Nuevas que producen sobriedad
● Un matrimonio que estaba trabajando de precursores fué a Marilia, una ciudad próspera en el interior del estado de Sao Paulo, Brasil. En aquel tiempo no había una congregación allí, pero muchos demostraron interés como resultado de una serie de conferencias al aire libre presentadas por el precursor. En una de estas conferencias un borracho prestó atención y luego ofreció pagar al orador para que fuera a su hogar y presentara la misma conferencia a su familia, que constaba de 22 miembros y parientes. La mayoría de ellos eran presbiterianos, y el borracho nunca pudo llegar a estar lo suficientemente sobrio para unirse a la iglesia de ellos. Pero ahora se ocupó en estudiar la verdad, dejando por completo de beber, y arreglando sus asuntos morales. Esto causó profunda impresión en sus conocidos y parientes, porque si los testigos de Jehová podían darle sobriedad y hacer que se interesara en la Biblia, algo tenían. De modo que con gusto escucharon conferencias de sala (pronunciadas gratis, por supuesto), y uno tras otro empezaron a progresar en la verdad. El ex borracho para este tiempo era tan celoso publicador que en espacio de unos pocos meses ingresó en el servicio de precursor y más tarde fué nombrado siervo de congregación al formarse la nueva congregación de Marilia. Por medio de trabajar también en territorio contiguo, este nuevo precursor, ayudó a organizar varias congregaciones en ciudades vecinas. Ahora la congregación de Marilia cuenta con 112 publicadores y un Salón del Reino magnífico y bien localizado. Si las rameras y los publicanos pueden entrar en la sociedad del Nuevo Mundo antes que el clero fariseo pagado de su propia rectitud, lo mismo pueden hacer los borrachos si aman la verdad lo suficiente y hacen el esfuerzo necesario para ganar su batalla contra la sed inmoderada de licor.