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La desintegración familiar y las condiciones cada vez peores que existen en las escuelas han hecho sufrir a los jóvenes. En algunas escuelas de las grandes ciudades, incluso las pistolas, las navajas y las drogas han llegado a ser una cosa normal. ¿Hasta dónde llega la responsabilidad de las escuelas y hasta dónde la de los padres en lo tocante a la enseñanza y crianza de los hijos? ¿Qué es lo que realmente necesitan recibir los jóvenes de sus padres? ¿Qué tarea han de realizar los padres si quieren que sus hijos se conviertan en hombres y mujeres de provecho?