3 Y se puso a leerla en voz alta+ en la plaza que está enfrente de la Puerta del Agua. La leyó desde el amanecer hasta el mediodía ante los hombres, las mujeres y todos los que ya podían comprender lo que oían. Todos escuchaban con atención+ la lectura del libro de la Ley.
8 Y siguieron leyendo en voz alta el libro de la Ley del Dios verdadero y explicando con claridad lo que quería decir. Así ayudaron al pueblo a entender lo que se estaba leyendo.*+