Productividad
● En 1959 un señor que inauguraba un taller para galvanizar parachoques, empleó a un testigo de Jehová. Pronto pudo conseguir a su hermano (que también es Testigo) para el trabajo. A medida que aumentaba el trabajo, se emplearon más y más trabajadores. Los dos Testigos, testificando a sus compañeros de trabajo en ocasiones oportunas, pudieron ayudar a cinco trabajadores a aprender y aceptar la verdad de Dios. Actualmente un trabajador y su familia celebran un estudio bíblico de casa y asisten a las reuniones. Cuando los Testigos desean asistir a una asamblea, el patrón averigua cuándo van a ausentarse y cierra el taller para las vacaciones.