Paciente perseverancia recompensada
● Una testigo de Jehová de Ohío (EE.UU.) relató esta experiencia en una asamblea celebrada en Point Pleasant, Virginia del Oeste, en 1962: “Hace como diez o doce años estaba trabajando en una pequeña aldea donde conocía a casi toda persona, y todos me conocían a mí. Cuando toqué a una puerta la señora dijo: ‘Entre. Soy adventista del séptimo día, y nunca ha habido un testigo de Jehová en mi casa. En realidad, si yo no la conociera, ni usted hubiese entrado. Yo sé suficiente acerca de la Biblia para saber que hay una sola verdad, una sola religión que Dios reconoce. No podemos tener razón las dos. Yo quiero la verdad, y no importa de dónde venga. Si mi religión no puede pasar ninguna prueba, no vale mucho.’ Concordé: ‘Las dos no podemos tener razón. Como usted, yo quiero una religión que pueda soportar cualquier prueba.’
● “Con esta base, pues, se empezó un estudio con el libro ‘Sea Dios Veraz.’ Fuimos bien por cierto período de tiempo hasta que llegamos al capítulo acerca del sábado. Durante los siguientes seis a ocho años esta persona se detuvo y después volvió a continuar el estudio muchas veces, y estudió el capítulo acerca del sábado diez o más veces con diferentes Testigos. Durante los pasados cinco o seis años ha estado viniendo a veces al Salón del Reino. Nunca se sabía quién vendría con ella; quizás su esposo, su hermana, su hija u otro pariente, o algún vecino. En 1960, empezó a predicar las buenas nuevas del Reino conmigo. Es publicadora regular. En septiembre de 1962 ella y su hermana se bautizaron. Hoy uno de mis más grandes gozos es oírla explicar el sábado con la Biblia a una persona de buena voluntad.”