3Por consiguiente, hermanos santos, participantes del llamamiento* celestial,+ consideren al apóstol+ y sumo sacerdote que nosotros confesamos:*+ a Jesús.
14 Visto, por lo tanto, que tenemos un gran sumo sacerdote que ha pasado por los cielos,+ Jesús el Hijo de Dios,+ tengamos asida [nuestra] confesión de [él].+
8Ahora bien, en cuanto a las cosas que se consideran, este es el punto principal: Tenemos tal sumo sacerdote,+ y él se ha sentado a la diestra del trono de la Majestad* en los cielos,+