Nota
c La Biblia no describe a los representantes humanos de Dios como personas infalibles. Es más, admite lo siguiente: “No hay hombre que no peque” (1 Reyes 8:46).
c La Biblia no describe a los representantes humanos de Dios como personas infalibles. Es más, admite lo siguiente: “No hay hombre que no peque” (1 Reyes 8:46).