c Parece que entre los que fueron a Jerusalén estaba Tito, un cristiano griego e incircunciso que llegaría a ser un fiel compañero y ayudante de Pablo (Gál. 2:1; Tito 1:4). Este hermano era un buen ejemplo de que los gentiles incircuncisos podían ser ungidos por espíritu santo (Gál. 2:3).