Nota
a La ley de Dios que encontramos en Deuteronomio 23:3-6 decía que ningún ammonita ni moabita podía entrar en la congregación de Israel. Al parecer, esto significaba que no podían convertirse en miembros plenos de la nación, con todos sus derechos. Pero no les prohibía relacionarse con el pueblo de Dios ni vivir allí.