3 Y tú mismo no escaparás de su mano, porque sin falta serás prendido y en su mano serás dado.+ Y tus propios ojos verán hasta los ojos del rey de Babilonia,+ y su propia boca hablará aun con tu boca, y a Babilonia irás’.
11 Y cegó los ojos de Sedequías,+ después de lo cual el rey de Babilonia lo sujetó con grilletes de cobre y lo llevó a Babilonia+ y lo puso en la casa de custodia hasta el día de su muerte.