29 para que tus ojos resulten estar abiertos+ hacia esta casa noche y día, hacia el lugar del cual dijiste: ‘Mi nombre resultará estar allí’,+ para escuchar la oración con que tu siervo ore hacia este lugar.+
27 Están diciendo a un árbol: ‘Tú eres mi padre’,+ y a una piedra: ‘Tú misma me diste a luz’. Pero hacia mí han vuelto la cerviz, y no el rostro.+ Y en el tiempo de su calamidad dirán: ‘¡Levántate, sí, y sálvanos!’.+
33 Y siguieron volviéndome la espalda y no el rostro;+ aunque se les enseñaba, madrugando y enseñando, pero no hubo ninguno de ellos que escuchara para recibir disciplina.+