26 Sin embargo, Ezequías se humilló por la arrogancia de su corazón,+ tanto él como los habitantes de Jerusalén, y Jehová no se indignó con ellos en los días de Ezequías.+
13 Le siguió orando, y Dios se sintió conmovido por su ruego y escuchó su súplica, y lo devolvió a su reinado en Jerusalén.+ Entonces Manasés llegó a saber que Jehová es el Dios verdadero.+