Florece el negocio de la buenaventura
◆ El decir la buenaventura es un negocio floreciente en Francia, notablemente en París. Se calcula que en París, donde hay un solo médico por cada 514 residentes y un solo sacerdote por cada 5,000, la proporción de los que dicen la buenaventura es de uno por cada 120 parisienses. (Schweizer Illustrierte, 16 de noviembre de 1964) Pero la ley de Dios para el Israel antiguo proscribía la predicción profesional de acontecimientos debido a su conexión con el demonismo.—Deu. 18:10, 11; Hech. 16:16-18.