porque tienes que bebértela”.+
13 “Porque he jurado por mí mismo —afirma Jehová— que Bozrá se convertirá en motivo de horror,+ objeto de insultos, un lugar devastado y una maldición; y todas sus ciudades se convertirán en ruinas para siempre”.+
14 He oído un informe de parte de Jehová,
y se ha enviado a un mensajero para decirles a las naciones:
“Reúnanse y atáquenla;
prepárense para la batalla”.+
15 “Porque, ¡mira!, te he vuelto insignificante entre las naciones,
despreciada entre los hombres.+
16 Te dejaste engañar por el terror que sembrabas,
por la arrogancia de tu corazón,
oh, tú que vives en los refugios del peñasco,
que ocupas la colina más alta.
Aunque hagas tu nido tan alto como las águilas,
yo te haré bajar de allí”, afirma Jehová.
17 “Y Edom tiene que convertirse en motivo de horror.+ Todo el que pase por allí se quedará mirando horrorizado y silbará al ver todas sus plagas. 18 Igual que cuando fueron destruidas Sodoma y Gomorra y sus pueblos vecinos+ —dice Jehová—, nadie vivirá allí, y ningún hombre se establecerá allí.+
19 ”¡Miren! Alguien subirá contra los pastos seguros como un león+ que sale de los densos matorrales a lo largo del Jordán, pero en un instante haré que él huya de ella. Y nombraré sobre ella al elegido. Porque ¿quién es como yo, y quién me desafiará? ¿Qué pastor puede hacerme frente?+ 20 Por eso oigan, hombres, la decisión* de Jehová contra Edom y lo que él tiene pensado contra los habitantes de Temán:+
A las crías del rebaño sin falta se las llevarán a rastras.
Él hará que el lugar donde viven quede desolado a causa de ellos.+
21 Con el estruendo de su caída, la tierra ha temblado.
¡Se oyen gritos!
El sonido se ha oído hasta en el mar Rojo.+
Ese día el corazón de los guerreros de Edom
será como el corazón de una mujer dando a luz”.
23 Para Damasco:+
“Hamat+ y Arpad han sido avergonzadas
por las malas noticias que han oído.
Se deshacen de miedo.
El mar está ansioso y no se puede calmar.
24 Damasco ha perdido el valor.*
Se ha dado la vuelta para huir, pero ha caído presa del pánico.
La angustia y el dolor se han apoderado de ella,
como le pasa a una mujer que está dando a luz.
25 ¿Cómo es que la ciudad de alabanza no ha sido abandonada,
la ciudad de la alegría?
26 Porque sus jóvenes caerán en sus plazas
y ese día morirán todos los soldados”, afirma Jehová de los ejércitos.
27 “Le prenderé fuego a la muralla de Damasco,
y este devorará las torres fortificadas de Ben-Hadad”.+
28 Para Quedar+ y los reinos de Hazor, conquistados por el rey Nabucodonosor* de Babilonia, esto es lo que dice Jehová:
“Vayan, suban a Quedar
y destruyan a los hijos de Oriente.
29 Les quitarán sus tiendas y sus rebaños,
sus telas de tienda y todos sus bienes.
Se llevarán sus camellos,
y les gritarán: ‘¡Hay terror por todas partes!’”.
30 “¡Huyan, váyanse lejos!
Vayan y vivan abajo en las profundidades, oh, habitantes de Hazor”, afirma Jehová.
“Porque el rey Nabucodonosor* de Babilonia ha planeado una estrategia contra ustedes,
y ha preparado un plan contra ustedes”.
31 “¡Vayan, suban contra la nación que está en paz,
que vive segura!”, afirma Jehová.
“No tienen puertas ni barras; viven aislados.
32 Se llevarán como botín sus camellos,
y también su abundante ganado.
Esparciré hacia todas las direcciones*
a los que se cortan el cabello de las sienes,+
y haré que su desastre les llegue de todas partes”, afirma Jehová.
33 “Y Hazor se convertirá en una guarida de chacales,
un lugar desolado para siempre.
Nadie vivirá allí,
y ningún hombre se establecerá en ella”.
34 Al principio del reinado del rey Sedequías+ de Judá, el profeta Jeremías recibió estas palabras de Jehová sobre Elam:+ 35 “Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos: ‘Voy a romper el arco de Elam,+ la fuente* del poder de ellos. 36 Le mandaré a Elam los cuatro vientos desde los cuatro extremos de los cielos, y a ellos los dispersaré hacia todos esos vientos. No habrá nación a la que no vayan los dispersados de Elam’”.
37 “Haré pedazos a los elamitas delante de sus enemigos y delante de los que quieren quitarles la vida;* les mandaré una calamidad, mi furia ardiente —afirma Jehová—. Y enviaré tras ellos la espada hasta que los haya exterminado”.
38 “Colocaré mi trono en Elam+ y destruiré a su rey y a sus príncipes”, afirma Jehová.
39 “Pero en la parte final de los días reuniré a los cautivos de Elam”, afirma Jehová.
50 Estas son las palabras que Jehová dijo sobre Babilonia,+ sobre la tierra de los caldeos, por medio del profeta Jeremías:
2 “Declaren esto entre las naciones y anúncienlo.
Levanten una señal* y anúncienlo.
¡No oculten nada!
Digan: ‘Babilonia ha sido conquistada.+
Bel ha sido avergonzado.+
Merodac ha quedado aterrorizado.
Sus imágenes han sido avergonzadas.
Sus ídolos repugnantes* han quedado aterrorizados’.
3 Porque una nación ha venido del norte para atacarla.+
Convierte su tierra en motivo de horror;
nadie vive en ella.
Hombres y animales han huido;
se han ido”.
