28 Y no se hagan temerosos+ de los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma;* sino, más bien, teman al+ que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el Gehena.*+
24 Sin embargo, no hago mi alma* de valor alguno como preciada para mí,+ con tal que termine mi carrera+ y el ministerio+ que recibí+ del Señor Jesús, de dar testimonio cabal de las buenas nuevas de la bondad inmerecida de Dios.+