Aprecio del entrenamiento bíblico por los padres
UNA joven testigo de Jehová de Elwood, Indiana, apreció mucho la educación bíblica que le dieron sus padres. Ella dice por qué:
“Cuando tenía cinco años de edad, mis padres comenzaron a estudiar la Biblia conmigo. Al principio me gustó mucho. Pero cuando llegué a los primeros años de mi adolescencia comencé a desarrollar una actitud de rebeldía. Por ejemplo, durante las reuniones del Salón del Reino me sentaba con otros niños, miraba al techo, pasaba notas y susurraba. Entonces mis padres hicieron que me sentara con ellos. Nunca desistieron tampoco de celebrar nuestro estudio bíblico de familia. Aunque yo preparara otras actividades para la noche de nuestro estudio, siempre lo volvían a incluir en el horario para que nuestro estudio bíblico se celebrara semanalmente.
“Mis padres me enseñaron celosamente las verdades básicas de la Biblia con firmeza y con amor. Con el tiempo me vieron pasar de la etapa en que mostré actitud de rebeldía y comenzar a mostrar aprecio por la bondad de Jehová. Hoy tengo diecisiete años de edad y empleo tanto tiempo como se me hace posible predicando las buenas nuevas de Jehová. Tengo como mira una vida de predicadora de tiempo cabal. Todo esto debido al entrenamiento paciente y amoroso que me dieron mis padres.
“Espero y oro que Jehová Dios olvide mis años de rebeldía. Durante todo ese tiempo yo sabía en el fondo que mis padres tenían razón. Por eso quisiera animar a todos los padres a continuar su estudio bíblico de familia con sus hijos bajo toda condición, especialmente durante los años de rebeldía. Es en éstos cuando más necesitan los hijos a sus padres. Entonces un día oirán a sus hijos decir: ‘¡Estoy tan agradecido de que mi familia tuviera con regularidad un estudio bíblico conmigo!’”