Los testigos de Jehová en Rumania
Por largo tiempo un gobierno opresor ha dominado en Rumania. Los comunistas han establecido el peor régimen dictatorial que Rumania ha tenido hasta ahora. Este es otro país detrás de la “cortina de hierro” que se opone a la libertad de pensamiento y palabra. Hay una fuerte censura de la correspondencia. Las cartas pasan por muchas manos en la oficina de correos y toda palabra es sometida a examen. Sólo se permite que pase lo que esté en favor del comunismo. Nada pasa de lo que esté por la verdad o el reino de Dios.
Desde julio de 1950 muchos de los hermanos en Rumania han estado en prisión. Un número de ellos ha sido puesto a trabajar en el Canal del Danubio. Esto, claro está, es trabajo forzado. No se les da suficiente alimento o ropa. Pero se entiende que se permite que los familiares les den provisiones adicionales de modo que puedan permanecer vivos.
La información que ha llegado desde Rumania es buena en este sentido: los testigos de Jehová todavía están predicando el mensaje del Reino y están muy ocupados en ello. Están llevando a cabo una buena pelea en medio de dura persecución. No se han desanimado. A todos los hermanos se les vigila estrictamente y les es imposible enviar informes del servicio. Pero sabemos que “la obra sigue adelante a pesar de todo”. Nos regocijamos por su fidelidad. Los testigos de Jehová han sido muy bien enseñados por medio de la organización del Señor. Y, aunque recientemente les ha faltado nueva provisión de la verdad, ellos saben lo que tienen que hacer, y lo que es más, lo están haciendo, ¡Siguen todavía alabando a Jehová!—Del 1952 Yearbook of Jehovah’s Witnesses.