Nota
c Una enciclopedia católica dice lo siguiente sobre el origen del ayuno de cuarenta días de la Cuaresma: “En los primeros tres siglos, el ayuno que se hacía en preparación para la Pascua duraba como mucho una semana, aunque lo habitual eran uno o dos días. [...] La primera referencia a un ayuno de cuarenta días aparece en el quinto canon del Concilio de Nicea (año 325), aunque algunos eruditos ponen en duda que se refiera a la Cuaresma” (New Catholic Encyclopedia, segunda edición, volumen 8, página 468).