¡Bien dicho!
“¿Cuál es su opinión acerca del tema del infierno?” le preguntó un diario al pastor emérito Oluf Rothe, clérigo célebre de Dinamarca, cuando éste celebraba su aniversario quincuagésimo como sacerdote protestante. Contestó: “El infierno simplemente era un lugar en las afueras de Jerusalén donde echaban la basura de la ciudad y la incineraban. Cuando Jesús hablaba de que alguien iría al infierno quería decir que esa persona no merecía nada mejor que el ser llevada al lugar de echar la basura. ¡Y el Gehena que se menciona aquí era tan vasto que incineraban basura allí día y noche—de allí se originó toda la doctrina del fuego del infierno que se ha empleado diligentemente para asustar al hombre por 2000 años!”—Arbeiderbladet, Oslo, Noruega, 29 de noviembre de 1955.