¿De quién es la sangre?
● Hoy se dan muchos usos a la sangre animal y a la humana. Además del uso que se le da a la sangre en transfusiones, algunas empresas comerciales la usan para fabricar ciertas sustancias adhesivas o productos alimenticios. Pero cuando se remueve sangre de un animal o un hombre, ¿a quién pertenece la sangre? ¿Al dueño del animal? ¿Al hombre de quien se sacó la sangre? ¿Qué opina usted?
Una niñita de tres años de Bolivia sabía la respuesta. Sus padres cristianos, al estudiar con ella la Biblia, habían señalado que Jehová Dios considera la sangre como algo que representa la vida. Al removerse la sangre de un cuerpo no habría de comerse ni venderse, sino que habría de derramarse en el suelo. Así, de hecho, se devolvía la sangre a Dios como aquel de quien se origina la vida.—Lev. 17:11-14.
La madre de la niñita explica lo que sucedió cierto día: “Tengo unos vecinos que comparten conmigo el mismo patio y que nunca se habían interesado en oírme hablar acerca de la Biblia. Cierto día de fiesta llevaron a su casa una oveja para degollarla y disfrutar de un festín. Cuando el animal fue degollado, mi hijita de tres años se hallaba cerca y vio fluir la sangre del animal. Gritó: ‘¡La sangre es de Jehová! ¡La sangre es de Jehová!’ Los vecinos jamás habían oído una cosa como aquélla, y no sabían quién era Jehová, de modo que se quedaron sin saber qué decir. Al oír los gritos de mi nena, salí apresuradamente al patio para ver qué pasaba. Allí estaba entre la gente mayor diciendo: ‘No la toquen. No la toquen. Es de Jehová.’ Los vecinos quisieron una explicación. Entré apresuradamente en casa y saqué mi Biblia para mostrarles que lo que mi hija decía se basaba en la Palabra de Dios. Ahora mis vecinos están estudiando la Biblia con regularidad conmigo y pronto esperan ser ministros bautizados de Jehová.”
¿Reflejan el punto de vista de usted y sus acciones en cuanto a la sangre el conocimiento exacto y el respeto a ella que tuvo esta niñita?