4 “En esos días y en ese tiempo —afirma Jehová—, el pueblo de Israel y el pueblo de Judá vendrán juntos.+ Llorarán mientras caminan+ y buscarán juntos a Jehová su Dios.+ 5 Preguntarán cuál es el camino a Sion, con sus rostros en esa dirección,+ y dirán: ‘Vengan y unámonos a Jehová en un pacto eterno que no será olvidado’.+ 6 Mi pueblo ha llegado a ser un rebaño de ovejas perdidas.+ Sus propios pastores hicieron que se perdieran.+ Las llevaron a las montañas y las hicieron andar sin rumbo por montañas y colinas. Ellas se olvidaron de su lugar de descanso. 7 Cualquiera que las encontraba las devoraba,+ y sus enemigos decían: ‘No somos culpables, pues pecaron contra Jehová, contra la morada de la justicia, la esperanza de sus antepasados, Jehová’”.
8 “Huyan de Babilonia,
sálganse de la tierra de los caldeos+
y sean como los animales que van al frente del rebaño.
9 Porque estoy convocando y enviando contra Babilonia
un grupo de grandes naciones de la tierra del norte.+
Vendrán contra ella en formación de batalla;
desde allí será conquistada.
10 Caldea será saqueada.+
Todos los que la saqueen quedarán totalmente satisfechos”,+ afirma Jehová.
Porque escarbaban como una ternera en la hierba
y relinchaban como caballos sementales.
12 La madre de ustedes ha sido avergonzada.+
Aquella que los dio a luz ha sido decepcionada.
¡Miren! Ella es la más insignificante de las naciones,
un desierto sin agua, un lugar desértico.+
Todo el que pase por Babilonia se quedará mirando horrorizado
y silbará al ver todas sus plagas.+
14 Ataquen a Babilonia por todos lados en formación de batalla,
todos ustedes, los que tensan* el arco.
15 Den un grito de guerra contra ella desde todos lados.
Ella se ha rendido.*
Vénguense de ella.
Háganle lo mismo que ella hizo.+
16 Eliminen de Babilonia al sembrador
y al que usa la hoz en el tiempo de la cosecha.+
Por la cruel espada, cada uno volverá a su propio pueblo,
cada uno huirá a su propia tierra.+
17 ”La gente de Israel son ovejas esparcidas.+ Han sido dispersadas por leones.+ Primero, el rey de Asiria las ha devorado+ y, luego, el rey Nabucodonosor* de Babilonia ha roído sus huesos.+ 18 Por lo tanto, esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Voy a ajustar cuentas con el rey de Babilonia y con su tierra tal como ajusté cuentas con el rey de Asiria.+ 19 Y traeré a Israel de vuelta a sus pastos,+ y pastará en el Carmelo y en Basán.+ Se saciará en las montañas de Efraín+ y de Galaad’”.+
20 “En esos días y en ese tiempo —afirma Jehová—
se buscará la culpa de Israel,
pero no habrá ninguna,
y los pecados de Judá no se encontrarán,
pues yo perdonaré a quienes deje con vida”.+
21 “Sube a atacar la tierra de Merataim y a los habitantes de Pecod.+
Que sean masacrados y destruidos por completo”,* afirma Jehová.
“Haz todo lo que te he mandado.
22 En el país se oye ruido de guerra,
una gran catástrofe.
23 ¡Ay, cómo han partido y destrozado el martillo de forja de toda la tierra!+
¡Cómo se ha convertido Babilonia en motivo de horror para las naciones!+
24 Te tendí una trampa y tú, oh, Babilonia, caíste en ella
sin darte cuenta.
Fuiste encontrada y capturada,+
porque fue a Jehová a quien te opusiste.
25 Jehová ha abierto su almacén
y saca las armas de su indignación.+
Porque el Señor Soberano, Jehová de los ejércitos, tiene un trabajo que hacer
en la tierra de los caldeos.
26 Atáquenla desde lugares lejanos.+
Abran los graneros de ella.+
Hagan con ella montones como si hicieran montones de grano.
Que no quede nadie de ella.
27 Masacren a todos sus toros jóvenes.+
Que bajen al matadero.
¡Ay de ellos, porque ha llegado su día,
el tiempo de su ajuste de cuentas!
28 Se oye a los que huyen,
a los que escapan de la tierra de Babilonia
para anunciar en Sion la venganza de Jehová nuestro Dios,
la venganza por su templo.+
Acampen alrededor de ella; no dejen escapar a nadie.
Denle lo que se merece por lo que ha hecho.+
Háganle lo mismo que ella hizo.+
Porque se ha portado de forma arrogante con Jehová,
con el Santo de Israel.+
31 “Oh, rebelde,+ ¡mira!, yo estoy contra ti+ —afirma el Señor Soberano, Jehová de los ejércitos—,
porque tiene que venir tu día, el tiempo en que ajuste cuentas contigo.
32 Oh, rebelde, tropezarás y caerás,
y nadie te levantará.+
Les prenderé fuego a tus ciudades,
y devorará todo lo que te rodea”.
33 Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos:
“La gente de Israel y de Judá está oprimida,
retenida por todos los que la llevaron cautiva.+
Se han negado a dejarlos ir.+
Él sin falta defenderá el caso legal de ellos,+
para darle paz al país+
y causarles agitación a los habitantes de Babilonia”.+
35 “Vendrá una espada contra los caldeos —afirma Jehová—,
contra los habitantes de Babilonia, contra sus príncipes y contra sus sabios.+
36 Vendrá una espada contra los que dicen cosas vacías,* y se portarán como tontos.
Vendrá una espada contra los guerreros de ella, y quedarán aterrados.+
37 Vendrá una espada contra sus caballos y sus carros de guerra,
y contra la mezcla de pueblos que hay en ella,
y se volverán como mujeres.+
Vendrá una espada contra los tesoros de ella, y serán saqueados.+
38 Vendrá una devastación sobre sus aguas, y estas se secarán.+
Porque es una tierra de imágenes esculpidas,+
y debido a sus visiones aterradoras ellos se portan como locos.
