Oportunidades con la Biblia nueva
● Un testigo de Jehová escribe: “Seguí las sugerencias que se dieron en la reunión de servicio y me mantuve alerta a cada oportunidad que se presentara. De modo que dondequiera que iba llevaba un ejemplar adicional de la Biblia y siempre tenía una a mano cerca de la puerta de entrada en casa. Primero hablé con el que traía el petróleo y le coloqué una Biblia, luego decidí llamar a un petrolero distinto cada vez. Luego le coloqué un ejemplar a un vendedor y también a una vendedora que vino a ver a mi esposa. El sábado, después de la obra con las revistas, nos detenemos para tomar una taza de café, y antes de que pasara el mes les coloqué una Biblia a cada una de tres mucamas, un empleado y la cajera. El hecho de que mantenía la Biblia a la vista les despertó curiosidad. La cajera quería cobrarme la Biblia cuando la apoyé al lado de los artículos que estaba comprando, de modo que cuando se la mostré quedó tan interesada que la tomó allí mismo. En el ministerio de casa en casa, visité a un hogar donde no había nadie en casa, pero el petrolero estaba efectuando una entrega; de modo que me acerqué y le coloqué una Biblia, y él quiso más para más adelante. A fin del mes se me agotaron las Biblias, pero observé que en la casa contigua a la de mi suegra el petrolero hacía una entrega. . . . Le pregunté a ella si podía tomar prestadas dos de sus Biblias. Las llevé y se las coloqué al petrolero y a su ayudante. Con la ayuda de Jehová pude colocar 32 Biblias.”