22 Y esta agua que trae una maldición tiene que entrar en tus intestinos para hacer que se te hinche el vientre y decaiga el muslo”. A esto la mujer tiene que decir: “¡Amén! ¡Amén!”.*
18 (Este mismo hombre, por tanto, compró+ un campo con el salario de la injusticia,+ y cayendo de cabeza,*+ reventó ruidosamente por en medio, y todos sus intestinos quedaron derramados.