39 Por eso las criaturas del desierto vivirán allí con los animales que aúllan,
y en ella vivirán avestruces.+
Nunca más será poblada
y, por todas las generaciones, estará deshabitada”.+
40 “Igual que cuando Dios destruyó Sodoma y Gomorra+ y sus pueblos vecinos+ —afirma Jehová—, nadie vivirá allí, y ningún hombre se establecerá allí.+
41 ¡Miren! Vendrá un pueblo desde el norte;
una gran nación y grandes reyes+ se pondrán en marcha
desde las partes más remotas de la tierra.+
42 Van armados con arcos y jabalinas.+
Son crueles y no mostrarán compasión.+
Como el rugido del mar es su sonido+
al ir montados en sus caballos.
Como un solo hombre, se ponen en formación de batalla contra ti, oh, hija de Babilonia.+
La angustia se apodera de él,
dolores como los de una mujer dando a luz.
44 ”¡Miren! Alguien subirá contra los pastos seguros como un león que sale de los densos matorrales a lo largo del Jordán, pero en un instante haré que ellos huyan de ella. Y nombraré sobre ella al elegido.+ Porque ¿quién es como yo, y quién me desafiará? ¿Qué pastor puede hacerme frente?+ 45 Por eso oigan, hombres, la decisión* de Jehová contra Babilonia+ y lo que él tiene pensado contra la tierra de los caldeos:
A las crías del rebaño sin falta se las llevarán a rastras.
Él hará que el lugar donde viven quede desolado a causa de ellos.+
46 Con el estruendo de la conquista de Babilonia, la tierra temblará,
y se oirá un clamor entre las naciones”.+
51 Esto es lo que dice Jehová:
2 Enviaré a Babilonia aventadores,
quienes la aventarán y dejarán su tierra vacía;
vendrán contra ella desde todos lados en el día de la calamidad.+
3 Que el arquero no llegue a tensar* su arco.
Y que ninguno llegue a levantarse con su coraza.
No tengan compasión con los jóvenes de ella.+
Destruyan por completo* su ejército.
4 En la tierra de los caldeos ellos caerán muertos,
traspasados en sus calles.+
5 Pues Israel y Judá no han quedado viudas de su Dios, de Jehová de los ejércitos.+
Pero la tierra de ellos* está llena de culpa desde el punto de vista del Santo de Israel.
6 Huyan de Babilonia,
huyan por su vida.+
No mueran por culpa del error de ella.
Porque ha llegado el momento de la venganza de Jehová.
Él le dará lo que se merece por lo que ha hecho.+
7 Babilonia ha sido una copa de oro en la mano de Jehová;
ella ha emborrachado a toda la tierra.
8 De repente Babilonia ha caído y está hecha pedazos.+
¡Lloren por ella!+
Consíganle bálsamo para su dolor; tal vez pueda curarse”.
9 “Intentamos curar a Babilonia, pero no pudo curarse.
Déjenla y vámonos, cada uno a su propia tierra.+
Pues el juicio contra ella ha llegado hasta los cielos,
tan alto como las nubes.+
10 Jehová nos ha hecho justicia.+
Vengan, hablemos en Sion de las obras de Jehová nuestro Dios”.+
11 “Afilen las flechas;+ agarren los escudos circulares.*
Jehová ha movido a la acción a* los reyes de los medos+
porque la intención de él es destruir a Babilonia.
Pues esta es la venganza de Jehová, la venganza por su templo.
12 Levanten una señal*+ contra las murallas de Babilonia.
Refuercen la guardia, coloquen a los vigilantes en sus puestos.
Preparen a los que forman la emboscada.
Porque Jehová ha diseñado la estrategia
y cumplirá lo que prometió hacer contra los habitantes de Babilonia”.+
14 Jehová de los ejércitos ha jurado por sí mismo:
‘Voy a llenarte de hombres, tantos como langostas,
y ellos lanzarán gritos de victoria sobre ti’.+
15 Él es el que hizo la tierra, el que la hizo con su poder,
aquel que estableció la tierra productiva con su sabiduría+
y que extendió los cielos con su entendimiento.+
16 Cuando deja oír su voz,
las aguas del cielo se alborotan,
y él hace subir las nubes* desde los confines de la tierra.
17 Todos los hombres actúan de manera irrazonable y sin conocimiento.
Todos los orfebres sentirán vergüenza por las imágenes talladas;+
pues sus imágenes de metal* son un engaño,
18 Son un engaño,*+ obras ridículas.
Cuando les llegue el día de ajuste de cuentas, desaparecerán.
19 Aquel que es la parte que le corresponde a Jacob no es como estas cosas,
porque él es quien lo formó todo,
hasta el bastón de su herencia.+
Su nombre es Jehová de los ejércitos”.+
20 “Tú eres para mí un garrote de guerra, un arma para la batalla,
porque contigo destrozaré naciones.
Contigo destruiré reinos.
21 Contigo destrozaré caballos y jinetes.
Contigo destrozaré carros de guerra y conductores.
22 Contigo destrozaré hombres y mujeres.
Contigo destrozaré viejos y jóvenes.
Contigo destrozaré muchachos y muchachas.
23 Contigo destrozaré pastores y rebaños.
Contigo destrozaré agricultores y animales de arado.
Contigo destrozaré gobernadores y gobernantes subordinados.
24 Y a Babilonia y a todos los habitantes de Caldea voy a darles su merecido
por toda la maldad que han cometido en Sion ante los ojos de ustedes”,+ afirma Jehová.
