CANCIÓN 104
El espíritu santo es un regalo de Dios
Edición impresa
1. Padre amado, Dios compasivo,
eres mayor que mi corazón.
Lleva mi carga, calma mi pena.
Dame consuelo, bendito Señor.
2. Yo sé que no alcanzo tu gloria,
lejos estoy de la perfección.
Por eso, ruego que me dirijas
por el camino de la salvación.
3. Cuando me siento débil o triste,
tu santa fuerza me da poder.
Como las aves, puedo alzarme
y adorarte sin desfallecer.
(Vea también Sal. 51:11; Juan 14:26; Hech. 9:31).