BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • g85 22/7 págs. 6-8
  • Un mundo con todas las soluciones

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Un mundo con todas las soluciones
  • ¡Despertad! 1985
  • Información relacionada
  • Las buenas nuevas que quieren que usted oiga
    Los testigos de Jehová en el siglo veinte
  • Las buenas nuevas que desean que usted oiga
    Los testigos de Jehová: ¿quiénes son y qué creen?
  • Cuatro preguntas sobre el fin
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 2010
  • Pronto se realizará el propósito de Dios
    ¿Qué propósito tiene la vida? ¿Cómo descubrirlo?
Ver más
¡Despertad! 1985
g85 22/7 págs. 6-8

Un mundo con todas las soluciones

“Espera prolongada enferma el corazón; árbol de vida es el deseo cumplido.” (Proverbios 13:12, La Biblia de Jerusalén.)

SE HA prolongado por seis mil años la esperanza de que se resuelvan los problemas del hombre, y por eso están desesperadas millones de personas. Pero dentro de poco el deseo cumplido será árbol de vida. Los sucesos actuales hacen oportunas las siguientes palabras de Jesús: “Alcen sus cabezas, porque su liberación se acerca” (Lucas 21:28). No falta mucho para que haya un mundo con todas las soluciones.

Sin embargo, no nos referimos al mundo de la humanidad tal como está organizado actualmente (Mateo 12:32, Versión Popular). Más bien, el mundo en el que se resolverán los problemas es un nuevo sistema de cosas, que la Biblia llama “nuevos cielos y una nueva tierra”. El apóstol Pedro señaló que vendría en nuestro tiempo. Habló de la destrucción, por medio de agua, del mundo inicuo del día de Noé y de los juicios ardientes que destruirán el mundo actual de personas impías, y entonces dijo lo que seguiría: “Pero hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa”. Con esto él se refirió al Reino Mesiánico de Dios en los cielos y a sus súbditos obedientes en la Tierra. “Y en éstos —se nos asegura—, la justicia habrá de morar.” (Isaías 65:17; 2 Pedro 3:5-13.)

Ahora bien, se tiene que admitir que hoy las personas mismas se causan muchos de sus propios ayes. Pueden eliminar la mayor parte de estos problemas, pero es obvio que no quieren hacerlo. Por ejemplo, ¿qué problema que haya en la actualidad no se resolvería si se pusiera en práctica el mandamiento de Jesús de amar a su prójimo como a uno mismo o de tratar a otros como uno quisiera que otros lo trataran? (Mateo 7:12; 22:39.) ¡Imagínese lo que los hombres podrían hacer ahora mismo! No habría guerras, ni hambre, ni violencia, ni delitos, ni contaminación, ni drogas, y también se pondría fin a muchos otros ayes.

Aun así, quedarían otros ayes. ¿Qué hay de la tendencia innata que tienen los humanos a pecar? (Salmo 51:5.) ¿Y la vejez? ¿Y la muerte misma? El asunto es este: Se trata de una tarea que está más allá del poder del hombre. Se requerirá ‘el poder que es más allá del que normalmente’ posee el hombre. Se requerirá el poder de Dios. (2 Corintios 4:7.)

Habrá que poner fin a los actuales viejos “cielos” y “tierra” y reemplazarlos con los prometidos “nuevos cielos y una nueva tierra”. Note las palabras que bajo inspiración escribió el apóstol Juan sobre este cambio: “Y vi un nuevo cielo y una nueva tierra; porque el cielo anterior y la tierra anterior habían pasado [...] Y él limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor”. (Revelación 21:1, 4.)

Pero a muchas personas sinceras hoy día se les hace difícil abrazar esta esperanza. Suena demasiado buena para ser veraz. Además, su creencia en la Biblia ha sido socavada porque se han dejado extraviar por las teorías poco científicas y por los clérigos sin fe que han rechazado la creencia en la creación para abrazar la evolución. No obstante, deberían recordar dos cosas: 1) Los hombres no pueden predecir el futuro, y 2) la Biblia sí puede hacerlo, y lo hace. El que la Biblia pueda predecir el futuro es prueba de que esta proviene de Dios, como dice Isaías 46:9, 10: “No hay otro Dios, ni nadie semejante a mí; Aquel que declara desde el principio el final, y desde hace mucho las cosas que no se han hecho”.

Jesús dio una señal compuesta para identificar el tiempo de su presencia y el fin de este sistema de cosas: guerras mundiales, hambres, pestes, gente agitada, temor de lo que el futuro encierra, persecución mundial de sus testigos, quienes, sin embargo, predicarían las buenas nuevas del Reino de Dios en toda la Tierra y darían advertencia del fin venidero de este mundo impío (Mateo, capítulo 24; Marcos, capítulo 13; Lucas, capítulo 21). Esa señal, predicha hace 19 siglos, se ve ahora.