Extenderé mi mano contra ti y haré que caigas rodando de los peñascos,
y te convertiré en una montaña calcinada”.
26 “La gente no sacará de ti una piedra angular ni una piedra de fundamento,
porque estarás desolada para siempre”,+ afirma Jehová.
27 “Levanten una señal* en el país.+
Toquen un cuerno entre las naciones.
Designen* naciones para atacarla.
Convoquen contra ella a los reinos de Ararat,+ Miní y Askenaz.+
Comisionen contra ella a un oficial de reclutamiento.
Hagan subir los caballos como langostas erizadas.
28 Designen* naciones para atacarla,
los reyes de Media,+ sus gobernadores y todos sus gobernantes subordinados
y todas las tierras que ellos gobiernan.
29 La tierra temblará y se estremecerá,
porque lo que Jehová tiene pensado contra Babilonia se cumplirá
para que la tierra de Babilonia se convierta en motivo de horror y quede sin habitantes.+
30 Los guerreros de Babilonia han dejado de pelear.
Están sentados en sus fortalezas.
Sus fuerzas se agotaron.+
Ellos se volvieron como mujeres.+
Las casas de ella han sido incendiadas.
Le rompieron sus barras.+
31 Un correo irá corriendo al encuentro de otro correo
y un mensajero al encuentro de otro mensajero
para informarle al rey de Babilonia que su ciudad ha sido tomada por todos lados,+
32 que se han apoderado de los lugares de paso del río,+
que han quemado con fuego los barcos de papiro
y que los soldados están aterrorizados”.
33 Porque esto es lo que dice Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel:
“La hija de Babilonia es como una era.
Es el momento de pisotearla hasta que quede sólida.
Muy pronto llegará para ella el tiempo de la cosecha”.
Me ha dejado como una vasija vacía.
Me ha tragado como lo haría una gran culebra;+
ha llenado su estómago de mis mejores cosas.
Me ha echado fuera con agua.
35 ‘¡Que la violencia que usaron contra mí y contra mi persona recaiga sobre Babilonia!’, dice el habitante de Sion.+
‘¡Y que mi sangre recaiga sobre los habitantes de Caldea!’, dice Jerusalén”.
36 Por lo tanto, esto es lo que dice Jehová:
Secaré el mar y los pozos de ella.+
37 Y Babilonia se convertirá en un montón de piedras,+
en una guarida de chacales,+
en motivo de horror y objeto de silbidos;
quedará sin habitantes.+
38 Todos juntos rugirán como leones jóvenes.*
Gruñirán como cachorros de león”.
39 “Cuando estén excitados, les serviré un banquete y los emborracharé,
para que se pongan alegres;+
entonces dormirán un largo sueño
del que no despertarán”,+ afirma Jehová.
40 “Los bajaré al matadero como corderos,
como carneros y cabras”.
41 “¡Oh, cómo ha sido conquistada Sesac!*+
¡Cómo ha sido capturada la que era alabada por toda la tierra!+
¡Cómo se ha convertido Babilonia en motivo de horror entre las naciones!
42 El mar ha subido sobre Babilonia.
Sus muchas olas la han cubierto.
43 Sus ciudades se han convertido en motivo de horror, una tierra sin agua, un desierto;
una tierra en la que no vivirá nadie y por la que no pasará ningún hombre.+
Las naciones ya no afluirán a él,
y la muralla de Babilonia caerá.+
45 ¡Sálganse de en medio de ella, pueblo mío!+
¡Huyan por su vida,+ huyan de la furia ardiente de Jehová!+
46 No se acobarden ni se asusten por las noticias que se oirán en el país.
En un año llegará una noticia,
y al año siguiente otra noticia,
de violencia en el país y de gobernante contra gobernante.
47 Por lo tanto, miren, se acercan los días
en que dirigiré mi atención a las imágenes esculpidas de Babilonia.
Toda su tierra será avergonzada,
y todos los suyos que mueran caerán en medio de ella.+
48 Los cielos y la tierra y todo lo que hay en ellos
gritarán de alegría por lo de Babilonia,+
porque vendrán contra ella destructores desde el norte”,+ afirma Jehová.
49 “Babilonia no solo hizo caer a los que murieron de Israel,+
sino que en Babilonia también han caído los muertos de toda la tierra.
50 Ustedes, los que escapen de la espada, sigan adelante. ¡No se detengan!+
Acuérdense de Jehová estando lejos
y tengan a Jerusalén en el corazón”.+
51 “Hemos quedado avergonzados, porque hemos oído insultos.
Nuestras caras están cubiertas de humillación,
porque han venido extranjeros* contra los lugares santos de la casa de Jehová”.+
52 “Por lo tanto, miren, se acercan los días —afirma Jehová—
en que dirigiré mi atención a las imágenes esculpidas de ella,
y por toda su tierra los heridos gemirán”.+
53 “Aunque Babilonia suba hasta el cielo,+
aunque refuerce sus enormes fortalezas,
llegarán los destructores que yo le enviaré”,+ afirma Jehová.
54 “¡Escuchen! Se oyen gritos desde Babilonia,+
el ruido de un gran desastre desde la tierra de los caldeos,+
55 porque Jehová está destruyendo a Babilonia;
él silenciará su fuerte voz.
Las olas de ellos rugirán como muchas aguas,
y el sonido de la voz de ellos se escuchará.
56 Porque el destructor vendrá contra Babilonia;+
los guerreros de ella serán capturados,+
sus arcos serán hechos pedazos,
porque Jehová es un Dios que retribuye.+
Él sin falta pagará.+
57 Emborracharé a los príncipes y sabios de ella,+
a sus gobernadores, sus gobernantes subordinados y sus guerreros,
y dormirán un largo sueño
del que no despertarán”,+ afirma el Rey, que tiene por nombre Jehová de los ejércitos.
