Preguntas de los lectores
● ¿De qué manera fueron retenidas las aguas del mar Rojo cuando los israelitas lo cruzaron marchando? Al decir Éxodo 15:8 que “las aguas agitadas fueron congeladas en el corazón del mar,” ¿indica que se helaron?—J. H., EE. UU.
No sabemos exactamente cómo Jehová mantuvo las aguas del mar Rojo detenidas cual murallas a la derecha y a la izquierda de los israelitas mientras ellos cruzaron. Fué un milagro efectuado por Dios.
El versículo de que se trata, a saber, Éxodo 15:8, dice: “Y por un soplo de tus narices se amontonaron aguas; se detuvieron como una represa de inundaciones; las aguas agitadas fueron congeladas en el corazón del mar.” La misma, expresión, “congeladas,” se usa en la Versión Normal Americana, en la Versión Autorizada, y en las traducciones por J. N. Darby, I. Léeser, R. Knox, y J. Rótherham. La traducción por Bover-Cantera dice “congeláronse.”
La palabra “congelar,” según se define en el New International Dictionary de Wébster, significa “cambiar de líquido a sólido por medio del frío; helar”; “hacer viscoso o como jalea; cuajar; coagular.” El diccionario LaRousse da las mismas definiciones: helar, coagular, cuajar. La palabra hebrea que aquí se traduce “congelar” significa encoger o espesar como en el caso de leche cuajada o agua helada, o congelar. En Job 10:10 la expresión se usa respecto a cuajar queso. Por lo tanto, no significa necesariamente que las murallas de agua se helaron y se hicieron sólidas, aunque Jehová podría hacer tal cosa. La consistencia de la substancia congelada podría ser como la de jalea o cuajada. Ninguna cosa visible retenía las aguas del mar Rojo a cada lado de los israelitas, de manera que tenían la apariencia de estar congeladas, endurecidas, cuajadas o espesadas de modo que permanecieran amontonadas cual murallas a cada lado sin derrumbarse en inundación sobre los israelitas para destrucción de ellos.
Si el viento hubiese sido un soplo suficientemente frío como para helar las aguas, el registro sin duda hubiera hecho referencia al frío extremado. Y semejante frío bien pudiese haber resultado en un fondo de mar helado que hubiera hecho precario el viajar. Pero Éxodo 14:21 dice que “Jehová comenzó a hacer que se retirara el mar por un fuerte viento oriental toda la noche y que se convirtiera la cuenca del mar en tierra seca.” E Isaías 51:10 declara de modo semejante: “¿No eres tú el que secó el mar, las aguas de la vasta profundidad?”
Moisés describió la manera, en que le parecían las cosas a él. Él presenciaba el fuerte viento oriental y podía ver las murallas de agua que aparentemente estaba congelada. El acontecimiento, sin embargo, era un milagro de Dios, y Moisés no intentó explicar la mecánica por medio de la cual se sostuvo el agua; tampoco lo haremos nosotros.