Muerte por dudar de la trinidad
Cuando un artículo de La Atalaya declaró en una ocasión que se les había dado muerte a algunas personas por dudar de la trinidad, más de un lector preguntó acerca de ello. Por supuesto, la historia medioeval narra acerca de incontables millares de judíos que recibieron muerte por rehusar aceptar la trinidad. Y es especialmente notable el caso de Servet, a quien Calvino hizo que fuera asado lentamente en la hoguera hasta morir por haber negado la trinidad.
Pero no hay por qué volver hasta esa época, porque el 21 de abril de 1649 se puso en vigor en el estado de Maryland, o más bien en la colonia de Maryland, un Acta que declaraba entre otras cosas lo siguiente: “Por esta Ley, (1) La blasfemia contra Dios, el negar que nuestro Salvador Jesucristo es el Hijo de Dios, o el negar la Santa Trinidad, o la Divinidad de cualquiera de las tres personas, etc., había de castigarse con muerte, y confiscación de los terrenos y bienes para el Señor Propietario.” Sí, hubo un tiempo en el continente norteamericano, no sólo en la Europa medioeval, en que el negar la trinidad quería decir muerte.