58 Esto es lo que dice Jehová de los ejércitos:
“La muralla de Babilonia, aunque sea ancha, será demolida por completo,+
y a sus puertas, aunque sean altas, se les prenderá fuego.
Los pueblos trabajarán duro para nada;
las naciones se cansarán solo para alimentar el fuego”.+
59 Esta es la orden que el profeta Jeremías le dio a Seraya —hijo de Nerías,+ hijo de Mahseya— cuando este fue a Babilonia con el rey Sedequías de Judá en el cuarto año de su reinado; Seraya era uno de los funcionarios del rey.* 60 Jeremías escribió en un libro todas las calamidades que le caerían encima a Babilonia, todas estas palabras escritas contra Babilonia. 61 Además, Jeremías le dijo a Seraya: “Tan pronto como llegues a Babilonia y la veas, tienes que leer en voz alta todas estas palabras. 62 Luego di: ‘Oh, Jehová, tú dijiste que este lugar será destruido y que quedará sin habitantes, sin hombres ni animales, y que ella estará desolada para siempre’.+ 63 Y, cuando termines de leer este libro, átale una piedra y tíralo en medio del Éufrates. 64 Entonces di: ‘Así es como Babilonia se hundirá y nunca más se levantará+ debido a la calamidad que voy a mandarle; quedarán agotados’”.+
Aquí terminan las palabras de Jeremías.
52 Sedequías+ tenía 21 años cuando se convirtió en rey, y reinó 11 años en Jerusalén. Su madre se llamaba Hamutal+ hija de Jeremías de Libná. 2 Él hacía lo que estaba mal a los ojos de Jehová, tal como lo había hecho Jehoiaquim.+ 3 Estas cosas pasaron en Jerusalén y Judá porque Jehová estaba furioso, y acabó quitándolos de su vista.+ Y Sedequías se rebeló contra el rey de Babilonia.+ 4 En el noveno año del reinado de Sedequías, el día 10 del décimo mes, el rey Nabucodonosor* de Babilonia vino con todo su ejército contra Jerusalén. Acamparon para luchar contra ella y construyeron un muro de asedio a su alrededor.+ 5 Y la ciudad estuvo cercada hasta el año 11 del rey Sedequías.
6 En el cuarto mes, el día nueve del mes,+ el hambre en la ciudad era terrible, y no había comida para la gente del país.+ 7 Al final, se abrió brecha en la muralla de la ciudad y, de noche, todos los soldados huyeron de la ciudad por la puerta que había entre las dos murallas junto al jardín del rey, mientras los caldeos rodeaban la ciudad. Y continuaron por el camino del Arabá.+ 8 Pero el ejército caldeo persiguió al rey Sedequías+ y lo alcanzó en las llanuras desérticas de Jericó. Todos sus soldados fueron dispersados. 9 Entonces capturaron al rey, lo subieron a Riblá, en la tierra de Hamat, y lo llevaron ante el rey de Babilonia, quien lo sentenció. 10 Y el rey de Babilonia mató a los hijos de Sedequías ante sus propios ojos, y también mató a todos los príncipes de Judá allí en Riblá. 11 Luego el rey de Babilonia cegó a Sedequías,+ lo sujetó con grilletes de cobre, se lo llevó a Babilonia y lo tuvo preso hasta el día de su muerte.
12 El día 10 del quinto mes —en el año 19 del rey Nabucodonosor,* el rey de Babilonia—, entró en Jerusalén Nebuzaradán, el jefe de la guardia, que era un ayudante del rey de Babilonia.+ 13 Quemó la casa de Jehová,+ la casa* del rey y todas las casas de Jerusalén, y también todas las casas grandes. 14 Todo el ejército caldeo que estaba con el jefe de la guardia derribó las murallas que rodeaban Jerusalén.+
15 Nebuzaradán, el jefe de la guardia, se llevó al destierro a una parte de la gente humilde y al resto de la gente que quedaba en la ciudad. También se llevó a los desertores que se habían pasado al bando del rey de Babilonia y al resto de los artesanos expertos.+ 16 Pero Nebuzaradán, el jefe de la guardia, dejó allí a algunas de las personas más pobres del país para que cuidaran las viñas e hicieran trabajos forzados.+
17 Y los caldeos hicieron pedazos las columnas de cobre+ de la casa de Jehová, así como los carritos+ y el Mar de cobre+ que había en la casa de Jehová, y se llevaron todo el cobre a Babilonia.+ 18 También se llevaron los baldes, las palas, los apagadores, los tazones,+ las copas+ y todos los utensilios de cobre usados para servir en el templo. 19 El jefe de la guardia se llevó los recipientes,+ los braserillos, los tazones, los baldes, los candelabros,+ las copas y los tazones que eran de oro y plata genuinos.+ 20 En cuanto a las dos columnas, el Mar, los 12 toros de cobre+ que estaban debajo del Mar y los carritos que el rey Salomón había hecho para la casa de Jehová, el cobre de todos estos objetos era tanto que no se podía pesar.
