Expresiones de aprecio
EL 9 de marzo de 1959 la Escuela del Ministerio del Reino empezó su primera clase en South Lansing, Nueva York, proveyendo instrucción especial para los superintendentes de la sociedad del nuevo mundo de los testigos de Jehová. Desde entonces se han iniciado escuelas de la misma clase en muchas partes del mundo. ¿Qué acogida ha tenido esta provisión? ¡Lea las siguientes expresiones de aprecio y sabrá!
● Un grupo de superintendentes de los Estados Unidos de la América del Norte, al terminar el semestre de escuela, dijo: “Se nos han enseñado los principios básicos de la Biblia y cómo aplican a nuestro trabajo . . . como superintendentes. Esta instrucción se nos ha impartido de una manera sumamente amorosa y práctica, a semejanza de la instrucción que Jesús y los apóstoles dieron a los cristianos del primer siglo.”
● Un grupo que asistió a la Escuela en los Países Bajos dijo esto acerca de ella: “En cuatro breves semanas se nos ha dado entrenamiento excelentísimo sobre verdades, normas y principios que debe capacitarnos para apreciar a mayor grado la responsabilidad que tenemos para con Jehová. La clarificación de la posición exacta que ocupamos en relación con Jehová y su organización teocrática ciertamente nos abrió los ojos.”
● Al terminar sus días de escuela, un grupo de Francia estimó la instrucción de esta manera: “Mucho agradecemos los consejos oportunos que se reunieron en el libro de instrucción, sirviéndonos como prueba de que la organización ha logrado una madurez nunca antes conocida y que para nuestro bienestar eterno es preciso reconocer y respetar la organización de Jehová a todo tiempo, yendo al mismo paso que la organización y así progresando en nuestra madurez cristiana.”
● Los superintendentes de Alemania también expresaron profundo aprecio: “Varias semanas de entrenamiento intenso, exhortación amorosa y edificación quedan detrás de nosotros, todo lo cual superó por mucho las esperanzas excitadas que abrigamos y el gozo que experimentamos cuando primero se nos invitó. . . . La pulsación unida de las organizaciones celestial y terrenal ciertamente se expresó bien en la escuela. Estamos seguros de que este arreglo se extenderá y afectará a la organización por muchos años en el futuro, y queremos dedicarnos de nuevo a mostrar aprecio por la bondad inmerecida de nuestro Padre por medio de emprender fielmente los intereses del Reino, para la honra de Jehová y para prestar ayuda a millares de nuestros hermanos.”
● Un hermano del centro de la Sociedad en Brooklyn, que es un siervo de congregación en Nueva York y que asistió a la Escuela, dijo lo siguiente: “La oportunidad de disfrutar de 96 horas de discusión en los salones de clase, junto con más o menos la misma cantidad de tiempo dedicado a estudio particular, dio por resultado una experiencia de enriquecimiento espiritual. Mi vida como superintendente ha cobrado nuevo significado; mi aprecio a Betel se ha hecho más profundo.”
● Se recibió esta expresión de aprecio de Suiza: “Consideramos este entrenamiento como prueba adicional de que Jehová es el Gran Pastor de su pueblo, que Él está dirigiendo su organización terrestre y que se interesa en el bienestar y progreso de cada uno de Sus siervos. . . . Esperamos que muchos más siervos tengan el privilegio de recibir este entrenamiento. . . . Nuestra estancia aquí en Betel nos ha permitido estudiar el funcionamiento interno mismo de la Sociedad y nos ha hecho apreciar a mayor grado el servicio altruista que rinden nuestros hermanos de Betel. El trabajar junto con estos hermanos nos ha enriquecido y llenado de gozo. Además de eso, este curso nos ha proporcionado la oportunidad singular de asociarnos estrechamente con otros superintendentes procedentes de muchas partes del país.”
● Y da evidencia de que aun los de las congregaciones aprecian mucho los resultados provechosos de la Escuela lo siguiente escrito por una hermana de una congregación de Colombia Británica, Canadá: “Quiero expresar mi aprecio por el entrenamiento especial que recibió nuestro siervo de circuito, porque verdaderamente sacamos provecho de ello durante su última visita. Aunque sus visitas siempre nos han edificado y ayudado, esta vez fue muy diferente. La única manera que puedo hallar para expresarlo es decir que me siento como si alguien me hubiera echado el aceite calientito del amor sobre mis heridas adoloridas y ahora estoy sanando sin dolor. Hemos padecido mucho de los ataques de Satanás y de las pruebas de la carne durante el año pasado, y por alguna razón más o menos esperábamos que se nos dijera definitivamente que nuestras ofrendas eran cojas y ciegas, pero en vez de eso, elogio y aprecio por lo que hemos hecho; y, naturalmente, ustedes saben el resultado: queremos hacer más y más, y lo haremos con la ayuda de Jehová. Gracias por satisfacer toda necesidad como Jehová lo dirige.”
● Innegablemente es cierto, como dice Isaías 54:13: “Todos tus hijos serán personas enseñadas por Jehová, y la paz de tus hijos será abundante.”