2 Y tan pronto como me habló, espíritu empezó a entrar en mí,+ y finalmente me hizo* plantarme sobre mis pies para que yo oyera a Aquel que me hablaba.+
10 Y profeticé tal como él me había mandado, y el aliento procedió a entrar en ellos, y empezaron a vivir y a plantarse sobre sus pies,+ una fuerza militar grandísima.