21 En cuanto a las columnas, cada columna medía 18 codos* de alto y podía rodearse con un cordón de medir de 12 codos;+ tenía cuatro dedos* de grosor y estaba hueca. 22 Y su capitel era de cobre y medía cinco codos de alto.+ La malla y las granadas que rodeaban el capitel eran todas de cobre. La segunda columna era exactamente igual a la otra, y también las granadas. 23 Había 96 granadas en los lados; en total, había 100 granadas alrededor de la malla.+
24 El jefe de la guardia también se llevó al sacerdote principal Seraya,+ a Sofonías+ —el segundo sacerdote— y a los tres porteros.+ 25 Y se llevó de la ciudad a un funcionario de la corte que era el comandante de los soldados, a siete consejeros personales del rey que estaban en la ciudad, así como al secretario del jefe del ejército —quien reclutaba a la gente del país— y a 60 hombres de la gente común del país que todavía estaban en la ciudad. 26 Nebuzaradán, el jefe de la guardia, los llevó ante el rey de Babilonia en Riblá. 27 El rey de Babilonia los mató en Riblá,+ en la tierra de Hamat. Así fue como desterraron a Judá de su tierra.+
28 Esta es la cantidad de personas que Nabucodonosor* se llevó al destierro: en el séptimo año se llevó a 3.023 judíos.+
29 En el año 18 de Nabucodonosor*+ fueron llevadas 832 personas desde Jerusalén.
30 En el año 23 de Nabucodonosor,* Nebuzaradán —el jefe de la guardia— se llevó judíos al destierro, 745 personas.+
En total, fueron llevadas al destierro 4.600 personas.
31 Entonces, en el año 37 del destierro del rey Joaquín+ de Judá, el día 25 del duodécimo mes, resultó que el rey Evil-Merodac de Babilonia, en el año que llegó a ser rey, puso en libertad al* rey Joaquín de Judá y lo sacó de la prisión.+ 32 Era amable con él y puso su trono por encima de los tronos de los demás reyes que estaban con él en Babilonia. 33 Joaquín se quitó su ropa de prisionero y durante el resto de su vida estuvo comiendo a la mesa del rey. 34 De manera regular, recibió alimento del rey de Babilonia, día tras día durante el resto de su vida, hasta el día de su muerte.
Que posiblemente significa ‘Jehová ensalza’.
O “había elegido”.
Lit. “antes de que salieras de la matriz”.
O “te puse aparte”.
O “joven”.
Lit. “uno que despierta”.
O “una olla de boca ancha”.
Lit. “a la que se le sopla”, indicando que el fuego de abajo se aviva con aire.
Lit. “ceñirte las caderas”.
O “el amor leal”.
O “islas”.
O “labrado”, probablemente en la roca.
O “leones jóvenes con melena”.
O “Menfis”.
Es decir, un brazo del río Nilo.
Es decir, el río Éufrates.
O “sosa”, “soda”.
O “mucho jabón”.
O “según el vehemente deseo de su alma”.
Lit. “su mes”.
O “dioses extranjeros”.
O “sus cintas de boda”.
O “falda”.
Lit. “árabe”.
Lit. “la frente”.
Lit. “No haré caer mi rostro sobre ustedes”.
Lit. “caminos”.
O “dioses extranjeros”.
O quizás “su esposo”.
Lit. “corazón”.
O “Ella no subirá al corazón”.
Lit. “de los ejércitos de las naciones”.
Lit. “compañero”.
O “el dios que causa vergüenza”.
O “un poste señalizador”.
O “golpéense el pecho”.
O “valor”.
O “valor”.
O “cuando la espada ha alcanzado nuestra alma”.
Personificación poética que tal vez expresa lástima o compasión.
Lit. “observadores”, es decir, los que observan la ciudad para decidir cuándo atacar.
Lit. “mis intestinos”.
Lit. “en las paredes de mi corazón”.
O quizás “el sonido del grito de guerra”.
O “carpas”.
O “el poste señalizador”.
O “sabios”.
O “no sentiré pesar”.
O “sombra de ojos”.
O “ahora buscan tu alma”.
O quizás “una mujer enferma”.
Lit. “no se debilitaron”.
O quizás “Él no existe”.
Es decir, la palabra de Dios.
Un estuche para las flechas.
Lit. “pueblo tonto y sin corazón”.
O “huérfanos de padre”.
Lit. “Santifiquen”.
Lit. “son incircuncisos”.
Lit. “los llenos de días”.
O “la fractura”, “el desmoronamiento”.
O “atalayas”.
O “instrucción”.
O “Seba”.
Lit. “dolores de parto”.
Es decir, de Jeremías.
Lit. “Ellos son”, refiriéndose a todos los edificios del recinto del templo.
O “huérfanos de padre”.
O “desde la eternidad hasta la eternidad”.
O “humo de sacrificio”.
Lit. “madrugando y hablando”.
Título de una diosa que adoraban los israelitas apóstatas; posiblemente una diosa de la fertilidad.
O “libaciones”.
O “provocando”, “ofendiendo”.
Lit. “ni inclinaron su oído”.
O “consejos”.
Lit. “madrugando y enviando”.
Lit. “no inclinaron su oído”.
Lit. “endurecieron su cerviz”.
Lit. “y está cortada de su boca”.
O “tu cabello dedicado”.
O “una endecha”.
Ver glosario, Gehena.
Lit. “mi corazón”.
Ver glosario, Gehena.
O “tiempos fijados”.
O quizás “la grulla”.
O “migración”.
O “instrucción”.
Lit. “el estilo (estilete)”.
O “falsa”.
O “secretarios”.
O “la fractura”, “el desmoronamiento”.
O “el desmoronamiento”.
O “bálsamo calmante”.
O “sanador”.
O “una endecha”
O “instrucción”.
O “endechas”.
O “esta endecha”.
O “algo inútil”.
O “podón”.
O “algo totalmente inútil”.
O “denuncia”.
El versículo 11 fue escrito originalmente en arameo.
O “los vapores”.
O quizás “compuertas”.
O “estatuas de metal fundido”.
O “aliento”.
O “algo inútil”.
O “lanzar con una honda”.
O “fractura”.
Según parece, esta orden va dirigida a Jeremías.
O “Así sea”.
Lit. “madrugando y advirtiendo”.
Lit. “ni inclinaron su oído”.
O “humo de sacrificio”.
