“Elijan hoy a quién van a servir”

1. Para ser realmente felices, ¿qué debemos hacer, y por qué? (Isaías 48:17, 18).

NUESTRO Padre celestial nos ama muchísimo y quiere que disfrutemos de la vida ahora y en el futuro (Ecl. 3:12, 13). Nos creó con algunas habilidades impresionantes. Pero no nos dio la capacidad de gobernarnos a nosotros mismos ni de decidir lo que está bien y lo que está mal (Ecl. 8:9; Jer. 10:23). Él sabe que para que seamos felices de verdad debemos servirle y obedecerle (lea Isaías 48:17, 18).

2. ¿Qué quiere Satanás que creamos, y cómo ha respondido Jehová a esa mentira?

² Satanás quiere que creamos que podemos ser felices sin Jehová, que podemos gobernarnos a nosotros mismos (Gén. 3:4, 5). Para responder a esa mentira, Jehová ha permitido que los seres humanos se gobiernen a sí mismos durante un tiempo. Y la verdad es que los malos resultados de la gobernación humana están a la vista. En cambio, en la Biblia hay muchísimos ejemplos de hombres y mujeres que fueron felices sirviendo a Jehová, y el más feliz de todos fue Jesucristo. Primero, veremos algunas razones por las que él eligió servir a Jehová. Luego, analizaremos por qué nuestro Padre celestial merece que lo adoremos. Y, por último, recordaremos algunas de las razones que nos llevaron a tomar la decisión de servir a Jehová.

POR QUÉ ELIGIÓ JESÚS SERVIR A JEHOVÁ

3. ¿Qué le ofreció Satanás a Jesús, y qué decisión tomó Jesús?

³ Cuando estuvo en la Tierra, Jesús tuvo que elegir a quién quería servir. Poco después de que se bautizó, Satanás le ofreció todos los reinos del mundo a cambio de un solo acto de adoración. Pero Jesús le contestó: “¡Vete, Satanás! Porque está escrito: ‘Adora a Jehová tu Dios y sírvele solo a él’” (Mat. 4:8-10). ¿Por qué tomó Jesús esa decisión? Veamos algunas razones.

4, 5. ¿Cuáles son algunas razones por las que Jesús eligió servir a Jehová?

⁴ La razón principal por la que Jesús eligió servir a su Padre, Jehová, es porque lo ama con todo el corazón y de manera incondicional (Juan 14:31). Además, Jesús le sirve a Jehová porque sabe que eso es lo correcto (Juan 8:28, 29; Apoc. 4:11). Sabe que Jehová es quien nos dio la vida, que es muy generoso y que podemos confiar en él (Sal. 33:4; 36:9; Sant. 1:17). Jehová siempre le había dicho la verdad, y todo lo que tenía Jesús se lo había dado su Padre (Juan 1:14). Por el contrario, Satanás ha traído la muerte a la humanidad y es un mentiroso lleno de envidia y egoísmo (Juan 8:44). Jesús conoce bien a Jehová y también a Satanás, así que nunca se le pasó por la cabeza ser como Satanás y rebelarse contra Jehová (Filip. 2:5-8).

⁵ Otra razón por la que Jesús decidió servir a Jehová es porque tenía presentes todas las cosas buenas que se lograrían gracias a su lealtad (Heb. 12:2). Sabía que, si se mantenía fiel, santificaría el nombre de su Padre y haría posible el fin de todo el sufrimiento causado por el Diablo.

POR QUÉ MERECE JEHOVÁ QUE LO ADOREMOS

6, 7. ¿Por qué muchas personas no sirven a Jehová? ¿Por qué merece Jehová nuestra adoración?

⁶ Hoy en día, muchas personas no sirven a Jehová porque no lo conocen. No han aprendido sobre sus hermosas cualidades y sobre todo lo que hace por ellas. Ese era el caso de las personas a las que les predicó el apóstol Pablo en Atenas (Hech. 17:19, 20, 30, 34).

⁷ Pablo les explicó que el Dios verdadero “les da a todas las personas vida, aliento y todas las cosas”. Además, les dijo que “por él tenemos vida, nos movemos y existimos”. También les explicó que “de un solo hombre creó todas las naciones humanas”. Así que, como es nuestro Creador, es el único que merece nuestra adoración (Hech. 17:25, 26, 28).

8. ¿Qué no haría Jehová nunca?

