Ministro joven produce fruto
Un joven Testigo chileno de doce años discutía la Biblia con sus compañeros de juego, lo cual resultó en una invitación a la casa de uno de ellos para hablarle a una señora católica que estaba visitando a la familia. Preparándose de antemano, pudo dar un sermón eficaz y también pudo colocar la ayuda para el estudio de la Biblia De paraíso perdido a paraíso recobrado. La señora quedó tan impresionada con su sinceridad y habilidad que ella no solo pidió un estudio bíblico con regularidad sino que insistió en que el joven, en vez de sus padres, fuera el que le enseñara.