Viernes 11 de julio
Volveré a mostrarte consideración (Gén. 19:21).
Jehová es razonable porque es humilde y compasivo. Por ejemplo, demostró su humildad cuando estaba a punto de destruir a los malvados habitantes de Sodoma. Mediante unos ángeles le dijo a su siervo Lot que huyera a la región montañosa. Pero a Lot le daba miedo ir allí. Por eso rogó que a él y a su familia se les permitiera ir a Zóar, una ciudad pequeña que Dios también tenía pensado destruir. Jehová podía haber insistido en que Lot obedeciera sus instrucciones al pie de la letra, pero no lo hizo. Aceptó su petición, aunque eso significara no destruir Zóar (Gén. 19:18-22). Siglos después, Jehová les mostró compasión a los habitantes de Nínive. Envió al profeta Jonás para decirles que tanto ellos como su ciudad iban a ser destruidos debido a su maldad. Pero, cuando los ninivitas se arrepintieron, Jehová sintió lástima por ellos y perdonó a la ciudad (Jon. 3:1, 10; 4:10, 11). w23.07 32:5
Sábado 12 de julio
Mataron a Jehoás, pero no lo enterraron en las sepulturas de los reyes (2 Crón. 24:25).
¿Qué lección sacamos de la historia de Jehoás? Él era como un árbol con raíces poco profundas que, para mantenerse en pie, necesitaba el apoyo de un tutor o estaca, el sumo sacerdote Jehoiadá. Cuando este murió y soplaron los vientos de la apostasía, Jehoás se vino abajo. Este caso encierra una poderosa lección: no podemos temer a Jehová solo porque otros hermanos y familiares lo hagan y nos den su apoyo. Para estar fuertes en sentido espiritual, tenemos que alimentar el amor y el respeto que sentimos por Jehová estudiando, meditando y orando con regularidad (Jer. 17:7, 8; Col. 2:6, 7). Jehová no nos pide imposibles. Lo que él espera de nosotros se resume muy bien en Eclesiastés 12:13: “Teme al Dios verdadero y obedece sus mandamientos, porque eso es todo lo que el hombre debe hacer”. Si tememos a Jehová, podremos enfrentarnos a cualquier dificultad que venga y mantenernos firmes. Nuestra amistad con Jehová será indestructible. w23.06 27:17-19
Domingo 13 de julio
¡Mira! Estoy haciendo nuevas todas las cosas (Apoc. 21:5).
La garantía que Dios da comienza diciendo: “El que estaba sentado en el trono dijo” (Apoc. 21:5a). Estas palabras son especiales porque sirven de introducción a una de las tres veces en las que Jehová habla directamente en las visiones de Apocalipsis. Así que esta garantía la da el propio Jehová, no un ángel poderoso, ni siquiera Jesús. Esto refuerza nuestra confianza en las palabras que siguen, ya que Jehová “no puede mentir” (Tito 1:2). Sin duda, lo que dice Apocalipsis 21:5, 6 merece toda nuestra confianza. Fijémonos en la palabra “¡Mira!”. El término griego que se traduce “¡Mira!” aparece muchas veces en Apocalipsis. ¿Y qué viene a continuación? Dios declara: “Estoy haciendo nuevas todas las cosas”. Aunque Jehová está hablando de cambios que hará en el futuro, está tan seguro de que esta promesa se hará realidad que habla de esos cambios como si ya los estuviera haciendo (Is. 46:10). w23.11 46:7, 8