La disciplina surte buen efecto en los hijos
● Una madre escribe respecto a los esfuerzos que ha hecho para entrenar a cuatro hijos: “Me parecía que había probado todo, como se suele decir, para hacer que mis hijos se portaran bien, pero seguían rebeldes y antagónicos en nuestras relaciones diarias. Yo había sido testigo de Jehová por cinco años, pero mi esposo se oponía violentamente y no se me permitía leer ninguna publicación de la Watch Tówer a los niños. Cuando se le dió más énfasis a la responsabilidad que tienen los padres de ver que los hijos reciban instrucción bíblica todos los días, me resolví a apartar cierto tiempo para leerles la Biblia todos los días. Esto resultó en una vigorosa protesta de parte de los muchachos, de 7, 5 y 3 años de edad, porque siempre parecía que sucedía cuando más se estaban divirtiendo. Después del relato de la creación perdieron el interés y protestaban con mayor vigor cuando apagaba la televisión cada noche y anunciaba que era la hora de leer la Biblia. Muchas veces me sentaba con la Biblia en una mano y la vara de corrección en la otra. No obstante, día por día el antagonismo disminuyó, y ahora, tres años después, no sólo son oyentes gustosos sino que piden que se les lea la Biblia y toman parte en leer y hasta quieren que les haga preguntas sobre lo que hemos leído. Los efectos de este hábito verdaderamente han sido de gran alcance. No sólo están consiguiendo un buen conocimiento de lo que la Biblia contiene, sino que nuestras relaciones de familia han mejorado mucho y ya no hace tanta falta la disciplina. También ha ayudado a colocarlos a la cabeza de sus clases en la escuela, el resultado de la práctica de leer en voz alta y tantear la pronunciación de palabras difíciles.”