O “al dios que causa vergüenza”.
Es decir, Jeremías.
O “mi amada”.
Es decir, sacrificios hechos en el templo.
O “las emociones más profundas”. Lit. “riñones”.
O “buscan tu alma”.
O “emociones más profundas”. Lit. “riñones”.
O “moteada”.
O quizás “Está de duelo”.
O “senderos transitados”.
Lit. “ninguna carne”.
O “la dama”.
O “cercadas”.
O “etíope”.
O “vergonzosa”.
O “pequeños”.
O “las zanjas”, “los abrevaderos”.
O “hembra del venado”.
O “enfermedad”.
O “mi alma no estaría con”.
O quizás “cuatro tipos de juicio”. Lit. “cuatro familias”.
O quizás “caminar hacia atrás”.
O “sentir pesar”.
Ver glosario.
O quizás “este se ha avergonzado y abochornado”.
O “te serviré para bien”.
Lit. “No me quites”.
O “tardanza para la cólera”.
O “de un mensaje de denuncia”.
O “llegarás a ser mi portavoz”.
Costumbres de duelo paganas que, según parece, se practicaban en la nación apóstata de Israel.
Lit. “en todos sus caminos”.
Lit. “los cadáveres”.
Lit. “cincel”, “estilo (estilete)”.
Ver glosario.
O quizás “porque como un fuego ustedes han sido encendidos en mi furia”.
O “el hombre fuerte”.
Lit. “hace de la carne su brazo”.
O “el hombre fuerte”.
O “engañoso”.
O quizás “y no tiene remedio”.
O “las emociones más profundas”. Lit. “riñones”.
O “pero no con justicia”.
O “apostatan”.
Lit. “de mí”. Según parece, se refiere a Jehová.
O “elimínalos dos veces”.
Lit. “ni inclinaron su oído”.
Lit. “endurecieron su cerviz”.
O “del sur”.
Lit. “como fue recto a los ojos del alfarero hacerla”.
O “sentiré pesar por”.
O “sentiré pesar por”.
Lit. “formando”.
O “humo de sacrificio”.
O “caminos no construidos”.
O “instrucción”.
Lit. “golpeémoslo con la lengua”.
Lit. “los oídos le zumbarán”.
Lit. “mi corazón”.
O “buscan su alma”.
O “buscan su alma”.
O “terrazas”.
Lit. “endurecieron su cerviz para no”.
O “las emociones más profundas”. Lit. “riñones”.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
O “en dirección contraria”.
O quizás “los reuniré a ellos”.
O “enfermedad”.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
O “buscan su alma”.
O “y escapará con su vida (alma)”.
Lit. “he fijado mi rostro contra esta ciudad para”.
O “de la llanura baja”.
O “al palacio”.
O “huérfano de padre”.
Lit. “santificaré”.
También llamado Jehoacaz.
Lit. “dolores de parto”.
También llamado Joaquín y Jeconías.
O “buscan tu alma”.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
O “la tierra a la que alzan su alma”.
O “país”.
Lit. “sus días”.
O “heredero”.
O “son apóstatas”.
Lit. “fortalecen las manos de”.
O “llenando de esperanzas vacías”.
O “el mensaje pesado”. El término hebreo tiene dos significados: ‘una declaración divina de peso’ y ‘algo pesado’.
O “el mensaje pesado”.
O “el mensaje pesado”.
O “el mensaje pesado”.
O “El mensaje pesado”.
O “el mensaje pesado”.
O “El mensaje pesado”.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
También llamado Joaquín y Conías.
O quizás “constructores de fortificaciones”.
O “enfermedad”.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
O “a”.
Lit. “madrugando y hablando”.
Lit. “madrugando y enviando”.
Lit. “ni inclinaron su oído”.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
O “entregarlos a la destrucción”.
O “castigaré”.
Parece que este es un nombre criptográfico para Babel (Babilonia).
Lit. “toda carne”.
O “león joven con melena”.
O “habla sobre”.
O “inclinarse”.
O “sienta pesar por”.
O “instrucción”.
Lit. “madrugando y enviando”.
O “el palacio”.
O “sentirá pesar por”.
Lit. “traerán sangre inocente sobre”.
O “el monte del templo”.
O “los lugares altos de un bosque”.
O “trató de ablandar el rostro de Jehová”.
O “sintió pesar por”.
Lit. “a quien es recto a mis ojos”.
O “enfermedad”.
Lit. “descansar”.
O “el palacio”.
Es decir, el Mar de cobre del templo.
Lit. “años de días”.
O “¡Así sea!”.
O “enfermedades”.
O “la dama”.
O quizás “constructores de fortificaciones”.
O “enfermedad”.
O quizás “reventados”.
Lit. “madrugando y enviando”.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
Lit. “en el cepo y en la picota”.
O “los lomos”.
Lit. “grande”.
Lit. “ataduras”.
O “extraños”.
O “ellos”.
O “corregiré”.
O quizás “que los honren”.
Lit. “ha dado en prenda su corazón”.
O “te seguí mostrando”.
O “saldrás en la danza de los que están riéndose”.
O “wadis”.
O “redimirá”.
O “reclamará”.
O “las cosas buenas de parte de”.
Lit. “gordura”.
Lit. “intestinos”.
O “descendencia”.
O “se les destemplaron los dientes”. Lit. “les quedaron desafilados los dientes”.
O quizás “su esposo”.
O “los estatutos”.
O “toda la llanura baja”.
O “cenizas grasosas”, es decir, cenizas empapadas en la grasa de los sacrificios.
O “todas las terrazas de cultivo”.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
O “del palacio”.
Es decir, el tío paterno.
Un siclo equivalía a 11,4 g (0,367 oz tr). Ver apén. B14.
