14 De modo que la Palabra vino a ser carne+ y residió* entre nosotros, y tuvimos una vista de su gloria, gloria como la que pertenece a un hijo unigénito+ de parte de un padre; y estaba lleno de bondad inmerecida y verdad.+
16 No, no fue siguiendo cuentos falsos+ artificiosamente tramados como les hicimos conocer el poder y la presencia* de nuestro Señor Jesucristo,+ sino por haber llegado a ser testigos oculares de su magnificencia.+