Nota
b Durante su ministerio, Jesús a veces dijo cosas o hizo preguntas no necesariamente para reflejar lo que él sentía, sino para hacer que sus discípulos dijeran lo que pensaban (Mar. 7:24-27; Juan 6:1-5; vea La Atalaya del 15 de octubre de 2010, páginas 4 y 5).