⁸ Como es el Creador y el Soberano del universo, si Jehová quisiera, podría obligar a las personas a servirle. ¡Pero él jamás haría eso! Más bien, quiere que la mayor cantidad de personas posible disfruten de su amistad para siempre (1 Tim. 2:3, 4). Por eso, nos ha dejado un sinfín de pruebas de que existe y de que nos quiere mucho. Por esa misma razón, Jehová nos capacita para que les enseñemos a otras personas las cosas tan buenas que él hará por la humanidad y cómo lo logrará (Mat. 10:11-13; 28:19, 20). Además, nos organiza en congregaciones y se encarga de que contemos con superintendentes que nos cuiden con cariño (Hech. 20:28).

9. ¿Cómo demuestra Jehová su amor?

⁹ Jehová demuestra su gran amor por la forma en la que trata a los que no quieren creer que él existe. A lo largo de la historia, millones de personas han decidido vivir según sus propias normas. Pero, como Jehová es tan bueno, les ha dado todo lo que necesitan para vivir y disfrutar de la vida (Mat. 5:44, 45; Hech. 14:16, 17). Gracias a él, pueden formar una familia, tener hijos, hacer amigos y ver las recompensas de su duro trabajo (Sal. 127:3; Ecl. 2:24). No hay ninguna duda: nuestro Padre celestial ama a todos los seres humanos (Éx. 34:6). Ahora veamos algunas de las razones por las que nosotros hemos elegido servir a Jehová y cómo nos bendice él.

POR QUÉ ELEGIMOS SERVIR A JEHOVÁ

10. a) ¿Cuál es la razón principal por la que servimos a Jehová? (Mateo 22:37). b) ¿Cómo le ha ayudado a usted la paciencia de Jehová? (Salmo 103:13, 14).

¹⁰ Al igual que Jesús, la razón principal por la que servimos a Dios es porque lo amamos con todo el corazón (lea Mateo 22:37). Cuanto más conocemos a Jehová, más nos atraen sus bonitas cualidades. Por ejemplo, él es muy paciente con nosotros. Cuando los israelitas lo desobedecían, les rogaba: “Por favor, vuelvan de su mal camino” (Jer. 18:11). Jehová se acuerda de que somos polvo (lea Salmo 103:13, 14). Cuando usted medita en la paciencia de Jehová y en sus otras cualidades, ¿no se siente impulsado a servirle para siempre?

11. ¿Cuáles son algunas razones por las que elegimos servir a nuestro Padre celestial?

¹¹ Otra razón que nos motiva a servir a Jehová es que sabemos que eso es lo correcto (Mat. 4:10). Además, tenemos presentes los buenos resultados que produce nuestra lealtad a Dios: ayudamos a santificar el nombre de Jehová, demostramos que Satanás es un mentiroso y alegramos el corazón de nuestro Padre. Y, si elegimos hoy servir a Jehová, tenemos la esperanza de servirle por toda la eternidad (Juan 17:3).

12, 13. ¿Qué aprendemos de la experiencia de Jane y Pam?

¹² Desde pequeños, podemos llegar a sentir un amor muy profundo por Jehová, un amor que no se apague con los años. Veamos el ejemplo de dos hermanas llamadas Jane y Pam.a Tenían 11 y 10 años respectivamente cuando empezaron a estudiar la Biblia. Aunque sus padres no quisieron aceptar un curso bíblico, les dieron permiso de relacionarse con los Testigos con la condición de que siguieran asistiendo a los servicios religiosos a los que iba la familia los fines de semana. Jane cuenta: “Lo que me enseñaron los Testigos sobre la Biblia me ayudó a aguantar la presión de mis compañeros y no caer en las drogas o en la inmoralidad sexual”.

¹³ En la adolescencia, las dos llegaron a ser publicadoras. Años más tarde, se hicieron precursoras y al mismo tiempo cuidaban de sus padres, que ya eran mayores. Pensando en lo que ha vivido, Jane explica: “Aprendí de primera mano que Jehová nunca falla a la hora de cuidar a sus amigos, pues 2 Timoteo 2:19 dice que él ‘conoce a los que le pertenecen’”. Sin duda, Jehová cuida a los que eligen amarlo y servirle.

14. ¿Cómo podemos defender el nombre de Jehová? (Vea también las imágenes).

¹⁴ Queremos ayudar a que se limpie por completo el nombre de Jehová. Piense en este ejemplo. Usted tiene un amigo cercano que es amable, generoso y comprensivo. Un día escucha a alguien decir que su amigo es cruel y mentiroso. ¿Qué haría? ¿Verdad que lo defendería? De manera similar, cuando escuchamos que alguien dice mentiras en contra de Jehová, nuestra reacción es contar la verdad y defenderlo con todas nuestras fuerzas (Sal. 34:1; Is. 43:10). Nuestras palabras y acciones demuestran que queremos servir a Jehová con toda el alma.

