Libro sorprendente
LA BIBLIA es un libro sorprendente. Esta fue también la opinión del famoso crítico italiano Francisco de Santics, quien ocupó el puesto de Ministro de Educación Pública para el gobierno de Cavour y quien escribió: “Yo nunca había leído la Biblia, ni lo habían hecho los estudiantes. Con una actitud de indiferencia mezclada con desprecio, que entonces prevalecía en cuanto a asuntos religiosos, la Biblia, como la Palabra de Dios, creaba sarcasmo. Leí aquí y allí las maravillas de este libro, como evidencia de su poderosa elocuencia, y, atraído por el tema de mis lecciones, di una ojeada al libro de Job. Quedé estupefacto. En mis estudios clásicos no hallé nada comparable a su grandeza. Inmediatamente traje mis impresiones a la escuela. Ya había presentado una lección sobre el origen del mal y el significado de este libro, y esto había atraído extasiada atención. Pero cuando leí el libro completo, mis sentimientos y mi admiración asombraron a todos. Con este entusiasmo, nos dimos de lleno a estos estudios. Mucho disfrutamos de los Cantares, un Salmo de David, en que la contemplación de la creación sostiene el poder y la grandeza del Creador, y algunas de las Lamentaciones de Jeremías. Para nosotros fue como un viaje por tierras desconocidas y lejanas, extrañas a nosotros. Con el entusiasmo de novatos, nos olvidamos de nuestros clásicos, aun de Homero, y por varios meses no se oyó de otra cosa que de la Biblia. . . . Me maravillo de que en nuestras escuelas, donde se leen tantas cosas frívolas, no haya penetrado la antología bíblica.”—La Bibbia nel giudizio di illustri Italiani (La Biblia según italianos ilustres), por Augusto Jahier, página 34.