La respuesta a una oración
UNA mujer de Christchurch (Nueva Zelanda) dice que los artículos de ¡Despertad! sobre “Abuso de menores. Cómo superar el trauma” fueron una respuesta a su oración. Explica:
‘En agosto de 1991 varios de nosotros presenciamos horrorizados el sufrimiento de una amiga al recordar los abusos de que había sido objeto cuando era pequeña. Estuve unos tres días totalmente conmocionada, pero oramos con fervor a Jehová para que saliera una revista que tratase ese tema. Queríamos recibir ayuda. Solo tuvimos que esperar cinco semanas. En nombre de las muchísimas personas que han sido víctimas del abuso de menores, les damos las gracias por los espléndidos artículos de la revista ¡Despertad! del 8 de octubre de 1991, que con tanta ternura abordaron dicho tema.’
Se han recibido centenares de cartas parecidas a esta que agradecen el número de ¡Despertad! sobre el abuso de menores. En otra carta, una señora explicaba que tuvo que leer los artículos en varias etapas porque no podía dejar de llorar, y añadió:
“Todavía se me llenan los ojos de lágrimas cuando trato de expresar mi agradecimiento por la cantidad de tiempo y energías invertidos en ayudar a los que experimentamos esos sentimientos de humillación y culpa tras haber sido violados sexual y emocionalmente por alguien que afirmaba ‘amarnos’ cuando éramos tan jóvenes y vulnerables. No tenía ni la más remota idea de que hubiera tantas personas en mi situación. Todavía me cuesta mucho superar mis sentimientos, pero las sugerencias de las páginas 10 y 11 me han parecido muy útiles. Aunque podría escribir muchas cosas, basta con decir que doy gracias a Jehová por [la labor de] ustedes y por la confianza que han cifrado en Él a fin de tener el valor de escribir sobre un tema tan delicado.”
Y otra carta decía: “Esta ha sido una de las obras maestras más extraordinarias que jamás han publicado sobre las relaciones humanas. Ha desenmascarado tanto esta práctica satánica como a sus perpetradores, ha hecho ver a los que no han sido víctimas de dicho trato lo traumático que este puede llegar a ser y ha consolado e informado a las víctimas. El anhelo de recibir compasión y apoyo de parte del pueblo de Dios ha sido totalmente satisfecho”.
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