33 Y, sin embargo, hay un hombre tuyo que no cortaré de estar junto a mi altar para hacer fallar tus* ojos y causar languidez a tu* alma; pero, en su mayoría, todos los de tu casa morirán por la espada de los hombres.*+
18 Por fin el rey dijo a Doeg:+ “¡Vuélvete tú y acomete a los sacerdotes!”. Al instante Doeg el edomita+ se volvió, y él mismo acometió a los sacerdotes, y dio muerte+ en aquel día a ochenta y cinco hombres que llevaban efod+ de lino.*