Nota
e DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN. Jesús está comiendo en casa de un fariseo llamado Simón. Una mujer, que tal vez es prostituta, acaba de lavar los pies de Jesús con sus lágrimas, se los ha secado con su cabello y los ha untado con aceite. Simón mira con desprecio a la mujer, pero Jesús la defiende.