Las maravillosas maneras de obrar de los peces
● Los hombres de ciencia siempre salen con nuevas evidencias en cuanto a las raras y maravillosas maneras de obrar de los peces. En Escocia W. M. Shearer ha presentado prueba de que la trucha de mar no sólo vuelve al arroyo de agua dulce en el cual fué producida, sino a la mismísima cala, aun a la misma orilla cascajosa. Shearer descubrió esto por medio de capturar truchas del mar en las muchas calas del río Dee, ponerles marbetes y dejarlas libres. Un año más tarde volvió a capturar seis de estos peces, cada uno en la misma cala en que había sido tomado la primera vez. En los Estados Unidos, Juan Briggs, de la Universidad de Florida, también dió a saber algo nuevo. Halló evidencia que apoya la creencia de que los primeros peces que vuelven al lugar de desove nadan inmediatamente a los puntos más lejanos de éste. ¿Por qué hacen esto? Pues, para dejarles lugar a los que vienen después. ¡Esa es verdadera inteligencia! Obviamente, no basta con darle crédito al pez, como lo explicó Job, hombre temeroso de Dios: “Mas pregunta, si quieres, a las bestias, que ellas te enseñarán, o a las aves del cielo, que ellas te lo dirán; o habla a la tierra, que ella te enseñará, y los peces del mar te lo contarán: pues ¿quién de entre todos éstos no sabe que la mano de Jehová ha hecho esto? en cuya mano está el alma de todo ser viviente.”—Job 12:7-10.