El Mesías... una bendición para todas las naciones
EL PROFETA hebreo Isaías habló de un tiempo futuro en que “habitará el lobo con el cordero, y el leopardo se acostará con el cabrito [...] y el león, como el buey, comerá paja”, un tiempo en que “no habrá ya más daño ni destrucción” entre las personas. (Isaías 11:6-9a.)
Pero ¿cómo se alcanzarían esas condiciones pacíficas? Es interesante que Isaías relacionara tales condiciones con un gobernante futuro a quien llamó “un retoño del tronco de Jesé [el padre del antiguo rey David de Israel]”. Este descendiente del rey David sería un gobernante ideal, un hombre que no juzgaría los asuntos según la mera apariencia o de oídas, sino que juzgaría con rectitud y establecería justicia y paz. Además, este gobernante futuro no sería solamente gobernante de los judíos, sino, más bien, alguien a quien todas las naciones podrían acudir en busca de guía. En efecto, como predijo Isaías: “Le buscarán las gentes”. (Isaías 11:1-10; compare con Isaías 9:5, 6.)
Aunque durante los años posteriores a la profecía de Isaías la nación judía llegó a referirse a ese esperado gobernante como el Mesías, o ungido, la identidad del Mesías ha sido un punto polémico desde hace mucho. La historia habla de muchos hombres que a través de los siglos han afirmado ser el Mesías, cada uno de los cuales ha adquirido y perdido popularidad. Raphael Patai, antropólogo judío, observó “la rapidez con que las masas daban crédito a cualquier impostor o soñador guiado por ilusiones que afirmaba ser el Mesías”. Y, como pudiera esperarse, los que cifraron su esperanza en alguien que falsamente afirmó ser el Mesías terminaron por recibir una amarga desilusión. Esto ciertamente muestra lo cautelosos que tenemos que ser al identificar al Mesías.
No obstante, Isaías indicó que tendríamos que ‘buscar’ al Mesías si quisiéramos tener parte en las bendiciones que éste traería. Es de agradecer que haya mucho que podamos aprender de la historia de los que en el pasado afirmaron ser el Mesías, así como de las Escrituras Hebreas mismas. Por consiguiente, le invitamos a considerar los siguientes artículos.
[Nota a pie de página]
a Todas las citas bíblicas de las Escrituras Hebreas que aparecen en esta serie de artículos se han tomado de la Sagrada Biblia, versión por Eloíno Nácar Fuster y Alberto Colunga (NC), a menos que se indique otra versión.