De nuestros lectores
La Reforma del catolicismo Opino que su artículo sobre historia religiosa (22 de agosto de 1989) estaba, en general, bien escrito. No obstante, creo que han cometido un grave error al eximir a Martín Lutero de toda culpa en lo relacionado con el “antisemitismo católico”. Martín Lutero empleó bastantes expresiones desdeñosas contra los de raza judía, y llegó a llamarlos “un pueblo depravado y maldito”, y hasta “diablos”.
E. W., Estados Unidos
El artículo se centraba en las prácticas corruptas de la Iglesia católica, no en las faltas de los reformadores protestantes. Al principio Lutero se opuso al antisemitismo católico. No obstante, el libro alemán “Die Juden und Martin Luther—Martin Luther und die Juden” (Los judíos y Martín Lutero—Martín Lutero y los judíos), de Heinz Kremers, explica: “Al principio Martín Lutero tenía una actitud cordial hacia los judíos, pues esperaba que cuando se les predicase el evangelio puro se convertirían al cristianismo. Cuando esta esperanza no se realizó, se convirtió en un acerbo enemigo de ellos”.—La dirección.
Satanismo La portada del número del 22 de octubre de 1989 me alarmó. Sus revistas siempre me han parecido muy edificantes, pero este número me ha dejado alarmado y confundido. ¿No es cierto que está mal tener en casa símbolos satánicos de cualquier tipo?
P. W., Estados Unidos
Aunque el satanismo es un tema verdaderamente alarmante, nos sentimos obligados a advertir a los lectores de los ‘designios de Satanás’, y a veces esto supone presentar temas que pueden resultar ofensivos para algunas personas. (2 Corintios 2:11.) Sin embargo, ni el texto ni las ilustraciones —incluyendo la representación de símbolos satánicos— se presentaron de manera que fomentase el satanismo o hiciera surgir curiosidad por él. Al contrario, servían el propósito de ayudar a los lectores, incluso a los jóvenes, a que aborrezcan y eviten las prácticas satánicas.—La dirección.
Leí con horror y asombro su informe sobre el satanismo, y agradezco que dirigieran la atención de sus lectores a ese horrible pecado. En la zona donde vivo no he visto ningún indicio de satanismo, pero de todas formas me mantendré alerta por si acaso.
M. V. H., médico, Estados Unidos
Piojos Como enfermera de escuela, suelo tratar el tema de los piojos y concuerdo con casi todo lo expuesto en su artículo (22 de agosto de 1989). Es lamentable que ustedes sugieran como un método muy efectivo para combatirlos afeitar la cabeza del niño. Personalmente, considero que afeitar la cabeza de un niño para limpiarlo de piojos es una medida demasiado drástica e innecesaria. Tampoco recomiendo aplicar queroseno al cuero cabelludo. Es un producto tóxico e inflamable, y seguro que es mejor tener cientos de casos de piojos que un niño quemado.
C. M., Inglaterra
Agradecemos sus comentarios. “¡Despertad!” no recomienda ningún tratamiento médico en particular, pero como nuestra revista se distribuye por todo el mundo y la leen personas que tal vez no tengan acceso a tratamientos modernos, tan solo mencionamos algunos remedios caseros que, según se ha afirmado, tuvieron buenos resultados en tratar la parasitación con piojos. No obstante, autoridades médicas modernas no recomiendan que se rape la cabeza de un niño que tenga piojos, pues consideran que esa medida es innecesaria y psicológicamente perjudicial. Solo se recomienda cortar el pelo cuando esté demasiado largo o tan enmarañado que resulte imposible peinarlo. Además, las autoridades médicas de hoy día tampoco recomiendan que se aplique queroseno al cuero cabelludo. Por ejemplo, el profesor David Taplin, de la Escuela de Medicina de la universidad de Miami (E.U.A.), dijo a “¡Despertad!” que él calificaba esa práctica de arcaica.—La dirección.