22 Cuando los camellos acabaron de beber, el hombre le dio una nariguera de oro que pesaba medio siclo y dos brazaletes de oro que pesaban 10 siclos. 23 Y le dijo: “Por favor, dime, ¿de quién eres hija? ¿Hay sitio en la casa de tu padre para que podamos pasar allí la noche?”.