Cascos romanos
En este dibujo se ven dos tipos de cascos que usaban los soldados romanos del siglo primero. Estos cascos con forma de tazón estaban hechos de bronce o de hierro. Tenían un cubrenuca y dos piezas unidas con bisagras que protegían las mejillas. La mayoría contaba con una visera para desviar los golpes dirigidos a la cara. Todos los cascos estaban forrados y normalmente acolchados por dentro. Esto permitía que los soldados pudieran llevarlos puestos durante mucho tiempo. Parece que los soldados debían comprar su propia armadura, lo que incluía el casco. Pablo utilizó esta pieza de la armadura para hablar de un medio de protección fundamental para los cristianos. Así como el casco protegía la cabeza del soldado de golpes potencialmente mortales, “la esperanza de la salvación” puede proteger la capacidad de pensar del cristiano y su perspectiva de vida futura (1Te 5:8, 9; Tit 1:2).
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