Lit. “en el seno de”.
Lit. “en consejo”.
O “enfermedad”.
Lit. “toda carne”.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
Lit. “madrugando y enseñando”.
Ver glosario, Gehena.
O “hacer pasar a sus hijos y sus hijas por”.
Lit. “mi corazón”.
Ver glosario.
O “toda la bondad”.
O “verdad”.
O “transgresiones”.
O “heredero”.
O “ministros”.
O “los estatutos”.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
Lit. “ni inclinaron su oído”.
Lit. “hoy”.
O “el alma”.
O “enfermedad”.
O “buscan su alma”.
O “buscan su alma”.
O “cuartos”.
Lit. “Jonadab”. Forma abreviada de Jehonadab.
Lit. “Jonadab”. Forma abreviada de Jehonadab.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
Lit. “madrugando y hablando”.
Lit. “madrugando y enviando”.
Lit. “no inclinaron su oído”.
Lit. “Jonadab”. Forma abreviada de Jehonadab.
Lit. “un rollo de un libro”.
Lit. “el rollo del libro”.
O “libro”.
O “libro”.
O “comedor”.
O “escriba”.
O “libro”.
O “al palacio”.
O “funcionarios de la corte”.
O “libro”.
O “libro”.
Que iba de mediados de noviembre a mediados de diciembre. Ver apén. B15.
O “libro”.
También llamado Joaquín y Jeconías.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
Lit. “en la casa de los grilletes”.
Lit. “la casa de la cisterna”.
O “palacio”.
O “enfermedad”.
Lit. “salga”.
O “escapará con su vida (alma)”.
Lit. “debilita las manos de”.
O “funcionario de la corte”.
O “del palacio”.
O “nos ha hecho esta alma”.
O “buscan tu alma”.
Lit. “sales”.
Lit. “Los hombres de tu paz”.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
O, de acuerdo con otra forma de dividir las palabras del texto hebreo, “Nergal-Sarézer, Samgar-Nebo, Sarsekim, Rabsarís”.
O “mago (astrólogo) principal”.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
O “el palacio”.
O quizás “y trabajos forzados”.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
O “principal funcionario de la corte”.
O “mago (astrólogo) principal”.
O “Escaparás con tu vida (alma)”.
Lit. “para estar de pie”.
O “herirte el alma”.
O “te hiera el alma”.
Lit. “la descendencia del reino”.
O “al segundo día”.
O quizás “al gran estanque”.
O “tristeza”.
O “vivir por un tiempo”.
O “enfermedad”.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
Lit. “en paz”.
O “los obeliscos”.
O “Casa (Templo) del Sol”, es decir, Heliópolis.
Lit. “madrugando y enviando”.
Lit. “ni inclinaron su oído”.
O “sentido aplastados”.
O “enfermedad”.
O “Alzarán su alma para”.
Título de una diosa que adoraban los israelitas apóstatas; posiblemente una diosa de la fertilidad.
O “le subieron al corazón”.
O “buscan su alma”.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
O “buscaba su alma”.
O “esperando”.
Lit. “toda carne”.
O “te dejaré escapar con tu vida (alma)”.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
O “broqueles”, escudos pequeños que solían usar los arqueros.
Lit. “pisan”.
O “una matanza”.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
Lit. “el tiempo fijado”.
Es decir, el conquistador de Egipto.
O quizás “quedará desierta”.
O “recogiendo leña”.
Es decir, de Tebas.
O “buscan su alma”.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
O “corregiré”.
Es decir, Creta.
Es decir, la gente se afeitará la cabeza en señal de duelo y vergüenza.
O “llanura baja”.
O “la altura segura”.
O “La llanura baja”.
O “la meseta”, “el altiplano”.
O “descuidadamente”.
O quizás “en el suelo seco”.
O “a la meseta”, “al altiplano”.
Lit. “cortado el cuerno”.
O “se alborotará”.
Es decir, una flauta que se toca en señal de lamento en un funeral.
O “se alborotará”.
Es decir, una flauta que se toca en señal de lamento en un funeral.
Ver glosario.
O quizás “el sonido del grito de guerra”.
O “cercanos”.
O “corrales de ovejas”.
O “las llanuras bajas”.
O “huérfanos de padre”.
O “el consejo”.
O “ánimo”.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
Lit. “a todo viento”.
Lit. “el principio”.
O “buscan su alma”.
O “un poste señalizador”.
El término hebreo podría estar relacionado con una palabra para “estiércol”. Se usa como una expresión de desprecio.
Lit. “pisan”.
Lit. “ha dado su mano”.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
O “y entrégalos a la destrucción”.
O “Entréguenla a la destrucción”.
Lit. “pisan”.
Lit. “serán silenciados”.
O “los falsos profetas”.
O “el consejo”.
Parece que este es un nombre criptográfico para Caldea.
Lit. “no pise”.
O “Entreguen a la destrucción a”.
Es decir, de los caldeos.
O quizás “llenen las aljabas”.
Lit. “ha incitado el espíritu de”.
O “un poste señalizador”.
Lit. “la medida”.
O “los vapores”.
O quizás “compuertas”.
O “estatuas de metal fundido”.
O “aliento”.
O “algo inútil”.
O “un poste señalizador”.
Lit. “Santifiquen”.
Lit. “Santifiquen”.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
O “leones jóvenes con melena”.
Parece que este es un nombre criptográfico para Babel (Babilonia).
O “extraños”.
O “el comisario ordenador”.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
O “el palacio”.
Un codo equivalía a 44,5 cm (17,5 in). Ver apén. B14.
Un dedo equivalía a 1,85 cm (0,73 in). Ver apén. B14.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
Lit. “Nabucodorosor”. Esta es una variante en la grafía.
Lit. “levantó la cabeza del”.