Página 2
Es muy difícil detectar micrófonos ocultos, pues son tan pequeños como la cabeza de una cerilla, se les puede colocar en bolígrafos que escriben de verdad, pueden simular una tableta de aspirina o la aceituna de un cóctel, es posible llevarlos como un pendiente o incluso introducirlos debajo de la piel. Pueden captar un susurro dentro de una habitación y transmitirlo a casi medio kilómetro de distancia.