El apóstol Pablo predijo que “en los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar. Porque los hombres serán amadores de sí mismos, amadores del dinero, presumidos, altivos, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos, desleales, sin tener cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores, sin gobierno de sí mismos, feroces, sin amor de la bondad, traicioneros, temerarios, hinchados de orgullo, amadores de placeres más bien que amadores de Dios, teniendo una forma de devoción piadosa más resultando falsos a su poder; y de éstos apártate” (2 Timoteo 3:1-5). ¡Esta ciertamente es una descripción exacta de nuestros días!

Pedro profetizó que “en los últimos días vendrán burlones con su burla, procediendo según sus propios deseos y diciendo: ‘¿Dónde está esa prometida presencia de él? Pues, desde el día en que nuestros antepasados se durmieron en la muerte, todas las cosas continúan exactamente como desde el principio de la creación’” (2 Pedro 3:3, 4). En cumplimiento de esta profecía, los burlones están actualmente protestando clamorosamente.

Pero contrario a lo que afirman, las cosas no continúan como siempre habían estado. En el libro de Revelación, Juan habla del tiempo del fin, en el cual Cristo vendría y gobernaría como Rey asociado del Señor Soberano y Rey Jehová Dios; las naciones se airarían; se juzgaría a los muertos y se recompensaría a los profetas y a los santos; Dios ‘causaría la ruina de los que están arruinando la tierra’ (Revelación 11:15-18). Nunca antes ha estado la Tierra tan arruinada por la contaminación, ni se han mofado los burlones tan descaradamente, ni se ha esparcido de modo tan flagrante la decadencia moral, ni se ha cumplido de modo tan completo la señal compuesta que dio Jesús.

Se predijo que en nuestra generación se presentarían las condiciones para las cuales el mundo no tiene solución. También se predijo que las naciones no tendrían ninguna solución para ellas, pues ‘no conocerían la salida’. Pero los ‘nuevos cielos y la nueva tierra’ sí conocen la salida y la proporcionarán, pues pondrán fin aun a la influencia satánica y a la muerte misma. (Lucas 21:25; 2 Corintios 4:4; Hebreos 2:14.)

La Biblia predijo las condiciones que ahora afligen a esta generación, condiciones para las cuales este mundo no tiene la solución. También predijo que estas condiciones marcarían los últimos días del mundo actual. Incluso ahora, muchos eruditos y científicos prominentes están advirtiendo que este mundo pudiera estar acercándose a su fin. La Biblia también predijo la señal de un venidero nuevo sistema de cosas justo. Estas profecías, que se registraron hace miles de años y que ahora están realizándose, confirman la inspiración divina de la Biblia... y para aquellos cuyos ojos están dispuestos a ver y cuyos oídos están dispuestos a oír hay mucha más prueba de la veracidad de este libroa.

La Biblia es confiable, es inspirada, es el libro que habla de un mundo que proporciona todas las soluciones.

[Nota a pie de página]

a Si quiere considerar dicha prueba, sírvase ver la información de la página 31 acerca del libro ¿Es la Biblia realmente la Palabra de Dios?

[Comentario en la página 8]

Actualmente los burlones están protestando clamorosamente

[Comentario en la página 8]

He aquí mucha prueba para los ojos que estén dispuestos a ver y los oídos que estén dispuestos a oír

[Recuadro en la página 7]

Soluciones inspiradas para los problemas de las personas

No habrá guerra. “Está haciendo cesar las guerras.” “Ni aprenderán más la guerra.” (Salmo 46:9; Isaías 2:4.)

No habrá hambre. “La tierra misma ciertamente dará su producto.” “Llegará a haber abundancia de grano en la tierra.” (Salmo 67:6; 72:16.)

No habrá enfermedades. “Ningún residente dirá: ‘Estoy enfermo.’” (Isaías 33:24.)

No habrá contaminación. ‘Causará la ruina de los que están arruinando la tierra.’ (Revelación 11:18.)

No habrá delitos. “No harán ningún daño ni causarán ninguna ruina en toda mi santa montaña.” (Isaías 11:9.)

No habrá inicuos. “En cuanto a los inicuos, ellos serán cortados de la mismísima tierra.” (Proverbios 2:22.)

No habrá vejez. “Que su carne se haga más fresca que en la juventud; que vuelva a los días de su vigor juvenil.” (Job 33:25.)

No habrá muerte. “El don que Dios da es vida eterna.” “La muerte no será más.” (Romanos 6:23; Revelación 21:4.)

No habrá la influencia de Satanás. “Prendió [...] [a] Satanás, y lo ató por mil años.” (Revelación 20:2.)

Las personas cambiarán. “Desnúdense de la vieja personalidad [...] vístanse de la nueva personalidad.” (Colosenses 3:9, 10.)

Habrá una sola religión. “Un Señor, una fe, un bautismo.” (Efesios 4:5.)

Habrá un solo gobierno. “En los días de aquellos reyes el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos, y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos.” (Daniel 2:44.)

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir