52 Entonces les dijo: “Siendo así, todo instructor público,* cuando ha sido enseñado respecto al reino de los cielos,+ es semejante a un hombre, un amo de casa, que saca de su tesoro cosas nuevas y viejas”.+
45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón produce lo bueno;+ pero el hombre inicuo produce lo que es inicuo de su [tesoro] inicuo; porque de la abundancia del corazón habla su boca.+
6 Pues bien, la lengua es un fuego.+ La lengua constituye un mundo de injusticia entre nuestros miembros, porque mancha todo el cuerpo+ y enciende en llamas la rueda de la vida natural y es encendida en llamas por el Gehena.*