UN MUNDO EN CRISIS

1 | Cuide su salud

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE?

Las situaciones difíciles pueden afectar nuestra salud de forma directa o indirecta.

Cuando pasan cosas malas, las personas se estresan, y el estrés prolongado suele hacer que se enfermen con más facilidad.
En ocasiones, los servicios médicos no dan abasto y no hay medicinas para todos.
A veces, la gente no tiene suficiente dinero para conseguir los productos básicos, como la comida o los medicamentos.

¿Lo sabía?

Las enfermedades graves y el estrés pueden nublarle el juicio y hacer que tome malas decisiones en temas de salud. Eso solo hará que se enferme aún más.
Si no trata sus problemas de salud, estos empeorarán e incluso podrían poner en peligro su vida.
Si está sano, tomará mejores decisiones en las situaciones complicadas.
Sin importar cuánto dinero tenga, hay cosas que usted puede hacer para cuidar su salud.

¿Qué puede hacer?

Siempre que se puede, la persona prudente piensa en los posibles peligros y busca maneras de evitarlos. Así que, si quiere correr menos riesgo de enfermarse o de padecer algunas enfermedades graves, tenga buenos hábitos de higiene. Es mejor prevenir que curar.

“Como cuidamos nuestra higiene personal y nuestra casa está limpia, no gastamos tanto en doctores y medicamentos” (Andreas).a

a Se han cambiado algunos nombres.

CÓMO HACERLE FRENTE: Algunos consejos

Para cuidar su salud en épocas difíciles, siga estas sugerencias

TENGA UNA BUENA HIGIENE

Tenga una buena higiene

La Biblia dice: “El prudente ve el peligro y se esconde” (Proverbios 22:3). Trate de prevenir posibles peligros para su salud.

Tenga la costumbre de lavarse las manos con agua y jabón, sobre todo antes de tocar alimentos y después de ir al baño.
Limpie y desinfecte su casa regularmente, en especial las superficies y objetos que toca con frecuencia.
Si es posible, evite el contacto estrecho con personas que puedan contagiarle una enfermedad.

LLEVE UNA DIETA SALUDABLE

Lleve una dieta saludable

La Biblia dice: “Nadie ha odiado jamás su propio cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida con cariño” (Efesios 5:29). Demostramos que amamos nuestro cuerpo si tenemos cuidado con lo que consumimos.

Beba mucha agua.
Coma diferentes frutas y verduras.
No consuma demasiada grasa, sal y azúcar.
No fume, no se drogue y no tome demasiado alcohol.

“Para no enfermarnos, tratamos de comer sano. Si no, nos gastaríamos lo poquito que ganamos en el médico. Preferimos invertir en una dieta saludable” (Carlos).

HAGA EJERCICIO Y DESCANSE BIEN

Haga ejercicio

La Biblia dice: “Es mejor un puñado de descanso que dos puñados de trabajo duro y perseguir el viento” (Eclesiastés 4:6). Debemos ser equilibrados: hay que trabajar, pero también descansar.

Manténgase activo. Puede empezar saliendo a caminar regularmente. La actividad física mejorará su salud incluso si usted es una persona mayor o sufre una discapacidad o una enfermedad crónica.
Descanse bien

Descanse lo suficiente. A corto plazo, dormir poco aumenta el estrés y reduce la capacidad de concentración. Y, a largo plazo, puede provocar problemas graves de salud.
Póngase un horario realista para irse a dormir y trate de cumplirlo. Intente acostarse y levantarse a la misma hora todos los días.
No vea la tele ni use dispositivos electrónicos en la cama.
Evite las comidas pesadas, la cafeína y el alcohol antes de irse a dormir.

“La calidad del sueño influye mucho en mi salud. Si no duermo lo suficiente, me duele la cabeza y tengo el cuerpo todo adolorido. Pero, cuando duermo bien, ¡siento que me puedo comer el mundo! Tengo mucha energía y me enfermo menos” (Justin).