15. ¿Qué bendiciones tuvo el apóstol Pablo después de cambiar sus metas en la vida? (Filipenses 3:7, 8).

¹⁵ Con gusto estamos dispuestos a cambiar nuestras metas en la vida para agradar a Jehová y para hacer más en nuestro servicio a él. Un ejemplo de esto es el apóstol Pablo, que renunció de buena gana a ser una persona prominente de su comunidad para seguir a Cristo y servir a Jehová (Gál. 1:14). Gracias a eso, tuvo una vida feliz y recibió la oportunidad de gobernar con Cristo en el cielo. Pablo nunca se arrepintió de su decisión de servir a Jehová, y nosotros tampoco lo haremos (lea Filipenses 3:7, 8).

16. ¿Qué nos enseña la experiencia de Julia? (Vea también las imágenes).

¹⁶ Si nos centramos en servir a Jehová, podemos tener una vida llena de bendiciones ahora y en el futuro. Veamos la experiencia de una hermana llamada Julia. De pequeña cantaba en el coro de su iglesia. El talento de Julia le llamó la atención a alguien que cantaba ópera profesionalmente, así que se ofreció a darle clases. Al poco tiempo, se hizo famosa y cantó en prestigiosas salas de conciertos. Mientras estaba en una reconocida escuela de música, un compañero de clases le habló acerca de Dios y le explicó que su nombre es Jehová. Poco después, Julia empezó a estudiar la Biblia dos veces a la semana. Con el tiempo decidió centrar su vida en servir a Jehová en vez de continuar con su carrera en la música. Aquella decisión no fue fácil. Ella cuenta: “Muchas personas me decían que estaba desperdiciando mi talento, pero yo quería usar mi vida para servir a Jehová”. ¿Qué opina Julia de su decisión ahora, más de 30 años después? Ella dice: “Me siento feliz, y estoy segura de que en el futuro Jehová cumplirá todos los deseos de mi corazón” (Sal. 145:16).

SIGA SIRVIENDO A JEHOVÁ

17. ¿Qué implica para los siervos de Dios vivir en el tiempo del fin? ¿Y para los que aún no lo son?

¹⁷ Estamos muy cerca del fin de este sistema. El apóstol Pablo escribió: “Porque, dentro de ‘muy poco tiempo’, ‘el que viene llegará, y no tardará’” (Heb. 10:37). ¿Qué implica eso? Por un lado, cada vez queda menos tiempo para que las personas decidan servir a Jehová (1 Cor. 7:29). Y, si ya hemos elegido servir a Dios, sabemos que, aunque tendremos que enfrentar algunas pruebas, será solo por “muy poco tiempo”.

18. ¿Qué quieren Jehová y Jesús que hagamos?

¹⁸ Jesús animó a las personas a ser sus discípulos y a seguirlo constantemente (Mat. 16:24). Así que, si llevamos muchos años sirviendo a Jehová, no nos rindamos. Es cierto que tenemos que esforzarnos por seguir sirviéndole, y eso no siempre es fácil. Pero ¿verdad que aun ahora podemos disfrutar de muchas alegrías y bendiciones por servir a Jehová? (Sal. 35:27).

19. ¿Qué aprendemos de la experiencia de Gene?

¹⁹ Algunos creen que para servir a Jehová hay que hacer demasiados sacrificios. Si eres joven, ¿te parece que te vas a perder de algo si eliges servir a Dios? Un joven llamado Gene cuenta: “Creía que los Testigos teníamos muchas restricciones. Me daba la impresión de que muchos de los jóvenes con los que me había criado podían disfrutar de ir a fiestas, salir con chicas o jugar videojuegos violentos, mientras que yo tenía que ir a las reuniones y salir a predicar”. ¿Cómo le afectó a Gene esa manera de pensar? Él dice: “Empecé a llevar una doble vida, y durante algún tiempo me divertí. Pero en el fondo no me sentía feliz. Así que comencé a recordar las verdades de la Biblia que había estado pasando por alto y a meditar en los beneficios de aplicarlas en mi vida. Entonces decidí servir a Jehová con todo mi corazón. Siento que a partir de ese momento Jehová ha contestado todas mis oraciones”.

20. ¿Qué estamos decididos a hacer?

²⁰ Un salmista le cantó a Jehová: “Feliz el hombre a quien tú eliges y traes junto a ti para que viva en tus patios” (Sal. 65:4). Igual que Josué, digamos con total convicción: “Los de mi casa y yo, nosotros serviremos a Jehová” (Jos. 24:15).