11Ahora bien, los príncipes+ del pueblo tenían su morada en Jerusalén;+ pero en cuanto a los demás del pueblo, echaron suertes+ para hacer que uno de cada diez entrara a morar en Jerusalén la ciudad santa,+ y las otras nueve partes en las otras ciudades.
52¡Despierta, despierta, ponte tu fuerza,+ oh Sión! ¡Ponte tus hermosas prendas de vestir,+ oh Jerusalén, la ciudad santa!+ Porque ya no volverá a entrar en ti el incircunciso e inmundo.+