19 De repente se levantó un fuerte viento del desierto y golpeó las cuatro esquinas de la casa, y esta cayó sobre los jóvenes y los mató. Yo soy el único que escapó para contártelo”.
20 Ante esto, Job se levantó, se rasgó la ropa y se afeitó la cabeza; entonces cayó al suelo, se inclinó